Una encuesta encargada por el PSOE señala que el PPCV consolidaría su mayoría absoluta
La percepción de la sociedad valenciana sobre el choriceo de los dirigentes populares es nula o prácticamente nula. Es más: si una de las preguntas que se hubiesen planteado hubiera sido " haría Ud. lo mismo que Camps y sus secuaces?, la respuesta masiva de la sociedad habria sido SI. Esto es un sintoma de que a la sociedad le aqueja una enfermedad muy grave y para la que los/as socialistas que están en las instituciones valencianas no parecen tener cura. Alarte y los suyos, tras un congreso marcado por los enfrentamientos atávicos de los/as socialistas valencinos/as, y una gestión más preocupada por la apariencia que por vetebrar un partido sobre ideas y programas, ve como el escaso margen del que suponía disponer, se disipa. Y esto, también es sintoma de una enfermedad, aunque esperemos que no crónica.
Los/as socialistas valencianos debemos tomar las calles desplegando una actividad que multiplique por mucho la actual. Debemos transmitir a la sociedad algo de sentido crítico y, por supuesto, nuestras propuestas para desarrollar una política claramente comprometida con nuestra base social: los/as trabajadores/as. De lo contrario, la sangria seguirá y, la derecha valenciana, aunque asentada en un lodazal de corrupción, amiguismo y despotismo, seguirá, a ojos de los valencianos/as siendo la única opción posible, no por buena, sino por desconocimiento del resto de posibilidades.
Debemos recuperar nuestros principios éticos en la gestión pública, renunciando a privilegios que no nos son propios. Debemos dar ejemplo allí donde gobernemos, no solo de eficiencia y racionalidad en la gestión de los recursos públicos, sin de que nuestro compromiso con las clases populares se concreta en programas y medidas concretos. Debemos abrir nuestro discurso, no a esa clase media acomodada en el lodazal, sino a esas famialias que sobreviven con o sin recursos y que esperan de nosotros no solo el aliento, sino la política que consiga devolverles la dignidad como personas y como trabajadores. Que consiga devolverles la confianza en la gestión pública en base a actitudes y comportamientos éticos ( el compañero de Elx debe dimitir y, como el, cualquiera que esté bajo sospecha).
SALUDOS SOCIALISTAS.
Los/as socialistas valencianos debemos tomar las calles desplegando una actividad que multiplique por mucho la actual. Debemos transmitir a la sociedad algo de sentido crítico y, por supuesto, nuestras propuestas para desarrollar una política claramente comprometida con nuestra base social: los/as trabajadores/as. De lo contrario, la sangria seguirá y, la derecha valenciana, aunque asentada en un lodazal de corrupción, amiguismo y despotismo, seguirá, a ojos de los valencianos/as siendo la única opción posible, no por buena, sino por desconocimiento del resto de posibilidades.
Debemos recuperar nuestros principios éticos en la gestión pública, renunciando a privilegios que no nos son propios. Debemos dar ejemplo allí donde gobernemos, no solo de eficiencia y racionalidad en la gestión de los recursos públicos, sin de que nuestro compromiso con las clases populares se concreta en programas y medidas concretos. Debemos abrir nuestro discurso, no a esa clase media acomodada en el lodazal, sino a esas famialias que sobreviven con o sin recursos y que esperan de nosotros no solo el aliento, sino la política que consiga devolverles la dignidad como personas y como trabajadores. Que consiga devolverles la confianza en la gestión pública en base a actitudes y comportamientos éticos ( el compañero de Elx debe dimitir y, como el, cualquiera que esté bajo sospecha).
SALUDOS SOCIALISTAS.
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