Hoy, día de la Trobada d'Escoles en Valenciá, he tenido la oportunidad de charlar con compañer@s y ex-compañer@s. Tod@s, l@s que todavía siguen pagando cuotas resignadamente y l@s que han decidido dejar de pagarlas, coincidían en lo mismo: ES NECESARIO QUE PRODUZCA UN CAMBIO URGENTE en la organización de El Campello. Un@s se referían a personas, aunque no desdeñaban que este cambio se sustentase igualmente en ideas, proyectos o programas de trabajo concretos, aunque lo condicionaban a las personas. Otr@s comentaban la necesidad de que las propuestas, el trabajo político e institucional debe visualizarse con mayor claridad, pues a día de hoy, algun@s vecin@s no conocen a l@s compañer@s que ocupan cargos públicos y el trabajo que se realiza en la institución municipal se pierde en los anales de las actas plenarias sin que tenga mayor repercusión. Ante esto, personalmente sigo insistiendo en la necesidad de que la automía del Grupo Municipal debe llevar a l@s compañer@s a elaborar información para, a través de la Agrupación, ser distribuida al mayor número de vecin@s posible. En esto tod@s parece que estamos de acuerdo.
La derecha no tiene problemas pues tiene todos los resortes instituicionales y presupuestarios para publicitar hasta el menor de los gestos que generen, de ahí la perentoria necesidad de trasladar nuestro trabajo a la calle.
La inexistencia de una estructura orgánica es otro de los argumentos que me plantea algún/a ocmpañer@, y es cierto. Hasta hace bien poco el partido ha vivido en una situación de interinidad, aunque también hay que decir que esta interinidad ha venido dada, tanto por la crispación interna, como por la conveniencia de otros órganos del País Valenciano que, lejos de resolver problemas, los han enquistado voluntaria e interesadamente.
Pero, nuestro trabajo cotidiano está necesitado también de un debate, de una re-elaboración de ideas y propuestas que el/la ciudadan@ pueda asumir como alternativa. De una elaboración colectiva, de un debate en el que tod@s seamos importantes y no se desdeñe la opinión de nadie por pertenecer hipotéticamente o espiritualmente ( que no orgánicamente, pues esto no es posible, excepto si su adscripción es a Izquierda Socialista) a un sector de los que históricamente han estado enzarzados en una estúpida guerra por las miseria del poder organizativo ( claro, siempre con expectativas de que el control de ese poder orgánico, llevase a l@s miembros de ese sector a puestos de "salida" en las convocatorias electorales, e incluso a puestos de "confianza" cubriendo expectativas laborales que no políticas).
Es necesario que la reconstrucción del socialismo en El Campello se realice sobre las más amplias bases democráticas, donde la producción de ideas y proyectos se anteponga a cualquier otro tipo de debates. Y es necesario, pues de lo contrario la derecha sacará partido de nuestra debilidad y, ya se sabe: a rio revuelto... . Esto, por coherencia ideológica, por responsabilidad política, o por vergüenza torera no lo podemos permitir.
Una vez más, cuando dos o más socialistas se reunen en torno a una conversación, salen los sapos y culebras que llevamos dentro y que condicionan la vida del partido y, por consiguiente, la del supuesto proyecto que tod@s llevamos en nuestra cabeza para nuestro municipio.
SALUDOS SOCIALISTAS.
La derecha no tiene problemas pues tiene todos los resortes instituicionales y presupuestarios para publicitar hasta el menor de los gestos que generen, de ahí la perentoria necesidad de trasladar nuestro trabajo a la calle.
La inexistencia de una estructura orgánica es otro de los argumentos que me plantea algún/a ocmpañer@, y es cierto. Hasta hace bien poco el partido ha vivido en una situación de interinidad, aunque también hay que decir que esta interinidad ha venido dada, tanto por la crispación interna, como por la conveniencia de otros órganos del País Valenciano que, lejos de resolver problemas, los han enquistado voluntaria e interesadamente.
Pero, nuestro trabajo cotidiano está necesitado también de un debate, de una re-elaboración de ideas y propuestas que el/la ciudadan@ pueda asumir como alternativa. De una elaboración colectiva, de un debate en el que tod@s seamos importantes y no se desdeñe la opinión de nadie por pertenecer hipotéticamente o espiritualmente ( que no orgánicamente, pues esto no es posible, excepto si su adscripción es a Izquierda Socialista) a un sector de los que históricamente han estado enzarzados en una estúpida guerra por las miseria del poder organizativo ( claro, siempre con expectativas de que el control de ese poder orgánico, llevase a l@s miembros de ese sector a puestos de "salida" en las convocatorias electorales, e incluso a puestos de "confianza" cubriendo expectativas laborales que no políticas).
Es necesario que la reconstrucción del socialismo en El Campello se realice sobre las más amplias bases democráticas, donde la producción de ideas y proyectos se anteponga a cualquier otro tipo de debates. Y es necesario, pues de lo contrario la derecha sacará partido de nuestra debilidad y, ya se sabe: a rio revuelto... . Esto, por coherencia ideológica, por responsabilidad política, o por vergüenza torera no lo podemos permitir.
Una vez más, cuando dos o más socialistas se reunen en torno a una conversación, salen los sapos y culebras que llevamos dentro y que condicionan la vida del partido y, por consiguiente, la del supuesto proyecto que tod@s llevamos en nuestra cabeza para nuestro municipio.
SALUDOS SOCIALISTAS.
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