Donde dije digo, digo Diego, y me quedo tan pancho. Cuando los pro hombres de los bancos y entidades todo poderosas de la especulación le animaban a acabar con el trabajo sucio y agotar la legislatura, el Presidente se presentaba como inflexible: terminaré mi trabajo. Ahora, que los empresarios, ususreros, especuladores y demás alimañas alimentadas por el Estado le susurran que, lo mejor sería que abandonase, el Presidente se achanta y adelanta las elecciones, eso sí, por el bien de España.
No le creo ni cuando dice la verdad. Le creí cuando dijo que jamas recortaría derechos, pero ahora, visto lo visto, tiene la misma credibilidad que el candidato de la extrema derecha cuando dice lo mismo.
Al socialismo le faltaba bien poco para hundirlo en la miseria, a pesar de la dignidad de muchos de sus militantes en defensa de la recuperación de la decencia ideológica perdida. Pero lo poco que le faltaba lo ha apuntillado el Presidente, con la inestimable colaboración del Grupo Parlamentario Socialista y el Gobierno ( del que formaba parte hasta hace unos minutos el nuevo y flamante candidato reformista). Los ataques a los derechos sociales y labores se han concretado y amenazan con avanzar con un claro objetivo: sumir a la clase trabajadora en le filosofía de la supervivencia, renunciando a su propia dignidad a cambio de cualquier cosa, incluso la semi exclavitud. Y eso ha sido mérito del Presidente y sus secuaces, que han preferido la dulce compañía de la derecha catalana y vasca antes que un acuerdo con la izquierda plural parlamentaria.
Y ahora, me siento orgulloso de donde estoy, me siento orgulloso de que, cuando se habla de política se utiliza el lenguaje directo y claro de los que se sienten parte de la gran mayoría explotada, de los que necesitan armarse de argumentos ( y se tienen) para liberarse del yugo especulador. Me siento muy a gusto ideologicamente y también pesonalmente, algo que en el PsoE solo sentia puntualmente cuando nos reuniamos los recalcitrantes de IS ( ¿donde paran ahora los compañeros y compañeras?).
Creo que situar a un aplio grupo de Diputados y Diputadas de Izquierda Unida en el parlamento será el mejor instrumento de refundación de un PsoE ahora entregado a sus enemigos de clase.
Nos iremos viendo, comentando y debatiendo las propuestas de cada uno: por un lado, las transformadoras y, porqué no, revolucionarias de IU. Por otro, las conformistas y reformistas de quien ha sido juez y parte en la entrega del futuro de los y las trabajadoras y trabajadores a la oligarquía financiera. Nos iremos viendo.
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