El Presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE utiliza, en mi opinión, dos raseros o dos discursos o dos estrategias: por un lado enardece a l@s compañer@s con alegatos contra la derecha, derecha, derecha. Pero por otro, desarrolla una política timorata y poco socialista. Una política en la línea de las imposiciones del FMI, la OMC, el BCE, y el Wal Street Journal, el Financial Timen, y otro excelsos representantes del capitalismo internacional.
Se aprobó una reforma de los tributos, con la excusa de que recaudamos menos que la media europea, pero la media europea en materia de salarios no es la misma que en nuestro país. Se incrementaron los impuestos indirectos, y en junio el IVA, siendo impuestos que pagamos todos por igual. Esos impuestos lineales no benefician más que al tan temido deficit, pero no a la clase trabajadora.
Las grandes fortunas, como indica el acertado titular del diario publico (Las grandes fortunas, tranquilas con Zapatero) pueden estar tranquilas. Las grandes jubilaciones bancarias también, los privilegiados asalariados también ( los tramos más altos del IRPF tampoco van a tocarse), pero l@s trabajadores y trabajadoras mileuristas tienen que asumir reformas que siguen perjudicandoles. L@s parad@s seguirán subsistiendo con limosnas ( menos mal), mientras los grandes capitalistas, las empresas deslocalizadoras y los magnates comerciles, siguen mirando a zapatero con arrojo, y no por admiración, sino por verle como el protector de su fortuna.
Y, ¿ante eso, qué hacemos l@s militantes socialistas?. Evidentemente no toca una revuelta ni nada por el estilo, pero si una reflexión sobre nuestr@s compañer@s que ocupan puestos de responsabilidad federal, puestos institucionales o similares. Una cosa es la disciplina de partido y otra comulgar con las ruedas del molino del capitalismo. Hay que plantar cara a nivel interno en los órganos de dirección y, quien comulgue con las recetas neoliberales, pues que se busque un lugar en las filas de los partidos de la derecha, porque aquí no tienen sitio.
Mientras tanto, la derecha se frota las manos: van a quitar el gobierno que, hipoteticamente, pertenece a la clase trabajadora. Y van a desarrollar, con el apoyo de las urnas, su política. Una política basada en canonizar a la clase empresaria, demonizando, como si culpables de todos los males se tratase, a la clase trabajadora.
¿Y l@s compañer@s de Izquierda Socialista?. En mi opinión sufrimos, lo que sufrimos en el 79: un ataque de responsabilidad militante. Debemos fortalecer nuestra posicion y decir, con claridad y rotundidad, que en el Partido Socialista no todos somos iguales, ni tod@s pensamos de la misma manera. Debemos plantar cara, desde la lealtad, si, pero no desde el abandono explicito de todas nuestras señas de identidad, de todos nuestro planteamientos ideológicos.
Ahora, nos toca a nosotr@s plantarle cara, sumando y proponiendo. Ahora nos toca a los socialistas ( no solo por militar, sino por creer en el SOCIALISMO, como la única política posible que devolverá a la clase trabajadora su DIGNIDAD)
SALUD Y SOCIALISMO.
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