GARCIA ANTÓN.

Ni voy a realizar un panegírico de Garcia Antón, ni loar su figura, ni hacer leña, recordando el debe de esta persona, simplemente me gustaría decir que, al margen de otras consideraciones, considero que el fallecimiento de cualquier persona siempre es triste. Sus familiares, sus amigos, sus allegados pierden a una persona a la que consideraban, pero al igual, hay otros muertos que son de segunda, de los que nadie habla y que dejan familia, amigos y allegados y una vida llena de lucha por la justicia, la libertad, la democracia... pasando a formar parte de esa ingente masa de olvidados y olvidadas. Personas que han aportado su vida, desinteresadamente en pos de un ideal. ¿Quien las recuerda?.
Cuando alguien falta, siempre destacamos sus virtudes y bondades, sin acordarnos de sus miserias, cosa que es profundamente injusta pero, claro, todo depende de quien opine y sobre quien se opine. Como persona, todos mis respetos, como Conseller, como figura política que ha tenido poder sobre personas y cosas, eso es otro cantar, aunque vayan por delante mis condolencias hacia la familia, amigos y allegados, a pesar de todo.

Lo único que espero es que a la derechona gobernante en nuestro pueblo, no se le ocurra pensar en poner una calle o plaza o similar, pues de ser así, entraríamos en un debate cruel y asqueroso a causa del olvido que los políticos sufren respecto a otras personas a las que les deben, por ejemplo, ocupar el cargo que ocupan en este sistema democrático construido sobre las vidas de muchos y muchas.

SALUD Y SOCIALISMO