En palabras
del responsable político de campaña de la derecha para las próximas europeas,
“merece la pena votar al pp”. Este personaje, merecería una mención a parte, si
no estuviese rodeado de otras gentes que no le van a la zaga. El también
llamado “el luisma del pp” ( apelativo que desmerece al personaje televisivo
que, a pesar de su disparatada visión de la realidad tiene un corazón enorme),
se atreve a afirmar que la derecha no destruye el ya de por si débil estado del
bienestar que en España se había construido. Y se atreve y, sin sonrojo,
defiende las políticas que han aplicado desde su ascenso al poder. Y llega
hasta tal punto su atrevimiento que, arrogándose la verdad absoluta e
infalible, afirma que todos mienten, que todos están equivocados, menos el y
los suyos.
Lo de la
derecha patria no tiene nombre ( ¿o si). Que después del dolor que están
causando por esa “necesidad” que les viene empujando a deshacerse de todo lo
que huele a público o social, que después de que todos los indicios les señalen
como un nido de corruptelas varias y
mafias pseudo políticas, se atrevan a defenderse, con ese pavoneo que solo
tienen los prepotentes, causa vergüenza y más dolor. Solo hay que mirar hacia
el lado más débil de la sociedad ( dependientes, paradxs, jóvenes…) para darse
cuenta de la sarta de sandeces y barbaridades que son capaces de soltar. Lo
preocupante es que todavía, a día de hoy, tengan un público que les preste una
mínima atención, pues esto significa que la España más cañí, la España más reaccionaria
social, cultural y económicamente, sigue existiendo, a pesar de lo modernos que
puedan aparentar ser con ese jersey a los hombros y esas barbas.
La sanidad,
la educación, los derechos laborales y los derechos sociales y cívicos están en
grave peligro. Si eso no preocupa a un sector de la sociedad que todavía presta
oídos a los voceros de la derecha y sus medios, simplemente les aconsejaría que
se lo hicieran mirar pues es algo muy, pero que muy preocupante. Si ya no por
ellxs, por las generaciones que vienen detrás a lxs que vamos a dejar un país
muy pobre, muy insolidario, sin que los derechos civiles y sociales sean más
que una mera mención en el viejo texto constitucional.
Floriano se
merece un espacio propio en el “hallof fame” junto a otros insignes
manipuladores profesionales ( Marhuenda y su folletín, el ABC, la cadena de la
caverna bovina, y tantos otros cuyo conocimiento no les ha llegado ni para
pasar un día).
Las
elecciones europeas se asoman por la esquina y, con lo que se van a encontrar (
a parte de las manifestaciones de éstos cínicos y sádicos verbales) es con una
sociedad a la que, no es que le sea ajena Europa, sino que la ven como el lugar
desde donde vienen las imposiciones ( que otrxs utilizan como justificación de
sus tropelías políticas), donde se vive a costa de lxs españolxs y con los que
no compartimos más que la moneda.
Si algo es
necesario, es que la izquierda recupere el discurso y el programa de los
Estados Unidos de Europa como ente social y solidario. La construcción de un
espacio común debe venir de actitudes comunes y un proyecto único y unitario
donde el bienestar sea la prioridad; pero no de los bancos y multinacionales,
sino de la ciudadanía.
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