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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

martes, 26 de agosto de 2014

INSISTO: DOMINACIÓN

El objetivo del PP con sus leyes en "mayoría" está claro: dominar, imponer y someter. Pero, suponer "buenismo" en los cargos políticos de un partido que es más que digno heredero del franquismo fascista, es mucho suponer.
La democracia española, que, en sus justos términos no es más que un sistema electoralista representativo permite éste tipo de cosas: que un gobierno, con "solo" unos millones de votos ( algo más del 30% de ciudadanos con derecho a voto), imponga sus intereses en defensa de los suyos, que no son otros que los poderes económicos ( los suyos y los de los diferentes gobiernos que la "democracia" española ha tenido desde el proceso de travestismo político e institucional al que pompósamente atribuyen el nombre de transición.

La modificación de ésta u otras leyes que afectan a toda la ciudadanía, es un hecho que se ha venido produciendo a lo largo de los últimos treinta años, a pesar de las quejas que ahora salen desde Ferraz ( olvidando el papel que han jugado a lo largo de los años para que se consolidase el régimen electoral-representativo como el único posible). Y es un hecho que se ha dejado en manos de ese concepto tan futil como es el de "responsabilidad". No es posible, ni ética ni intelectualmente que un gobierno, por mucha mayoría que tenga, imponga leyes en contra, no ya del manido criterio del consenso, sino de la mayoría social de éste país.

Lo que la legislación española precisa, entre otras muchas reformas institucionales y constitucionales, es un blindaje de determinadas políticas que afectan, tanto a la vida coyuntural de la ciudadanía de hoy como a los ciudadanos y ciudadanos de mañana: salud, educación laica e igualitaria, derechos socio económicos, derechos democráticos, etc. Si ésto no se hace, la llamada democracia española adolecerá de sentido y se consolidará como una democracia cuatrianual de las urnas.

Los cambios son posibles. Nadie, en el medievo, pensaba que se pudieran superar las relaciones de vasallaje; nadie a lo largo de la dictadura pensó en que el dictador incluso pudiera morir, y con el, su ediondo régimen fascista: antes se pensaba en el fin del mundo que en la transformación. Pero los cambios se dieron, en mayor o menor grado en el último de los ejemplos, por lo que, a pesar de que los instrumentos de "reproducción ideológica" del sistema ( religión, educación, medios de comunicación...) funcionan al mismo ritmo y con los mismos objetivos, sí es posible romper con la dinámica de un sistema como en el que vivimos.

Es cierto que hace diez o doce años, cuando el mismo sistema alimentaba el monstruo del egoísmo acumulador y consumista, nadie pensaba que pudiéramos llegar donde estamos hoy, pero, el sistema era y es el mismo, con los mismos actores, inmerso en un ciclo que nuestros padres ya vivieron pero que ahora parece que vino para quedarse. No es que las gentes de buena fe y mejor corazón estén masivamente equivocadas, sino que son ( somos) victimas de un sistema, pese a que en nuestra mano , con nuestro voto, tenemos la posibilidad de propiciar un cambio del tipo del feudalismo o del fascismo franquista. Pero para que ese voto sea una realidad, además de promesas más o menos atrayentes, los titulares de ese derecho ( el voto) deben ser conscientes, no de como estamos, sino de como vamos a estar y, lo que es más importante, de como van a estar nuestros hijos e hijas, presos en una dominación que condena al desclasamiento y a la pauperización de los trabajadores y sus familias, con lo que ello conlleva ( desigualdad, injusticia, sufrimiento, supervivencia...). ¿Catastrofismo?, no; simplemente una reflexión crítica sobre qué somos.

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