Es incomprensible, para cualquier persona con un mínimo de sensatez, la insistencia en seguir condicionando la vida de nuestro pueblo al ladrillo. Parece que es el único recurso que ven o que les interesa. Ni una propuesta, ni una alternativa. La derecha sigue enrocada en una sinrazón continua que, insisto, nos va a condenar a un futuro miserable.
Un pueblo que ha sobrepasado los 2.000 parad@s, no puede seguir soñando con ese desarrollismo trasnochado cuando la dinámica es otra: sostenibilidad, prestación de servicios, alternativas socio económicas...
Y, sin ánimo de polemizar, creo que, teniendo como tenemos una posición clara sobre el Plan General de Ordenación Urbana, podríamos plantear un verdadero plan, una verdadera propuesta económica que, desde el compromiso con la sostenibilidad y la economía alternativa, ofrezca a l@s ciudadan@s una verdadera alternativa.
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