En nuestro municipio la crisis parece no existir, o al menos esa es la impresión que uno se forma si echa un somero vistazo a los números que el gobierno municipal ha preparado para el ejercicio 2009. Ni una medida destinada a fomentar la actividad socioeconómica, ni atisbo de programa o plan para reestructurar nuestro maltrecho tejido económico, fruto de años de dependencia del ladrillo. Lo cierto es que, ante los nubarrones negros que se vislumbran en el horizonte, nada mejor que la estrategia del avestruz.
Si nuestro Ayuntamiento no ha adoptado medida alguna, no es porque no tenga medios, que los tiene. Es posible que haya considerado que ya llegarán tiempos mejores y mejor no salir de casa. Mejor frotarnos las manos viendo como languidece el cadáver del gobierno del Estado que, ejerciendo de social liberal optimista, está empujando a l@s trabajadores/as a los brazos de la derecha más reaccionaria.
El Plan de ZP para, al tiempo que se apoyan las inversiones de los Ayuntamientos, crear algo de empleo temporal, va a ser utilizado por nuestros gobernantes para cubrir un apartado del presupuesto sin gastar un duro. No se sabe cuanto empleo creará en las franjas de entre 16 y 25 años, cuantos parad@s de larga duración podrán paliar su frágil situación aunque sea temporalmente. Pero, ¿y después, qué?. ¿L@s jubilad@s con pensiones no contributivas seguirán igual, los jóvenes parados no podrán reinsertarse en un mercado laboral cada vez más débil y precario, los pequeños empresarios y las empresas familiares tendrán que cerrar o, como mal menor, subsistir? ¿Dónde están las ayudas a esos sectores que son los que están sufriendo y van a sufrir más si cabe una crisis de la que son victimas?.
Otros municipios, sin echar cohetes, ni mucho menos, ponen en marcha iniciativas industriales, intentan reactivar su tejido económico al tiempo que apoyan a l@s trabajadores/as con ayudas, planes de formación, etc. En nuestro pueblo, no pasa nada, aquí, casi nunca pasa nada.
Es hora de tomar medidas, y la primera que tendríamos que adoptar l@s trabajador@s es plantarnos y exigir, por ejemplo, que los políticos se bajen el salario, que se articulen planes de formación para reciclar a l@s desemplead@s, que se apoye con planes específicos a las pequeñas empresas locales fomentando el cooperativismo frente a la competencia imposible de las grandes superficies, que se revisen los servicios que prestan algunas empresas al Ayuntamiento con el objetivo de recuperar la iniciativa pública a través de la creación de bolsas de empleo, empresas municipales, etc.
L@s trabajadores/as tenemos una gran responsabilidad respecto a los cambios que deben impulsarse. Debemos organizarnos, plantear a los partidos de izquierdas que, bajar los impuestos, no es ser progresistas, pues los impuestos no son pregresivos, que l@s trabajadores y trabajadoras somos el motor que cambiará de bases la estructura política. Deben desembarazarse de ese exceso de pragmatismo, y bajar a la calle, a respirar el irrespirable aroma del desempleo y la desmoralización.
Muchas cosas hay por hacer, y debemos ponernos a trabajar urgentemente, pues el tiempo corre en nuestra contra: en contra de los/as trabajadores/as, de los jóvenes sin empleo, de las mujeres, de los jubilados que cobran pensiones no contributivas o por debajo incluso de la mitad del salario mínimo.
SALUDOS SOCIALISTAS.
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