El
Pleno Municipal se planteaba con el enigma del resultado de la votación del
proyecto de Presupuestos Municipales para el ejercicio 2012. Las diferentes
secciones sindicales plantearon una movilización contra la imposición del
minoritario equipo de gobierno sobre diferentes cuestiones que afectan
directamente a determinados derechos consolidados de los trabajadores y
trabajadoras municipales. En la movilización, ningún representante del CSIF.
Finalmente,
el Alcalde, tras una espera de más de diez minutos( uno de los concejales,
exactamente el ex Alcalde J.R.Varó) determinó, porque así se lo permite la Ley,
la retirada del punto del orden del día referente a los Presupuestos
Municipales. La retirada fue argumentada como un “intento por consensuar la
propuesta con todos”. Esta declaración de intenciones únicamente esconde la
debilidad de un grupo minoritario que, lejos de intentar acordar pretende imponer,
que no quiere dialogar, pecando de una prepotencia poco propia de un grupo que
está en minoría.
La
decisión unilateral ( ¿unilateral?) del gobierno municipal de cercenar derechos
sin negociación, viene precedida y acompañada de apoyos no públicos. Me explico.
En la Comisión que se celebró posteriormente al infructuoso pleno, tanto unos
como otros expresaron que “era hora de cortar la sangría económica que suponían
ayudas y productividades”. Insisto: tanto unos como otros, aunque el discurso
público sea otro y las sonrisas hacia los trabajadores oculten una clara
voluntad ( incluso expresada en el argumentario de los presupuestos 2010) de
seguir las premisas marcadas por la derecha.
Ahora,
se abre un periodo interesante pues, si verdaderamente los que dicen tener
propuestas, las presentan, podremos todos y todas ver las verdaderas
intenciones de todos y cada uno de los grupos municipales. Podrán ver los
ciudadanos que los “brindis al sol” siguen, y que se plantean propuestas,
simplemente por plantearlas, por cubrir un expediente del que incluso se
vanaglorian los ínclitos promotores, a pesar de que algunas de ellas no afecten
en absoluto a la vida cotidiana de los y las campelleros y campelleras. Los y
las jóvenes necesitan de un plan concreto que les demuestre el compromiso de
los políticos más allá de los discursos. Los y las parados y paradas urgen
soluciones y medidas de apoyo, y las familias trabajadoras deberían exigir
medidas concretas de apoyo ante los duros golpes de la crisis capitalista que estamos
sufriendo los y las trabajadores y trabajadoras. Evidentemente, las ideas
cargadas de demagogia pero vendidas como planteamientos políticos van a intentar
sustituir a las propuestas de izquierdas que precisa la clase trabajadora de
nuestro pueblo, y todo, caerá en un terreno baldío, pues ya se han encargado
los partidos de izquierdas de mantener las estructuras endogámicas que les
permitan mantener sus intereses intactos, nutriéndose de aplausos y pases de
mano interesados.
Desde
esta página vamos a incidir en propuestas que, aunque serán calificadas de
insensatas, incendiarias o utópicas, están cargadas de razones, como mínimo,
para ser debatidas. La clase trabajadora necesita compromisos y política de
izquierda, y menos declaraciones mediáticas de una izquierda enrocada en
posiciones permanentemente electoralistas y de propaganda, que dice poco o muy
poco de los programas y planteamientos políticos con los que dicen querer
cambiar la realidad social, cultural y económica de nuestro pueblo.
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