IMPUESTOS

La subida de impuestos aplicada por el gobierno de la extrema derecha estatal es la enésima agresión ( que vendrá complementada por recortes en los gobiernos donde esa misma extrema derecha tenga la mayoría suficiente para hacerlo) que la clase trabajadora sufre. La misma clase trabajadora que sigue asistiendo anestesiada a cómo otros diseñan su futuro: un futuro de miseria económica y cultural. Sin reacción alguna.
La noticia de que en nuestra localidad la subida del IBI no va a modificar las cuantias no es ni buena ni mala, porque la ciudadanía de El Campello ya soporta una revisión lo suficientemente dura desde hace años.
Es gracioso que la línea seguida por la extrema derecha sea la yá trazada por los social liberales pero incrementada y acentuada en hacer pagar el pato a la clase trabajadora. Y es gracioso, porque ahora que está en puertas el congreso del partido socialdemócrata se oyen voces que apelan a un nuevo discurso pero ¿sin autocrítica, sin reflexión sobre el juego que se ha hecho al capitalismo, sin asumir de una vez una refundación de ideas y personas?.
Los impuestos son un instrumento político, y la extrema derecha, como los social liberales, los han utilizado para castigar a la clase trabajadora con un objetivo claro: someterla al dictado de los poderosos, conseguir trabajadores y trabajadoras resignados y atemorizados que puedan asumir que su papel no es el de ser vanguardia, sino el de meros instrumentos de beneficio. O reaccionar, o someterse, no hay más camino. Por lo que, REACCIONEMOS, y pongamos en marcha a esa clase trabajadora que es el motor de todos los cambios y que debe ser la protagonista de la necesaria revolución. O eso, o la miseria. ¿Es lo que queremos?