Una
de las cosas más recordadas, y por supuesto comentadas de la conferencia que la
derecha ha celebrado en Valladolid el pasado fin de semana será el “cállate”
del Presidente del partido de la derecha hacia el Secretario General del
partido mayoritario en la oposición.
Con
una arrogancia que las justificaciones de sus subalternos no podrán suavizar,
el Presidente del partido de la derecha que nos gobierna ( y me refiero a el
como el Presidente del partido de la derecha pues su presencia en la
conferencia no debería interpretarse como Presidente del gobierno de España,
pues en esos momentos solo representa a afiliados y cargos públicos de ese partido)
le dice al Secretario General del PsoE que, o calla, o reconoce el esfuerzo de
la gente, en un ejercicio más o menos de: o te callas o me ríes las gracias.
Considero
que no ha sido bien interpretada la frase del “o te callas” por parte de los
analistas políticos, pues, no es retórica, es arrogancia y prepotencia
utilizada como cortina de humo ante los diferentes escenarios adversos que
tienen planteados como partido y como gobierno.
Centró
el Presidente del partido de la derecha su intervención en loar la política del
gobierno que preside en el aspecto económico. La supuesta salida de la crisis
que intenta vender no cala entre la ciudadanía, aterrorizada ante el horizonte de
más EREs, más paro y menos servicios y derechos. Los únicos que defienden la
supuesta salida de la crisis con los acríticos seguidores del partido y los
medios de comunicación afines a la derecha.
El
“cállate” ha sido justificado por la Secretaria General
del partido de la derecha como una petición para que el partido mayoritario de
la oposición presentase propuestas, aunque yo me pregunto, ¿para qué?. Ninguna
de las propuestas, enmiendas o sugerencias que la oposición parlamentaria ha
planteado han tenido el menor eco en una mayoría férrea cuyo único objetivo ha
sido, es y será la de controlar el poder para involucionar definitivamente la
sociedad. El “cállate”, no ha sido un reto a la oposición parlamentaria, ha
sido un bofetón dialéctico que denota el verdadero talante de la derecha en el
gobierno: algo que todos sabíamos, pero que se confirma con cada medida
legislativa y cada manifestación pública de sus miembros.
El
“cállate” es, en mi opinión, un mensaje a la ciudadanía; a la que contesta las
políticas impuestas y que no está por bendecir el retroceso social, laboral y
de derechos como hechos incuestionables. A esa ciudadanía, el mensaje del “cállate”
se le concretará próximamente a través de una Ley que impedirá claramente la
libertad de expresión, de manifestación y limitará, en beneficio de la “seguridad”,
derechos que nadie pensaba que estuviesen en peligro. El “cállate” es un
mensaje claro, no solo al Secretario General del partido mayoritario de la
oposición; es un mensaje a la sociedad: o se es mayoría silenciosa, o se
comparte de forma acrítica y entusiasta la política que imponen.
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