Ya somos mano de obra barata
Las deslocalizaciones ya tienen un destino dentro del propio continente Europeo: España. La reforma laboral y el recorte de derechos sociales y económicos propiciará, sin duda, que los "inversores" vuelvan a ver a España como un país de beneficios, donde el modelo "asiatico" está imponiéndose de forma rápida y enérgica.
Eso si, daremos gracias por tener trabajo, aunque solo nos sirva para sobrevivir a duras penas. Nuestros hijos e hijas será carne fresca para el sistema y la palabra empresario volverá sustituirse por la de AMO.
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