Es más que evidente que, sirviéndose de las urnas, la Cospedal está infligiendo a los habitantes de los pueblos agrícolas un verdadera doctrina de shok. Los habitantes de estos pueblos están protestando pero parece que la excelentísima presidenta de la junta utiliza el discurso de la mentira para solapar su decisión. Una presidenta rodeada de personal de confianza que, sin escrúpulos, se lleva la pasta de los hombres y mujeres de Castilla la Manca, de los trabajadores y trabajadoras, de los más pobres. Una presidenta que ha suprimido el salario de los diputados mientras ella cobra como presidenta, senadora, mando de la extrema derecha... En definitiva: una tipa, una individua, una sinvergüenza.
El pueblo debe tomar medidas y llegar hasta la puerta de su casa, del parlamento, para decirle que sí, que se equivocaron, que se tiene que ir, que desaparezca de las dignas tierras de Castilla la Mancha. Y lo tienen que hacer ya, con urgencia, la misma con la que se van a suprimir los servicios sin que a la tipa esta le tiemble la mano.
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