La sociedad asume las diferentes situaciones que se van
produciendo con una resignación que raya el estoicismo. Si se recorta en
educación... pues que se recorte, porque seguro que es necesario ( mientras,
nuestros hijos e hijas se hacinan en las aulas, carecen de profesores de apoyo,
no tienen clase porque no se cubren las bajas, pierden las becas, ya no tienen
ayuda para libros....). El futuro de nuestros hijos e hijas parece ser algo
lejano, pero no lo es: es algo inmediato ( el paro juvenil está por encima del
45%). Que se recorta en sanidad, pues que se recorte, porque seguramente será
necesario y...todo sea por salir del agujero. Mientras las listas de espera se
alargan, las especialidades se recortan, las camas desaparecen en los
hospitales donde se cierran plantas enteras, las empresas privadas se hacen con
el control de los centros hospitalarios garantizándose el beneficio, las
medicinas son más caras para todos... Que se entregan miles de millones a una
entidad especuladora que por obra y gracia de la rapiña y el ansia depredadora
se ha hundido?, pues que se entregue, porque lo importante es que los bancos
sigan ganando dinero porque, según dicen los que saben, nuestra economía
depende de ellos...¿depende de ellos?.
Vivimos en una sociedad que se auto condena a la miseria, a la
mera supervivencia, donde los mensajes de los políticos cada día son más
hipócritas, donde se nos trata cada día más como estúpidos, lerdos y mentes
planas...pero, que más da: lo importante es que los poderosos sigan ganando
dinero, porque ( según dicen),algo nos caerá a los pobres.
Pensar en el futuro de nuestros hijos e hijas es un ejercicio de
sadomasoquismo extremo, pues lo que nos dicen es que, confiemos, creamos en los
que nos dirigen, porque ellos lo único que quieren es nuestro bien..¿lo
quieren?.
Es necesario que el período de gobierno de la extrema derecha
neofranquista se acorte en lo posible y sean lanzados a la oposición, lugar de
donde nunca debieron salir. Pero también es necesario que se rompa el mismo
discurso hipócrita que utiliza la derecha en el partido centenario de Pablo
Iglesias. Es necesario que las bases se revelen contra la partitocrácia que
impera, la falta de democracia, la profesionalización de los cargos y de los vividores
que los ocupan. Sin estas dos premisas, el cambio es, como mínimo, difícil,
pero no imposible.
A pesar del asco que me dan unos y otros, es necesario que hagamos
ejercicios de responsabilidad, pero no con las instituciones, sino con la clase
trabajadora, de la que formamos parte
como hecho incuestionable. Siendo leales con nuestras ideas y los principios
que han impulsado doscientos años de lucha obrera, y no con las instituciones
que cada día más se alejan de la vida real, defendiendo los intereses de los de
siempre.
Es necesario recuperar el espíritu de lucha contra la derecha
cavernícola y la social derecha traidora y filibustera. Hagámoslo ya, porque
mañana será tarde.
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