Ese es el sentimiento de Elena Valenciano, y ese parece ser también el discurso que presumiblemente se lanzará desde la dirección del partido a partir de que Zapatero anuncie...lo que el hombre tenga que anunciar ( por el bien del País y por el bien del partido). Y la cuestión es la misma: ¿qué más da quien sea?.
Tanto Chacón como Rubalcaba han defendido con energía las políticas antisociales ( no por las medidas en sí mismas, sino porque no afectan a todos por igual y sí en general a la clase trabajadora) como una "necesidad de Estado". Entonces, ¿el PSOE no pretende más que cambiar caras pero no políticas?. Una mera operación de marketing, pero además, del malo.
Personalmente estoy convencido de que hay dirigentes en el seno del partido que podrían aportar mucho en un proyecto no tan coyuntural como pretende la actual mayoría; es necesario un hombre o una mujer que pueda aglutinar a una mayoría en torno a un proyecto que tenga como base la recuperación de las señas de identidad socialistas. Un o una dirigente que sea capaz de romper las cadenas que nos unen de forma perversa con los poderes financieros y multinacionales y comprometerse en una regeneración ética y política en una alianza de la izquierda plural en beneficio de la clase trabajadora. Ese debería ser el futuro en el PSOE pero, desgraciadamente, las cosas, ni son así de fáciles, ni la mayoría social liberal lo va a permitir; la modernidad nos impide incluso hablar de socialismo, de clase trabajadora, de reformas sociales que primen lo colectivo frente a lo individual, de reformas fiscales que graven los beneficios de las empresas, de las multinacionales y de los especuladores financieros.
No le deseo un fracaso electoral al PSOE más allá del necesario para provocar una reacción. A algunos eso les parece una posición reaccionaria, pero nada más lejos de mi intención: lo reaccionario es querer que las cosas sigan así, en beneficio de una camarilla que tiene "secuestrado" al Partido Socialista. Que tiene amordazado al socialismo en el Partido y cuyo objetivo es entregarlo definitivamente a los poderes que hacen "moderna" nuestra sociedad, y que no es el pueblo trabajador.
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