La presente
legislatura está llena de cadáveres. Y, ¡sálvenme los dioses!, no me refiero a
ninguno de los políticos que la componen, sino a los asuntos que huelen a
descomposición.
El
vertedero/planta de Les Canyades.
Esta obra,
vino a culminar un largo proceso en el que El Campello se convertía definitivamente
en el vagón de cola de los pueblos en cuanto a la valoración de la Generalitat se
refiere. Recordemos: hospital, en Sant Joan, institutos, en cualquier sitio
antes que en El Campello…y definitivamente, el vertedero, en El Campello.
¿Somos o no poco o nada valorados por la Generalitat ?.
El
vertedero, por falta de financiación y por carecer de un principio básico en el
tratamiento de los residuos ( racionalidad territorial) vino a cubrir una
amplia zona de vertidos que nos sitúa, siendo parte de L’Alacantí, en Les
Marines. La gestión privada del mismo profundiza en el “ahorro” en
infraestructuras y medios, buscando el beneficio ( la basura, es un negocio).
El
Ayuntamiento, lanza cortinas de humo carentes de sentido común: mociones
solicitando que se cierre, mociones solicitando a la Generalitat que esto o
que aquello. Humo y más humo, mientras los vecinos de la zona siguen sufriendo
los olores, algo que no ha inspirado la solidaridad de un pueblo acostumbrado a
pensar: “como a mi no me afecta…pues me pongo de lado”.
Este cadáver
huele, aunque deje en las arcas municipales un dinerito cuyo fundamento es el
negocio miserable con los desperdicios.
La piscina.
Obra
financiada ( ja,ja,ja) con al plan (des) confianza del ínclito Camps. Obra a la
que nadie se opuso a pesar de ser una barbaridad desde su concepción. Obra que
fue votada por todos en “interés del pueblo”. Obra que vemos todos los días
parada y que vamos a pagar…no se sabe en qué cantidad. Y se permiten, los que
la aplaudieron ( PsoE), denunciar mala gestión cuando ellos forman parte de esa
mala gestión ( capacidad de autocrítica 0, egolatría personal 1). Una obra que
no mereció ver la luz pero que, en definitiva dice mucho de los campelleros y
campelleras: aparentar. Porque para eso era la obra, para aparentar: spa,
hidromasaje, padel……y los niños y niñas de 0 a 3 sin Escuela Infantil, y los Mayores, sin
centro de día que llevarse a la boca. Un aplauso para todo aquel que aceptó
sumisamente que el aparentar era más importante que la necesidad presente y
futura. Unos millones de euros tienen la culpa.
Y
seguiremos hablando de:
-Cesión de
suelo para Universidad Privada.
-Abandono
de niñ@s sin comedor, ni libros, ni transporte.
-Privatizaciones
-Presupuestos
prorrogados.
-Personal
municipal cabreado.
-Impuestos
vs servicios.
Nuestro
pueblo, todo un ejemplo. La mayoría en la oposición frotándose la barriga y sacando
mociones sin repercusión efectiva, y la minoría subsistiendo en el gobierno
municipal y repartiéndose a partes iguales salarios y actitudes despóticas y de
una soberbia tal, que merecerían un pronto y ejemplarizante castigo. ¿O acaso
un castigo general para los incapaces, ineptos y barrigas agradecidas?.
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