"España se va a convertir en un país de turismo donde la gente viene a
emborracharse". Las palabras de Jorge Drexler resumen, no lo que va a ser,
sino lo que ya es el Estado Español: un país de servicios, al servicio de
Europa. Recordemos que las primeras condiciones de la Europa de los mercaderes
fue la destrucción del tejido productivo español, la desintegración del
entramado público y la supeditación a las directivas Europeas a cambio....de un
paquete de subvenciones temporales, que una vez suprimidas, nos han situado en
el papel que siempre se ha querido de España: sucursal de ocio, fuente de mano
de obra barata, y Estado sumiso.
Y en este contexto, la derecha se acojona en algunos lugares de España. La
movilización social, la que dicen que no sirve para nada, ha logrado meter el
miedo en el cuerpo a algunos "barones" del extremo centro derecha.
Y, ¿porqué?. No por una cuestión de diferencias programáticas o de lindes
ideológicos: simplemente por una estrategia electoral. Porque ven que el poder
conseguido se les escapa de las manos, incluso en territorios donde lo han
consolidado a base de ignorancia, manipulación e incluso de dejadez por parte
de otros.
Hay que continuar, hay que seguir saliendo a la calle para que este
"acojone" se extienda entra la derecha y continúen dando muestras de
miedo, porque su miedo nos beneficia a todos.
Zapatero sale de su escondite para llenar páginas y minutos de estupidez
política. Las formas, según el, son lo único que cambiaría, pues el fondo
" es el que tenía que ser". Zapatero defendió la figura institucional
de su antecesor y defiende las políticas de su sucesor en una demostración más
de que las instituciones, sean gobernadas por quien sean están por encima de
los ciudadanos. Que la democracia en la que cree Zapatero es la misma en la que
cree Rajoy y en la que creía Aznar, que es la misma que defiende la actual
dirección del PsoE, dirigida por el felipista Rubalcaba.
"Agitar la rebelión democrática". ¿Eso que significa?. ¿Movilizar
electoralmente a la sociedad, a esa sociedad que está en la calle ( a veces
literalmente) pidiendo democracia de verdad y no solo representativa?. Espero a
leer el libro de Gaspar para opinar sobre sus propuestas. Pero en lo que
sí estoy de acuerdo es en que, con toda seguridad, son más las cosas que nos
unen que las que nos separan.
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