La política real; la posible, la
viable, es la que cumple una serie de principios, sin los cuales, la ideología
se convierte en algo absolutamente subjetivo pues se adapta a una visión
unilateral e interesada de la realidad. Esto no quiere, en absoluto decir que
la función política debe limitarse a “gestionar” pues, para esto, ya están los
y las trabajadores públicos, los técnicos y los expertos que la administración
tiene, es más; la administración, hoy por hoy, podría funcionar por sí sola sin
necesidad de políticos, pero claro, siempre sobre una base legal dada, en este
caso, la que sufrimos con el legislativo de derechas, pues los técnicos y
trabajadores y trabajadoras públicos no tomarían decisiones sobre el porqué,
para quién y cómo realizar determinadas acciones, algo que corresponde a los
representantes políticos elegidos por la ciudadanía.
Lo real, lo posible, lo viable
requiere, en el ámbito municipal, un ajuste a la legislación vigente que,
aunque no guste ( y no gusta) es la que enmarca la acción institucional en la
actualidad ( la solución es, desde el ámbito municipalista, influir en las
leyes que los partidos proponen en el Parlamento, para así variar ese marco jurídico-legal).
En segundo lugar, lo posible se refiere a las posibilidades que una propuesta
tiene en materia del cómo se financia y cómo se mantiene. Y por último está la
decisión ideológica: porqué una política u otra en función de a quien se quiere
beneficiar o qué se quiere potenciar, o para qué se quiere realizar: qué fines
se persigue, valorando su proyección en la vida cotidiana de la ciudadanía.
Proponer por proponer es un acto
de demagogia que se debe combatir. Cuando alguien o algunos propongan o
planteen cuestiones se debe realizar un análisis cuantitativo: ¿se puede
ejecutar, se puede mantener?. Y cualitativo: para qué se poner en marcha y a
quien se dirige en función de necesidades o simplemente oportunidades.
Pongamos un ejemplo. Si se
plantea construir un polideportivo en cada distrito o zona de la localidad, la
pregunta es, ¿se puede realizar con el presupuesto municipal?. En la coyuntura
actual seguramente si, pero, ¿se puede mantener en condiciones óptimas para el
uso y disfrute de la ciudadanía a lo largo, pongamos, de veinte años?. En
cambio, si se habla de reducir impuestos, sí se puede hacer pero, ¿se valora a
quien beneficia, de donde se reduce inversión si hay menos ingresos?. Pongamos
otro ejemplo. Se plantea crear cien puestos directos de trabajo, ¿pueden ser
puestos de funcionario?. En la actual coyuntura no, pero, ¿si fuesen bolsa
rotativas de trabajadores y trabajadoras semestrales?, Y un último. Se crea una
escuela infantil, ¿Se puede construir?. En la actual coyuntura, sin lugar a
dudas. ¿Se puede mantener dando servicio a las familias en un plazo de veinte
años?: con trabajadores públicos no pues no se pueden crear plazas, pero, ¿se
podría optar por fomentar el asociacionismo laboral para la gestión de esos servicios
que, de alguna manera serían equitativamente financiados por los usuarios y
usuarias?.
Es simplemente una reflexión cuyo
objetivo es incidir en la necesidad de analizar las propuestas, una a una, que
realizarán los partidos políticos a partir de casi ya. Cada propuesta analizada
críticamente: ¿es necesario, a quien beneficia, como se financia, como se
construye, como se mantiene, que proyección tiene sobre la vida presente y
futura de los y las vecinos y vecinas de nuestro pueblo, qué oportunidades
ofrece a los jóvenes, mayores, mujeres, etc?. Son, en mi opinión, reflexiones
que, más allá del acto de meter o no una papeleta en la urna, cada uno de
nosotros y nosotras deberíamos hacernos?.
Por si fuera interesante o de utilidad para esa Asociación o para sus afiliados, tengo publicado el siguiente blog:
ResponderEliminarplantararboles.blogspot.com.es
Se trata de un manual sencillo para que los amantes de la naturaleza podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando semillas producidas por los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región
Salud,
José Luis Sáez Sáez