Tras la celebración de un acto de apoyo al Juez Baltasar Garzón contra el linchamiento judicial al que está siendo sometido ( y que va a continuar), ha salido la derecha en tropel ha decir que el acto es "ANTIDEMOCRÁTICO".
Antidemocrático es cuestionar a las fuerzas de seguridad, a los fiscales y a los jueces cuando a uno le viene en gana y, curiosidad, cuando las decisiones le son contrarias al partido heredero del franquismo y crisol de la ultraderecha española. Antidemocrático es criticar una expresión de libertad que, lo único que hizo fue apoyar, desde la lógica, la razón y el compromiso, a un juez cuyo pecado ( principalmente) ha sido desenterrar a las victimas de los fascistas que la transición sepultó en el olvido. Ni el Tribunal Supremo, ni ninguna otra institución ( bueno, la corona, que es el paradigma de la transición "modelica") puede estar al margen de que l@s ciudadan@s opinen sobre su trabajo.
Yo apoyo al secretario de CCOO, al Secretario de UGT, al rector de la Complutense, a Gaspar Zarrias y al resto de compañeros y compañeras que en ese acto dijeron bien alto: POR LA DIGNIDAD, POR LA JUSTICIA, CONTRA EL FASCISMO DE ANTES, DE AHORA Y DE SIEMPRE.
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