Manel García Biel
En cuanto a la situación del PSOE los resultados no sólo confirman
las previsiones sino que lo sitúan en una situación de difícil
recomposición. Las políticas de ZP han colocado al PSOE al borde del
precipicio. No se trata del hecho de perder unas elecciones, sino de
perder la propia orientación. Zapatero se presentó en su momento como la
regeneración socialdemócrata del PSOE después de la etapa González. ZP
deja al PSOE no sólo en peor situación sino sin esperanza de
regeneración, después de su reconversión a un social-liberalismo basado
en políticas económicas de derechas. ¿Hay posibilidad de regeneración de
este partido cuando hemos visto que han sido los viejos felipistas los
que han intentado salvar el barco?. ¿Dónde está ahora la posibilidad de
regeneración del PSOE? Y entiendase que por regeneración queremos decir
retorno a las raíces socialdemócratas propias de una opción de
izquierdas. El PSOE es hoy un partido de asalariados internos, más de
burocracia que de militantes. Y es difícil imaginar que de ahí pueda
salir una alternativa para el propio partido. La situación es crítica y
auguro un largo túnel antes de ver una nueva luz, si es que hay luz al
final del túnel. Desde luego la salida no es continuar con el
social-liberalismo de los últimos años.
En cuanto a la izquierda alternativa, la izquierda
que no se rinde, ha tenido unos resultados favorables pero que no llaman
a la euforia. Reitero lo que planteé antes de las elecciones, creo que
tanto IU como EQUO son responsables de que hoy no exista en el
Parlamento un fuerte grupo alternativo roji-verde, el Frente Amplio de
que hablaba Llamazares, con cerca de 20 diputados. Si sumamos los votos
de IU-ICV y EQUO da alrededor de dos millones de votantes y si
analizamos las circunscripciones electorales vemos como la suma de los
dos podrían haber dado un puñado de diputados comenzando por Madrid.
Ante la actual situación es más urgente que nunca hacer una reflexión en
profundidad. Izquierda Unida debe de dar un salto adelante en la línea
planteada por Gaspar Llamazares (su resultado en Asturias es muy
meritorio con un 14% de votos) y abandonar los viejos sectarismos y
abrirse de veras y sin voluntad de control hacia toda la izquierda desde
la socialdemocracia de verdad hasta el ecologismo. Y EQUO debe
convencerse y convencer a los Verdes Europeos que su futuro está dentro
de una amplia coalición de las fuerzas progresistas. El ejemplo de
Catalunya es claro. La coalición de ICV y EuiA encabezada por una
personalidad de prestigio como Joan Coscubiela secretario durante trece
años de CCOO de Catalunya, ha permitido dar un salto adelante y
conseguir no solo un incremento de diputados de 1 a 3 sino de votos
hasta conseguir el mejor resultado de la coalición en dieciocho años.
Sólo un apunte ¿alguien se imagina una candidatura de izquierdas en
Madrid, por poner un ejemplo, encabezada por Antonio Gutiérrez, y con el
apoyo de toda la izquierda alternativa y social? Por cierto Gutiérrez
vino a Barcelona a dar apoyo a Coscubiela. Hoy todas las fuerzas
alternativas y de progreso deben plantearse claramente el futuro que
pasa por la constitución de ese Frente Amplio de todas las fuerzas de
progreso para afrontar el futuro y plantar cara junto con la izquierda
social a las políticas retrógradas que sin duda plantearán a todos los
niveles los gobiernos de las derechas del PP y de CiU.
He querido dejar para el final la reflexión sobre
los indignados abstencionistas. Ellos son en parte responsables también
de la actual situación. Indignarse y no votar sólo lleva a empeorar la
situación y hacer el juego a sus teóricos enemigos. A no ser que aún
haya quien crea en aquel falso proverbio de contra peor, mejor. Ha
habido suficiente oferta electoral como para que las reivindicaciones de
movimientos como el 15M hayan sido recogidas en más de una candidatura.
Ahora nadie les representa ni les representará, puede que ni ellos
mismos.
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