Obviar el proceso de elección directa de secretario general sería injusto: en el PSOE se ha producido un hito político y casi democrático, pues lo democrático, hubiera sido la elección directa de SG, así como del Comité Federal e incluso de la Ejecutiva Federal. No obstante, estoy de acuerdo en que tantos cambios hubieran sido demasiados para un partido con una estática tan importante y con una dinámica tan condicionada.
No participé en el proceso, pues no soy militante, pero en la medida ( poca) de mis posibilidades(escasas) arrimé un poco el hombro por J.A.Pérez Tápias. ¿Porqué?. Porque era el candidato de la corriente de Izquierda socialista, donde tan buenos amigos dejé y que tantos militantes y dirigentes con principios hay. Porqué en 2010 tuve la oportunidad de conocer y escuchar a J.A. Pérez Tápias y pude comprobar como un intelectual puede ser integro y comprometido con sus ideas, que eran y son las de muchos y muchas social demócratas. Además, también tuve la oportunidad de leer alguno de sus libros ( Argumentos contra la antipolítica, La izquierda que se busca y el último, Invitación al federalismo), encontrando en ellos la esencia de esa social democracia comprometida con los valores de siempre, los que han mantenido el socialismo español vivo más de ciento treinta años.
Concluyendo, J.A. Pérez Tápias no consiguió la secretaría general pero si un patrimonio político importante ( más del 15% de los votos emitidos), algo que espero que Izquierda Socialista sepa administrar con inteligencia y con eficacia, pues el socialismo y la causa de los y las trabajadores y trabajadoras lo necesita.
En el PSPV lo más destacable (una vez elegido al candidato y al tiempo secretario general) es, si acaso, comentar que el candidato, el SG del PSPV es ahora también Secretario en el Comité Federal del PSOE, una acumulación de cargos que, sinceramente, espero que le sean útiles a la ciudadanía del País Valenciano. Lo que hasta el día he visto por parte del candidato, Secretario General y ahora miembro con "cartera" del PSOE, simplemente han sido gestos.Declaraciones y gestos cuando lo coherente, a la vista de las encuestas y del poco tiempo que nos queda, hubiera sido un valiente plan de actuación para aglutinar, al menos programaticamente, a ese sector progresista que parece que desbancará (¡por fín!) al pp valenciano. Ni siquiera la irrupción de Podemos en el panorama político valenciano a inmutado lo más mínimo al "momificado" socialismo valenciano, donde, penosamente, subsisten las "familias" ( solo hay que ver la situación de la ciudad de Alicante) y diferentes grupos de interés que condicionan abierta y claramente la concreción de una alternativa democrática, plural y unitaria junto con el resto de la izquierda valenciana.
Y para terminar, nada pasa en la Agrupación de El Campello. Todo sigue tranquilo, Aquí, la irrupción de Podemos tampoco ha propiciado ninguna reacción. Se espera, con absoluta tranquilidad ( al menos lo parece) a que lleguen las elecciones y así cumplir con el trámite cuatrianual. No se vislumbra un cambio de actitud ni de discursos que propicie un acercamiento. Y quizá no se propicia ese acercamiento porque tampoco se quiere: es preferible ser pocos, pero fieles, a ser más, pero críticos ( ¿no es por eso?). A mi, personalmente, me da mucha pena y bastante rabia. Y me da, porque a pesar de lo que puedan pensar algunas mentes cargadas, además de argumentos, de interés por el estatus, el PSPV-PSOE fue mi partido y creo que todavía puede jugar un papel importante. Eso si: liberandose de carga, abriendo puertas y ventanas a la crítica, y construyendo un proyecto democratico, integrador y plural, que reconozca que la autonomía del proyecto político local del PSPV-PSOE no es tal, sino que depende, tanto de la ciudadanía como de otras organizaciones que, sumando, podrían propiciar que, por fin, se echase al pp del gobierno municipal y nuevos y renovados aires entrasen en la casa que, siendo de todos, la derecha se ha encargado de convertirla en su cortijo particular.
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