Hace muchos, pero que muchos muchos años ya, antes de que el capitalismo más salvaje nos sumiera en esta especie de trance consumista y oligofrénico, l@s jóvenes tenían, pocas, pero tenian algunas alternativas. Una de las reivindicaciones y de los objetivos de las administraciones locales eran las CASAS DE JUVENTUD. Lugares donde los CONSEJOS DE LA JUVENTUD planificaban una intervención en las alternativas lúdicas.
Mucho se ha hablado de los problemas de l@s jóvenes pero, en definitiva, ¿qué problemas tienen que el resto de la sociedad no tenga?. Bueno, uno si: no tienen ni dinero ni forma de conseguirlo, y eso, para el sistema, no es bueno, pero nada nada bueno. Por eso, la única alternativa que parecen vislumbrar es la de la melopea semanal ( que no digo yo que esté mal echar unas copas de vez en cuando), y hacerse unas risas, sin más, con sus amig@s.
El desempleo galopante, un sistema educativo cada día más excluyente ( a pesar de la ampliación hasta los 16 años), carencias profundas en materia de formación, familias desestructuradas por culpa del desempleo... Y, ¿qué hacemos?. Simplemente NADA. Bueno, si: crear gettos donde puedan beber sin dar problemas y sin que los veamos ( que ojos que no ven, corazón que no siente).
Es necesario recuperar propuestas como las casas de oficios y las escuelas taller, conectándolas con la prestación de servicios públicos. Es necesario recuperar el asociacionismo ( no intervenido) juvenil como elemento de reivindicación y elaboración de propuestas. Es necesario que las antes llamadas "políticas transversales" de juventud vuelvan a impregnar nuestros programas y nuestras propuestas. No por nada, sino por el hecho de que ell@s son el futuro de nuestra sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario