Una escultura en el olvido

Corría el año 2005 y los paléts de ladrillos ocultaban el horizonte en El Campello y, por supuesto, llenaban las arcas municipales. El ínclito Alcalde llegado al cálido sillón consistorial a través de una vergonzante moción de censura, se encontraba tan henchido de orgullo  que pensó que El Campello debía tener un monumento. Su objetivo, en ese momento, era parecerse a su tan admirado Vicente Baeza ( que dejó para la  posteridad el monumento al pescador). Pero sus prioridades cambiaron. La  piscina municipal era un compromiso electoral, el mercado de abastos, las pistas de  monopatín para la chavalería, el casal de la juventud, el centro de día...y tanto y tantos asuntos se agolpaban en su mente y su agenda que, priorizando, optó por postponer el proyecto para fechas más propicias cuando hubiese cumplido sus obligaciones como primer Edil municipal.

Así podría comenzar una historia que, al final, es simplemente el relato de la nada. Es el currículo de un nefasto dirigente cuyo objetivo ha sido y es aposentar sus ilustres posaderas sobre los sillones del Ayuntamiento y de la Diputación, pasando por los coches oficiales ( por cierto, han visto el nuevo...). Los proyectos con los que se presentó a las elecciones del año 2007 pasaron a mejor vida y su prioridad fue gastar dinero en crear una súper estructura en la que tuviesen cabida sus amiguetes y correligionarios, eso si, a sueldo del Ayuntamiento.  Su "gestión" pasará a la historia únicamente por las polémicas y por haberse situado en un penoso ranking: el de los Alcalde mejor pagados ( por delante del Alcalde de Sevilla, por ejemplo).

Dentro de un año, más o menos, se celebrarán elecciones municipales y, o se presenta, o alguno de sus actuales correligionarios ( cortados por el mismo patrón, no lo dudemos) encabezará una lista de arrimados, vividores y similares, con un discurso repleto de demagogia, y situando al ciudadan@ de El Campello, a la altura de la estupidez ( la que ellos presuponen en sus conciudadan@s), intentando hacernos comulgar con ruedas de molino ( su programa/panfleto electoral). Llegará pues el momento de valorar proyectos políticos, compromisos e ideas. Llegará el momento para que tod@s l@s que le votaron a el y a los suy@s reflexionen y, superando visceralidades partidistas, decidan cambiar, por el bien de las generaciones futuras.

Bueno, me he desahogado un poco, pero todavía queda más. Lo de la escultura hubiera estado bien, pero me ha servido como excusa para soltar un poco de bilis.

SALUD Y SOCIALISMO.