Y éste señor, bajo a las catacumbas del Ayuntamiento a felicitar las fiestas a "su" particular lumpen. Esos trabajadores que ve por la calle pero que no existe, pues no cobran productividades. Que no cuentan, pues no aparecen en los listados mensuales de prebendas económicas que el y los suyos reparten. Y el mencionado señor, deseó que a todos aquellos trabajadores los reyes les trajesen camisetas y calzoncillos para el invierno. Pero lo que el no sabe es que la gran mayoría de los que allí estaban, desearon que a el y a los suyos les trajeran, cuantos antes una larga temporada en la oposición política, para que aprendan a respetar si desean ser respetados, para que aprendan a valorar a los demás como pretende que le valoren.
Y el Señor Alcalde bajó a las catacumbas, donde se reúnen los trabajadores y trabajadoras que, a pesar de todo siguen siendo dignos...a pesar, incluso del Alcalde y los suyos.
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