De esta
manera, un comentarista anónimo me animaba a dejar de opinar ( artículo
publicado en La Illeta
http://www.elraspeig.com/costa/noticia_cuando_injusticia_hace_39811.html. Sus argumentos, simplones. Su
objetivo, identificar la propuesta que humildemente hago ( constitución o
creación de una plataforma ciudadana que rompa con la endogamia partidista y
recupere, de forma unitaria, el poder para la ciudadanía) con otras aventuras
electorales indica claramente cual es el objetivo.
Lo que me
gustaría es que, con nombre y apellidos, los que creen que debería callarme, lo
dijeran. Y, además, dijeran el porqué. La defensa de la actual estructura de
partidos opacos es defendida por algunos, pero seguramente no por convicción
sino por interés.
El hecho es
que yo, todavía puedo ir mirando a la cara a la gente, pues todavía no me han
puesto precio ( ni oficial ni oficioso). Por lo que me siento absolutamente
libre.
Ya me
gustaría que nos hubieran dejado trabajar desde la corriente Izquierda
Socialista, pero fue más fácil atacarla ( atacándome directamente a mi y no a
los planteamientos que la corriente defendía en el seno del PsoE) e invitar a
sus miembros a dejar de tocar la moral ( algunos creo que todavía guardan las
copias de los artículos y las entradas del blog que humildemente mantengo como
argumento para demostrar mi “deslealtad”).
Creo que
siempre me he expresado con claridad: la derecha es el enemigo de la clase
trabajadora ( si, enemigo, y a la vista está), esté donde esté. El comentarista
olvida que la derecha no es patrimonio de un partido, sino que se encuentra
insertada en otros a los que todavía gusta denominar de “izquierda”.
Y concluyo.
Hace tiempo que esperaba alguna reacción, y aunque en forma de comentario a una
humilde opinión escrita, ha llegado. Y la esperaba porque también mi objetivo
es promover debate. No controversia, sino debate, algo que en las estructuras
organizativas fue sustituido hace mucho tiempo por la obediencia y la
disciplina.
Creo que
discutir es saludable, pero con argumentos. Y los argumentos de que la
propuesta que vengo haciendo hace tiempo es una operación de división no puede
ser más absurda: la división está escenificada en la defensa unilateral de
opciones electorales por encima de cualquier tipo de acuerdo. Por lo tanto, no
puedo compartir esta reflexión. Además me trae al recuerdo a aquellos y
aquellas que, un día de hace muchos años, me acusaron de entregar el gobierno
municipal a la derecha, desde una posición de rencor y frustración por haber
sido “ellos” los únicos culpables de la perdida de las elecciones.
Y a la
espera de que el debate tenga continuidad, un abrazo.
Angel
Sánchez Sánchez
Ex Concejal
Ayuntamiento El Campello.
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