La sociedad, la clase trabajadora desideologizada gracias en gran parte a nuestro abandono de las masas a la buena de la burguesía y la derecha conservadora ( económica e ideológica), se está revelando contra la acción de gobierno del compañero Zapatero. No es posible que se legisle en función únicamente de los intereses de los órganos de dirección del capitalismo internacional ( BCE, FMI, OMC...). No es comprensible que un gobierno con el vagaje histórico e ideológico del Partido Socialista Obrero Español a lo largo de más de cien años, se suba al coche oficial y se olvide quién le ha puesto donde está, quienes son sus bases naturales: ese 60% de mileuristas que sobreviven en una sociedad desestructurada y egocentrístas.
Las elecciones ( o la fiesta de las elecciones, el ritual electoral donde se eligen élites gobernantes, como afirma Marcos Roitman en Democracia sin demócratas) deberían ser un instrumento para transformar la sociedad y no para transformarnos, nosotros/as los/as socialistas en parte de esa maquinaria injusta e insolidaria que es la economía de libre mercado. Y, hasta eso vamos a perder: los privilegios electorales de esas élites de compañeros/as que olvidan que nuestro partido nació y vive para transformar las condiciones de vida de miles, de millones de trabajadores y trabajadoras.
Estamos profundizando el abismo que nos separa de la clase trabajadora. Estamos ( porque me considero parte) traicionando a tant@s militantes que sufrieron e incluso dieron la vida por un ideal de emancipación. Esto debe cambiar.
El gobierno que sustentamos como partido, como organización obrera, debe repensar su política económica teniendo como único sujeto de actuación a la clase trabajadora, a los/as mileuristas y no a los banqueros, los grandes trusts económicos, las multinacionales...
No más festivales junto a las cúpulas dirigentes de las organizaciones reaccionarias de grandes empresarios. No más fotos de familia junto a altos directivos de multinacionales que, tras recibir ingentes sumas de dinero público, todavía parece que nos hacen un favor quedándose en nuestro país a cambio de recortes salariales, congelaciones y EREs parciales. No podemos vivir más en esta miseria. La clase trabajadora, la poca que sigue pensando que los/as socialistas todavía somos su única esperanza, va a huir hacia el abstencionismo electoral, con lo que la entrada de la derecha más reaccionaria, clerical y corrupta está servida, no por sus méritos ( que no los tiene ni los podría tener jamas a ojos de los/as trabajadores/as), sino por nuestra traición.
Es necesario rectificar compañeros/as, no solo para demostrar que sí, que hay vida más allá del capitalismo, que la socialdemocracia tiene soluciones y toma decisiones pensando en los/as trabajadores/as, en los asalariados mileuristas, en las mujeres trabajadoras, en los jóvenes. De lo contrario, estaremos perdiendo la penultima oportunidad y, ya se verá cuando nos vuelven a dar los/as trabajadores precarios, los trabajadores explotados gracias a nuestra política al frente del gobierno una nueva oportunidad.
Rectificar es de sabios, y lo sabio en este caso es retirar los presupuestos y rehacerlos comprometiendo mayores fondos públicos a la creación de empresas públicas o, en su caso, a la expropiación de empresas, poniéndolas en manos de los/as trabajadores. Retirando la reforma fiscal y penalizando las grandes fortunas, modificando el IRPF en sus tramos más altos, devolviendo los 400 euros a los/as trabajadores/as, incrementando los 420 hasta el salario mínimo la cantidad del subsidio tras el agotamiento de las prestaciones generadas por el trabajo, gravando los incrementos de capitales y el patrimonio...
O rectificamos ahora, o los discursos del compañero Zapatero ante el Comité Federal refiriéndose a los/as socialistas como garantes de la justicia social frente a los poderosos quedará en pura parafernalia vacía de contenido.
SALUD Y SOCIALISMO.
Las elecciones ( o la fiesta de las elecciones, el ritual electoral donde se eligen élites gobernantes, como afirma Marcos Roitman en Democracia sin demócratas) deberían ser un instrumento para transformar la sociedad y no para transformarnos, nosotros/as los/as socialistas en parte de esa maquinaria injusta e insolidaria que es la economía de libre mercado. Y, hasta eso vamos a perder: los privilegios electorales de esas élites de compañeros/as que olvidan que nuestro partido nació y vive para transformar las condiciones de vida de miles, de millones de trabajadores y trabajadoras.
Estamos profundizando el abismo que nos separa de la clase trabajadora. Estamos ( porque me considero parte) traicionando a tant@s militantes que sufrieron e incluso dieron la vida por un ideal de emancipación. Esto debe cambiar.
El gobierno que sustentamos como partido, como organización obrera, debe repensar su política económica teniendo como único sujeto de actuación a la clase trabajadora, a los/as mileuristas y no a los banqueros, los grandes trusts económicos, las multinacionales...
No más festivales junto a las cúpulas dirigentes de las organizaciones reaccionarias de grandes empresarios. No más fotos de familia junto a altos directivos de multinacionales que, tras recibir ingentes sumas de dinero público, todavía parece que nos hacen un favor quedándose en nuestro país a cambio de recortes salariales, congelaciones y EREs parciales. No podemos vivir más en esta miseria. La clase trabajadora, la poca que sigue pensando que los/as socialistas todavía somos su única esperanza, va a huir hacia el abstencionismo electoral, con lo que la entrada de la derecha más reaccionaria, clerical y corrupta está servida, no por sus méritos ( que no los tiene ni los podría tener jamas a ojos de los/as trabajadores/as), sino por nuestra traición.
Es necesario rectificar compañeros/as, no solo para demostrar que sí, que hay vida más allá del capitalismo, que la socialdemocracia tiene soluciones y toma decisiones pensando en los/as trabajadores/as, en los asalariados mileuristas, en las mujeres trabajadoras, en los jóvenes. De lo contrario, estaremos perdiendo la penultima oportunidad y, ya se verá cuando nos vuelven a dar los/as trabajadores precarios, los trabajadores explotados gracias a nuestra política al frente del gobierno una nueva oportunidad.
Rectificar es de sabios, y lo sabio en este caso es retirar los presupuestos y rehacerlos comprometiendo mayores fondos públicos a la creación de empresas públicas o, en su caso, a la expropiación de empresas, poniéndolas en manos de los/as trabajadores. Retirando la reforma fiscal y penalizando las grandes fortunas, modificando el IRPF en sus tramos más altos, devolviendo los 400 euros a los/as trabajadores/as, incrementando los 420 hasta el salario mínimo la cantidad del subsidio tras el agotamiento de las prestaciones generadas por el trabajo, gravando los incrementos de capitales y el patrimonio...
O rectificamos ahora, o los discursos del compañero Zapatero ante el Comité Federal refiriéndose a los/as socialistas como garantes de la justicia social frente a los poderosos quedará en pura parafernalia vacía de contenido.
SALUD Y SOCIALISMO.
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