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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

sábado, 23 de noviembre de 2013

CONTENCIÓN Y SUPERAVIT: DOS CONCEPTOS CUESTIONABLES.

Lo que más me llama la atención es la actitud de algunos grupos políticos; en unas instituciones se oponen a la política antisocial de la derecha, y en otros se apoya el economicismo que antepone los derechos de los bancos frente a los de las personas. Esto, sin duda, es un acto de responsabilidad institucional, pero en mi opinión ( y a la vista de la ausencia de argumentos) es igualmente un acto de irresponsabilidad social.
Me gustaría saber los argumentos de Compromis e Iniciativa, porque de ellos los medios no se han hecho eco, centrándose únicamente en los del bipartito de gobierno y los del todavía mayoritario grupo de la oposición.
Centrándonos en lo principal de la noticia, tendríamos que empezar por un análisis concreto sobre la política de "contención y austeridad" junto con la continuidad de entrada de fondos procedentes, fundamentalmente de dos bolsillos: los vecinxs que, de forma religiosa aguantan el incremento anual del IBI, y lxs trabajadorxs municipales a los que se les ha bajado el salario en dos ocasiones ( recordar simplemente que en el Ayuntamiento de El Campello, la bajada a lxs trabajadorxs que menos cobran fue superior a otras administraciones, "gracias" al Alcalde y a los técnicos municipales, negándose a reconocer su error, pese a que ya existen sentencias en firme que van en esa línea: todo talante).
Si tuviéramos que señalar cuestiones que, en mi opinión, son fundamentales para valorar la gestión política, habría que poner en una balanza, por un lado la cancelación de la deuda con los bancos ( que tampoco era ni tan grande ni tan urgente) y la carencia de servicios fundamentales.
Es cierto, como bien dice la Concejala de Esquerra Unida, que el Ayuntamiento ( la derecha, Decido y PsoE) anteponen las obligaciones financieras a las obligaciones con un pueblo que carece de servicios que influyan en su calidad de vida presente y futura. Y los prioriza, por una visión claramente institucional, que superpone el Ayuntamiento a la sociedad como si éste no fuese fruto de la segunda, una forma de mantener la intencionada separación entre la ciudadanía y la casta política.
Los planes para crear empleo ( directamente y de forma indirecta) son inexistentes. La juventud ( aunque el Alcalde diga lo contrario, pero sin argumentos más alla de una relación de actos inconexos y unidireccionales al ocio) sigue sin un plan transversal que contemple formación, ocio, empleo. Los Mayores singuen sin un centro de día que obliga a las familias a cuidarlos teniendo que renunciar a buscar un empleo y sin posibilidad de que éste cuidado sea una forma de empleo "gracias" a la practica revocación de la Ley de Dependencia de la derecha en el gobierno del Estado. Las familias siguen sin una Escuela Infantil que acoja a lxs hijxs de las familias trabajadoras permitiéndoles buscarse la vida. Y así podríamos seguir. Eso si: la piscina se finalizará y se venderá como un logro sin parangón que arrastrará a los más  incondicionales a seguir apoyando lo "inapoyable".
Que el Ayuntamiento ha bajado el número de asesores, es cierto. Pero no es menos cierto que siguen manteniendo el presupuesto destinado a financiar a los partidos políticos ( todxs aportamos a las campañas de la derecha, PsoE, etc...se sea o no simpatizante: todxs), en una cuantía de aproximadamente cuarenta mil euros, mientras se saca pecho por haber destinado una cantidad más o menos similar a dar de comer a algunxs niñxs. Pero los libros se siguen pagando con el sacrificio de las familias, y el comedor, de lxs niñxs que no están en la miseria pero es posible que lo estén, también. Sacan pecho con haber destinado medio millón a pequeñas obras para cubrir el expediente. Sacan pecho cuando algunos concejales se dedican a la vida contemplativa, a crear verdaderas cortes de acólitos clientelares, a favorecer a simpatizantes y pelotas.
Creo que la situación no es para celebrar nada, pues la ciudadanía está, o peor o bastante peor que hace dos, tres o cuatro años. Y lo malo es que no hay visos de mejora. No porque la situación sea mala, o muy mala ( que lo es), sino porque el talante y la capacidad de los que nos gobiernan es mala o muy mala, según como se mire.

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