Ya han pasado los comicios europeos. Podemos suspirar, pero no aliviados. Y no por los resultados, sino por la lectura que nuestro partido hace de ellos :
"Los resultados son razonablemente positivos"
Los resultados son claramente negativos. Que la crisis haya jugado un papel decisivo, si. Pero que los/as trabajadores/as no hayan conectado con el socialismo a nivel europeo, tendría que suscitar una urgente reflexión, dejando de regodearnos en esa "dulce derrota" que parece que disfrutamos tras los comicios del 7 de junio.
Revisar esa ambiguedad política e ideológica con la que jugamos ( ahora te doy, ahora te quito, ahora contigo...ahora con la banca) y construir, diseñar un nuevo proyecto con un claro discurso de izquierdas es, ahora más necesario que nunca, si lo que seguimos deseando es transformar la realidad de Europa y, por ende la de nuestros pueblos y nacionalidades. Ahora bien, si nuestra comodidad nos lleva al discurso autocomplaciente aplaudido por esos peligrosos círculos de palmeros que revolotean en torno al poder como buitres, malamente vamos.
Por otro lado, que nadie caiga en el análisis torticero de los resultados, extrapolándolos al ámbito local. No es posible, pues el voto se ha emitido en otra clave, con otro objetivo y motivación. No obstante si debería provocar una reflexión el hecho de que, cada vez que hay que arrimar el hombro ( a nivel local) porque se plantean unas elecciones supramunicipales, muchos ( de los que van a votar) se decantan por ceder su voto al PSPV-PSOE. Solo una reflexión, que no un análisis.
Termino: es necesario hacer una reflexión autocrítica en el seno del socialismo europeo y más si cabe en el socialismo español. No podemos escurrir el bulto, porque hemos planteado esta campaña en clave de plebiscito ( menos que la derecha pero también). No podemos pasar de largo sin pararnos a reflexionar sobre si será que los/as trabajadores/as no han entendido que, a pesar de no ceder al chantaje de la patronal, se han concedido ayudas multimillonarias a la banca, se estudian para las inmobiliarias, que para salvar los empleos del sector automovil te ha tenido que rascar el bolsillo el estado. Eso debe ser un motivo de reflexión autocrítica e, inevitablemente, argumento para reelaborar nuestra estrategia y nuestro programa político a medio plazo, como mínimo.
Y respecto a la corriente Izquierda Socialista, creo que debemos ser nosotros/as los que provoquemos este análisis autocrítico, pues la autoconplacencia en la que vive la organización va a condenarnos a un mayor ostracismo del que ya padecemos.
SALUD Y SOCIALISMO.
Revisar esa ambiguedad política e ideológica con la que jugamos ( ahora te doy, ahora te quito, ahora contigo...ahora con la banca) y construir, diseñar un nuevo proyecto con un claro discurso de izquierdas es, ahora más necesario que nunca, si lo que seguimos deseando es transformar la realidad de Europa y, por ende la de nuestros pueblos y nacionalidades. Ahora bien, si nuestra comodidad nos lleva al discurso autocomplaciente aplaudido por esos peligrosos círculos de palmeros que revolotean en torno al poder como buitres, malamente vamos.
Por otro lado, que nadie caiga en el análisis torticero de los resultados, extrapolándolos al ámbito local. No es posible, pues el voto se ha emitido en otra clave, con otro objetivo y motivación. No obstante si debería provocar una reflexión el hecho de que, cada vez que hay que arrimar el hombro ( a nivel local) porque se plantean unas elecciones supramunicipales, muchos ( de los que van a votar) se decantan por ceder su voto al PSPV-PSOE. Solo una reflexión, que no un análisis.
Termino: es necesario hacer una reflexión autocrítica en el seno del socialismo europeo y más si cabe en el socialismo español. No podemos escurrir el bulto, porque hemos planteado esta campaña en clave de plebiscito ( menos que la derecha pero también). No podemos pasar de largo sin pararnos a reflexionar sobre si será que los/as trabajadores/as no han entendido que, a pesar de no ceder al chantaje de la patronal, se han concedido ayudas multimillonarias a la banca, se estudian para las inmobiliarias, que para salvar los empleos del sector automovil te ha tenido que rascar el bolsillo el estado. Eso debe ser un motivo de reflexión autocrítica e, inevitablemente, argumento para reelaborar nuestra estrategia y nuestro programa político a medio plazo, como mínimo.
Y respecto a la corriente Izquierda Socialista, creo que debemos ser nosotros/as los que provoquemos este análisis autocrítico, pues la autoconplacencia en la que vive la organización va a condenarnos a un mayor ostracismo del que ya padecemos.
SALUD Y SOCIALISMO.
NOTA: Algunos enlaces interesantes.
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