Mañana es el último día de esta campaña. El domingo 7 se pondrá fin a una de las campañas más desastrosas que haya podido ver (porque vivir la hemos vivido poco), donde los mensajes, los discursos y las propuestas se han diluido en un concierto de recriminaciones en clave estatal. Europa parece importar poco incluso a los que se declara más europeistas que nadie.
A lo que toca: el lunes, o incluso el domingo por la noche, será el momento en el que los pseudoanalistas y analistas cualificados pero inducidos, realizarán un sin fin de análisis, todos ellos en clave nacional. ¿Cual es el análisis que podemos hacer en clave local?. Ninguno. Hacerlos sería un acto absurdo de política ficción.
Nuestra intervención en la campaña se ha limitado ha cumplir con el ritual del primer día. Evidentemente las generalizaciones acarrean injusticias para con algunos/as compañeros/ que se han involucrado, más por disciplina de partido que por convicciones políticas o ideológicas. Por esto y por que el mensaje diluido de lo que nos jugamos en Europa ha calado en esa masa abstencionista, nuestro análisis no puede ser otro que ninguno.
No obstante algunas conclusiones si se pueden sacar, tanto de los resultados, como de la actitud de los/as militantes así como de los índices de participación ( presumiblemente bajos, cuestión que parece preocupar poco a las estructuras electorales de los partidos).
De los resultados, posiblemente saquemos la conclusión de que, ocurra lo que ocurra, nuestro resultado será malo. Y lo será, porque nuestra separación, nuestro alejamiento de la clase trabajadora se profundiza cada día más. Si no es demasiado malo, la dulce derrota servirá para justificarlo. Y si es bueno, no pasará nada. Nos sentiremos reconfortados sabiendo que los/as que hayan decidido participar han confiado una vez más en nosotros en un acto más de resignación y reacción.
Evidentemente tengo la intención de presentar un documento en la Comisión ejecutiva realizando una valoración personal que nos pueda servir para abrir un mínimo debate autocrítico de nuestro trabajo. Un análisis autocrítico a todos los niveles, que nos implique a todos/as, pues de lo contrario la dinámica seguirá siendo la misma (tengo pocas esperanzas en que una o algunas pocas voces autocríticas consigan remover la conciencia militante de una resignada e indiferente militancia).
SALUDOS SOCIALISTAS.
A lo que toca: el lunes, o incluso el domingo por la noche, será el momento en el que los pseudoanalistas y analistas cualificados pero inducidos, realizarán un sin fin de análisis, todos ellos en clave nacional. ¿Cual es el análisis que podemos hacer en clave local?. Ninguno. Hacerlos sería un acto absurdo de política ficción.
Nuestra intervención en la campaña se ha limitado ha cumplir con el ritual del primer día. Evidentemente las generalizaciones acarrean injusticias para con algunos/as compañeros/ que se han involucrado, más por disciplina de partido que por convicciones políticas o ideológicas. Por esto y por que el mensaje diluido de lo que nos jugamos en Europa ha calado en esa masa abstencionista, nuestro análisis no puede ser otro que ninguno.
No obstante algunas conclusiones si se pueden sacar, tanto de los resultados, como de la actitud de los/as militantes así como de los índices de participación ( presumiblemente bajos, cuestión que parece preocupar poco a las estructuras electorales de los partidos).
De los resultados, posiblemente saquemos la conclusión de que, ocurra lo que ocurra, nuestro resultado será malo. Y lo será, porque nuestra separación, nuestro alejamiento de la clase trabajadora se profundiza cada día más. Si no es demasiado malo, la dulce derrota servirá para justificarlo. Y si es bueno, no pasará nada. Nos sentiremos reconfortados sabiendo que los/as que hayan decidido participar han confiado una vez más en nosotros en un acto más de resignación y reacción.
Evidentemente tengo la intención de presentar un documento en la Comisión ejecutiva realizando una valoración personal que nos pueda servir para abrir un mínimo debate autocrítico de nuestro trabajo. Un análisis autocrítico a todos los niveles, que nos implique a todos/as, pues de lo contrario la dinámica seguirá siendo la misma (tengo pocas esperanzas en que una o algunas pocas voces autocríticas consigan remover la conciencia militante de una resignada e indiferente militancia).
SALUDOS SOCIALISTAS.
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