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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

miércoles, 28 de mayo de 2014

A VICENT, AL QUE NO CONOZCO, Y POR CONSIGUIENTE, NO APRECIO: ¿HABLAMOS DE LAS EUROPEAS, VICENT?

EUROPEAS

(A Vicent, al que, pese a no conocer, agradezco su atención)

Existen dos métodos de análisis que mi estimado Vicent ( ver web de La Illeta en los comentarios sobre la “victoria del pp en las Europeas) debería conocer y que, a la vista de su perspicaz análisis cuantitativo, seguro que conoce. El otro método, el que Vicent descarta, se basa en un razonamiento cualitativo. Ambos son complementarios, por lo que utilizar de forma excluyente uno u otro, lo único que denota es una profunda miseria intelectual.

El análisis cuantitativo está claro: el pp ha obtenido más escaños en las elecciones Europeas que la opción que ha quedado, cuantitativamente, en segundo lugar. No obstante, cuantitativamente, el resultado se diluye y desluce cuando aplicamos, de forma somera, un análisis cualitativo: la abstención ( a la que el pp sigue denominando bajo el eufemismo de “mayoría silenciosa”), la perdida cuantitativa de votos respecto a los anteriores comicios europeos de los partidos de la alternancia ( por el hecho evidente e históricamente comprobable de que se han alternado en el gobierno del Estado), no puede quedar fuera de cualquier análisis. Igualmente, tampoco se puede obviar el objetivo de cualquier análisis que se precie de ser mínimamente objetivo: la causalidad.

La derecha gobernante ha recibido un castigo evidente a sus políticas nacionales vinculadas a las decisiones de la troika europea. Ha recibido una contestación social basada en, o la indiferencia o la huida hacia otras candidaturas a sus políticas domesticas que (y es una evidencia que las cifras no pueden disimular) han creado pobreza. Ha recibido ( y esto es una opinión) un castigo a su prepotencia y su soberbia al creer que la legitimidad dada por las urnas permiten gobernar a golpe de Ley o decreto sustentado por la mayoría ( igualmente discutible si nos atenemos a las cifras de participación de las generales del 2011: 28,31 de abstención, 650.000 votos blancos y nulos, un 44,62% de apoyo al pp, que sobre la totalidad de ciudadanos y ciudadanas con derecho a voto en el Estado español, supone “solo” el 31,57%) parlamentaria ajena al sufrimiento ( ahí están las cifras de entidades tan poco sospechosas como Cáritas sobre pobreza infantil, por ejemplo) de la mayoría de la sociedad.

La derecha ha aplicado, de forma “eficiente”, la formula de Shumpeter en la que la democracia es interpretada como el gobierno de los “que saben” ( ahí están las declaraciones de los dirigentes del gobierno sobre la “necesidad” de determinadas medidas, en contra de otras opiniones, por ejemplo), así como la idea del “bien común”, como algo retórico sin demasiado fundamento, más allá de las cifras macroeconómicas. Y esta actitud le ha valido un castigo desde el único atril que la ciudadanía puede hacerlo, y que el sistema representativo le permite: las urnas.

El otro partido de la alternancia, el PSOE, ha sufrido una continuidad en su proceso de desintegración como organización política. Todo comenzó en 1978, cuando tuvo su Bad Godesberg, y se convirtió en un catch-all party (partido atrápalo todo), rindiéndose a las élites nacientes y al poder que se avecinaba, renunciando a cualquier contenido ideológico o programático más allá del colaboracionismo con el capitalismo neoliberal. El PSOE obtuvo un éxito sin parangón en el año 1982, e incluso, y siendo justos, deberíamos atribuirle parte de la modernización de España y del avance primario de un incipiente estado del bienestar (que fue incapaz de blindar y que ahora la derecha descompone en nombre de esa “necesidad” nunca demostrada). Pero también es culpable de la creación de una élite que se apartó de sus representados en beneficio de intereses pseudo profesionales de los nuevos cuadros. La aceptación de privilegios junto a la práctica de políticas profundamente neoliberales en lo económico y tímidas en lo social, ha llevado al PSOE a ser una copia de la derecha con un cierto discurso retórico que utiliza términos en la actualidad vaciados de contenido.

La aparición en la escena electoral de otras alternativas ha zarandeado a los hasta ahora  acomodados cargos públicos ( de unos y de otros). Ha sacudido la realidad hasta el punto de conseguir, convertirse ( caso de PODEMOS) en los enemigos principales de la derecha, que saca del vademécum más rancio y reaccionario, argumentos casi ridículos al no tener otros.

Vicent, considera que, siendo preocupante la perdida de votos de los partidos de la alternancia ( a los que PODEMOS define como CASTA), la medida debe ser numérica obviando cualquier otro análisis. Yo, no desde un análisis “sesudo”, sino humilde, simplemente indicarle que, la manipulación informativa de la que acuso a la derecha local se basa en teorías que igual el desconoce sobre la dominación política a través de la utilización interesada de determinados discursos, porque, Vicent, el lenguaje no es inocuo, y si se utiliza de forma torticera, no solo eso, sino que se convierte en ridículo.


Llámame sesudo, pero no insultes mi humilde inteligencia.

lunes, 26 de mayo de 2014

ELECCIONES EUROPEAS EN EL CAMPELLO

Querer hacer una proyección local del resultado de las elecciones celebradas el pasado domingo es, simplemente, un ejercicio de estadística ficción: las variables que pudiéramos aplicar a los resultados de la consulta no serían en absoluto independientes, por lo que los resultados no tendrían nada que ver con los que pudieran darse en una consulta municipal. No obstante, y obviando cualquier análisis cuantitativo, si que me parece interesante plantear algunas reflexiones sobre algunas señales que las urnas nos dieron el pasado domingo.

En primer lugar, me parece un ejercicio de absoluta demagogia y una profunda falta de respeto que en la página municipal el partido popular se atreva a señalar que "han ganado" las elecciones. Esa valoración se realiza únicamente en clave bipartidista y desde una perspectiva de "mercado electoral, pues de lo contrario, es difícil de entender. La falta de rigor y lo interesado del "analisis" de la derecha gobernante se basa, primero, en una abstención que el avispado redactor señala como "ciudadanos que han decidido no acudir", cuando la realidad es un más que evidente alejamiento de la política por parte de los ciudadanos cansados de unos gobiernos de poca o ninguna relevancia política, situados en una pirámide administrativa que les permite mirar a la ciudadanía como algo ajeno( a la vista de, o su inacción o su aprovechamiento del sacrificio fiscal de los y las vecinos para "sacar" pecho sin más mérito que engordar las arcas municipales sin que ésto tenga ninguna relevancia para la calidad de vida de los y las campelleros y campelleras). El pirrico porcentaje obtenido por la derecha, no obstante, me resulta paradógido si tenemos en cuenta que la parálisis municipal a lo largo de estos casi tres años ha sido la tónica del gobierno muncipal ( ¿cuantas actuaciones concretas se han realizado para mejorar la vida de los y las campelleros?). Evidentemente, en determinados núcleos de población, todavía, el candidato o candidata cuenta, pero cada vez menos, por lo que los más de dos mil quinientos votos que la derecha local ha recibido me preocupan, personalmente, de forma doble, pues son votos, en mi opinión, depositados, o por tradición, o por afinidad vecinal o simplemente por ese impulso irracional que lleva a muchos y muchas vecinos corrientes a seguir votando a una derecha que, o nada hace, o hace para incidir en el dolor y el sufrimiento, algo que muchos todavía no perciben por la pulsión negativa que provoca el adversario.

En cuanto a Esquerra Unida, creo que el resultado de Podemos en la localidad tendría que provocar una seria reflexión. Personalmente considero que muchos de los apoyos que podría haber concitado la candidatura de la Izquierda Plural, así como otros que en clave local apoyan a Compromis, han ido a parar a una alternativa todavía inexistente en El Campello, pero que por las  señales dadas por la ciudadanía, tendría un respaldo significativo.

Los resultados de Compromis en las Europeas siempre han estado varios puntos por debajo de los de las locales, por lo que tampoco es significativo el resultado obtenido por Primavera de los Pueblos, coalición donde se encuadraba.

En cuanto al PSOE, la debacle ha estado en la línea de sus resultados a nivel estatal, por lo que sería difícil extrapolarlos al ámbito local. No obstante, si acaso comentar por enésima vez, la necesidad de una reflexión sobre el papel que el partido socialista quiere jugar respecto a la vida y el futuro de los ciudadanos y ciudadanas, algo que, al menos yo, no tengo muy claro a la vista del gráfico plano en clave política de la presente legislatura.

Para finalizar, simplemente repetirme en la oportunidad y la viabilidad de un dialogo abierto y democrático de la izquierda en El Campello. Un dialogo basado en la horizontalidad, sin vanguardias ni liderazgos, que diseñe un programa lo suficientemente comprometido como para sumar fuerzas y esfuerzos así como voluntades e ilusiones electorales. Desde una estrategia abierta y democrática, donde la totalidad de candidatos y candidatas fuesen elegidos a través de listas abiertas o, como mínimo, de primarias los principales puestos de la candidatura. En definitiva, un proyecto diferente y valiente como el que ha representado para la ciudadanía el aire fresco ( mediático, pero fresco en cuanto a propuestas, acción democrática y compromisos) la irrupción de una organización con profundas raíces en la ciudadanía y, principalmente, en esa parte que a partir del 15M decidió plantar cara al régimen del oligopolio bipartidista heredado de la inmodélica transición.

domingo, 25 de mayo de 2014

DENTRO DE UNAS HORAS.

En unas pocas horas, se abrirán los colegios electorales y la jornada que decidirá...¿qué decidirá?. Según la derecha, el buen camino. Pero ese argumento es difícil de mantener, pues el camino está torcido y lleno de baches para mucha gente que ve con amargura como se le escapa el presente y el futuro a sus hijos. Para la socialdemocracia, nos jugamos una Europa progresista...junto a los coaligados con Merkel o los Valls, el elegido de Hollande para "dirigir" el austericidio a la francesa. Entonces, ¿qué nos jugamos?. En mi opinión, nos jugamos plantar cara a la troika eligiendo una mayoría de representantes de izquierdas con un proyecto alternativo para Europa basado en la solidaridad y, sobre todo, en las personas y no en la prima de riesgo y los bancos. Nos jugamos mucho.
¿Qué se juega la derecha?. Pues, prácticamente nada, pues su legitimidad no se basa sólo en las urnas, sino en los indicadores del mercado, y esos, van bien. Su granero de votos sigue a un buen nivel debido, no solo a sus acólitos naturales, sino a los "desnaturalizados" que votan con una genuflexión ante el "señorito".
¿Qué se juega el PSOE?. El PSOE se juega mucho más que conformar una mayoría de progreso. Sabe, que aunque el ínclito Shulz sea presidente de la Comisión Europea, las directrices económicas no van a cambiar. Se juega el ser y no ser, aunque los discursos ya se centren, partiendo incluso del resultado menos malo, nuevamente en la bandera de las primarias como mantra benefactor. Pero el PSOE se juega mucho más.
La sangría de militantes que se ha venido produciendo deja el camino libre de obstáculos para las élites de cargos y barrigas agradecidas que viven a costa de las siglas de Pablo Iglesias, y eso, no lo soluciona un Congreso Extraordinario, si éste se centra únicamente en elegir a un líder o en su caso en compaginarlo si se da el caso de una bicefalia ( primarias). Si ese congreso, que tendría que celebrarse si o si y pase lo que pase, no se centra en abrir el partido y en limpiarlo de esos barrigas agradecidas, democratizándolo desde la base ( agrupaciones locales incluidas, prescindiendo de líderes que se permiten el lujo de perder dos elecciones consecutivas, importándoles un pimiento las venideras, únicamente con el objetivo de consolidar una mayor gloria a su persona y la de sus allegados porque, casi de forma bíblica, podría decir aquello de: venid y comed de mi mano, pues es la mano que proveerá, premiando y castigando, tanto a la loa como a la crítica...) y girando claramente hacia la izquierda en sus propuestas, algo que propiciaría, en principio, un posible acuerdo de progreso en el Estado, en las autonomías y en los Ayuntamientos.

¿Qué se juega Izquierda Unida?. Para IU es una reválida, pues todas las encuestas apuntan a un gran crecimiento de la coalición de izquierdas. Pero se juega algo más: consolidar su imagen de alternativa para sumar votos y voluntades orientadas a un cambio, tanto en la perspectiva electoral como en la social. Pero para ello, debería abandonar los restos de sectarismo "tardo bolchevique" que practica el principal partido de la coalición, y, al igual que el partido socialdemócrata, abrir la organización a todos y todas los que quieran colaborar sin los prejuicios que todavía se tienen en determinados lugares en función de quien y de dónde venga. IU es, sin lugar a dudas, la alternativa necesaria para un futuro gobierno de izquierdas en Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y en el Estado. Y la única manera de garantizar ese cambio es metiendo cincuenta diputados y diputadas en el parlamentos del Estado en 2015.

En definitiva, nos jugamos muchos todos: se juegan mucho las personas decentes, las personas que sufren una crisis de la que no son(somos) culpables pero que estamos pagando y van a pagar nuestros hijos. Por eso espero que la jornada electoral no sea un trámite más en los procesos varios que de forma sucesiva y recurrente  se van convocando, sino un verdadero punto de inflexión.

Si las fuerzas así lo indican, y la izquierda aventaja a la derecha, es momento de ir pensando en un verdadero frente amplio de izquierda, desde la pluralidad pero con el compromiso programático de sacar a este país y a sus ciudadanos del agujero en el que están y, si las urnas no lo remedian, seguirán por mucho tiempo.

viernes, 23 de mayo de 2014

EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.

En la "demonizada" asignatura que la derecha gobernante ha suprimido, cabía, como no podría ser de otra manera, una asignatura sobre la democracia. Una asignatura necesaria para informar y formar a las generaciones de jóvenes que habiendo nacido en la democracia, también lo han hecho en un entorno deteriorado que les convierte en elementos ajenos a un sistema que, no es que se haya deshumanizado, sino que nació sin vocación de humanismo alguna.

El nacimiento de la democracia en la que vivimos y ( hay que decirlo)que hasta no hace mucho ( seis u ocho años) nadie cuestionaba como un elemento adverso y perverso para los ciudadanos ( se la cuestiona en momentos de crisis severa en los que los mecanismos de inclusión fallan, simplemente por ser elementos precarios en nuestro ordenamiento y, por lo tanto, supeditados al gobierno de turno. Como decía, el nacimiento de nuestra democracia se produce en un marco de violencia latente, donde la tutela del franquismo presente y el post franquismo tutelan y guían el desarrollo de las nuevas libertades y, sobre todo la transición de unas instituciones supeditadas a las leyes del movimiento a unas supeditadas a la constitución, norma máxima donde la tutela se puede observar con claridad: las normas sociales son simplemente declaraciones de intenciones. El institucionalismo franquista, superestructura situada sobre la ciudadanía, se transforma en institucionalismo constitucional, pero se sigue manteniendo la supeditación de la ciudadanía a unas normas e instituciones que se elaboran a través de la representatividad del parlamento, otro de los órganos que, pese a ser elegidos por sufragio universas y no por voluntad del dictador, se sitúa practicamente al margen del control ciudadano, blindando estructuras y privilegios que han llegado hasta nuestros días y que, pese al paso de los años, no parece que hayamos percibido como ajenas, sólo en los momentos en los que la crisis pone de manifiesto el objetivo explicito del entramado institucional en manos de la actual mayoría de derechas ( dignos herederos del franquismo sociológico por muchas y diversas razones): defensa del sistema, incluido el entramado constitucional basado en el bipartidismo, cuando no en la más que manifiesta dictadura del partido mayoritario, otro legado de la transición ( ley electoral).

Uno de los principales objetivos y logros del sistema ha sido, con perdón, la idiotización del ciudadano, obviando su proyección como miembro de la sociedad y, por lo tanto agente de sus propios cambios. Y se ha idiotizado de forma clara, a través de lo que los autores clásicos definieron como uno de los tipos ideales de dominación (simplificación analítica): la dominación racional/legal combinada con la coercitiva, y como base del sistema electoral, la ficticia construcción de una tipo de dominación carismática en torno a líderes diseñados a través de los mecanismos de reproducción ( y por lo tanto, de manipulación objetiva) que el sistema tiene, crea o domestica: los medios de comunicación de masas.Basta con escuchar argumentos de algunos ciudadanos sobre el significado de la abstención, o sobre la proyección del voto nulo o blanco como "elemento que se apropia directamente el que gana", o que "todos son lo mismo", o que no vale la pena votar porque, "total para qué".

Evidentemente, la inexistencia de un objetivo pedagógico en los poderes emanados del tardo franquismo y la transición tutelada, marcó las primeras generaciones que vivimos, en mayor o menor grado el citado proceso. Pero a quién ha marcado claramente, ha sido a los que ya han nacido en el actual sistema. Y lo ha hecho desde la perspectiva de la sucursalidad, o lo que es lo mismo: el ciudadano es, o un mero consumidor, o un mero cliente, o un mero contribuyente supeditado al criterio de los que supuestamente elige para que le representen en cualquiera de los niveles institucionales de designación electoral ( en el caso de las Diputaciones, órganos de poder que han "revivido" de la mano de la derecha gobernante, los cargos son elegidos por las estructuras partitocráticas y no por la ciudadanía, por lo que podíamos considerarlo un órgano "ademocrático" o "aelectoral"). El verdadero y progresista significado de la democracia, en su sentido más avanzado, ha sido obviado en beneficio de la estabilidad del sistema.

Al margen de que el proceso electoral que culminará el día 25 de mayo sea concebido como ajeno por la ciudadanía; que sea utilizado a lo largo de la campaña en clave nacional, la baja participación y la escasa implicación no desligitima al sistema, pese al sentimiento de muchos y muchas sobre cómo la indiferencia electoral puede ser un factor de cambio ( sentimiento no fundamentado en hecho y que no tiene una proyección más allá de la pura comodidad del que mantiene dicho postulado), el sistema se retroalimenta de la desidia y responde, al menos en la actualidad y desde la perspectiva de quienes han sido legitimados por la ciudadanía en las urnas, con discursos retóricos que, a base de ser repetidos o incluso manipulados ( por sesgados) por los instrumentos de propaganda al servicio del propio sistema, consolidan la idea de inevitabilidad de los acontecimientos.

Una ciudadanía con un verdadero sentido "cívico", defensora de sus derechos y de sus deberes, pero también de los deberes de los queles representan,. se sentiría obligada a incidir directamente en la realidad que rechaza y bajo la que se siente dominada y, porque no decirlo, despreciada incluso. Una ciudadanía formada en valores y no solo en conceptos de consumo, una ciudadanía concienciada de sus reponsabilidades sociales y colectivas, sería fruto de un nuevo proceso de socialización diferente y diferenciado del que sufrimos y seguimos padeciendo por parte del sistema bajo el que vivimos. De ahí la importancia del contenido pedagógico de la desaparecida asignatura de educación para la ciudadanía, único instrumento que se había insertado en el sistema educativo con el objetivo de hacer reflexionar a las jóvenes generaciones sobre el porqué, y el cómo de las formas de organización social en las que vivimos. Pero, evidemente, este objetivo fue, ha sido y es una entelequia, pues iría en contra de los objetivos latentes que el sistema persigue, algo de lo que tampoco ha sido ni es consciente la sociedad, o al menos una gran mayoría que todavía vive ajena a un sistema político que, siendo legitimo, se deslegitima desde su propia actuación.

La conclusión a ésta reflexión es que, desde una posición de ciudadanía comprometida con el sistema en el que vive, si votaría. Y lo haría conscientemente y no presa de motivos puramente emocionales o simbólicos. Lo haría pensando en los derechos que les han sido robados, en el cómo recuperarlos y en cómo consolidarlos para que nadie pueda volver a quitárselos. Una ciudadanía responsable, fruto de un proceso pedagógico, formativo y reflexivo, votaría como herramienta de cambio, de protesta e incluso de revolución electoral. Pero la actual ciudadanía, presa del pánico de la supervivencia, sigue considerándose como algo ajena, buscando en los símbolos impuestos por el sistema, las válvulas de escape a una realidad que les sobrepasa ( el fútbol, por ejemplo), renunciando, por incapacidad, por incomodidad o por simple hipocresia a reflexionar, no ya sobre el presente, sino sobre el futuro de los que van a ser las víctimas de un sistema injusto, víctimas de un perverso juego que utiliza el lenguaje y los instrumentos de reproducción ideológica para imponerse, y así someter a las personas a una realidad que, bajo el argumento de la "necesidad" o de la "irremediabilidad", nos convierte en esclavos presentes y futuros. 

Evidentemente, cabe una reflexión sobre muchos de los conceptos que, de forma algo anárquica he utilizado (dominación, reproducción ideológica del sistema, objetivos latentes, etc), pero eso será en una segunda parte, o quizá sean necesarias más de dos o de tres. Lo cierto es que es un reto que todos los que, de una manera u otra reflexionamos sobre la realidad tenemos ante nosotros, para utilizar, sin ortodoxia y con mucho sentido practico, como elemento de debate plural y, desde ese debate, como pedagogía de cambio, dado el conflicto más que explicito que el mantenimiento del actual sistema plantea en el presente y en el futuro.

miércoles, 21 de mayo de 2014

LA DOMINACIÓN DESDE LA IMPOSICIÓN DE UN IMAGINARIO

No me refiero a la imposición a través de acciones concretas ( que también se dan), sino a esa que incrusta una determinada ideología como parte del imaginario colectivo no consciente. Los objetivos, por ejemplo, del mantenimiento de las estructuras partidarias opacas y bunquerizadas, son una estrategia de confrontación cuyo objetivo latente es el mantenimiento de la situación. El sistema se vale de determinados instrumentos para reproducirse, consolidándose desde una legitimidad que, más que asumida es fruto de la resignación ( igualmente impuesta).

La cuestión concreta es el absentismo electoral basado en el recurrente discurso de todos son iguales, todos quieren lo mismo, por consiguiente, que no cuenten con mi voto. Hoy mismo, he dialogado con una persona cuyos argumentos podrían encuadrarse claramente en éste contexto: que no cuenten conmigo, yo no voy a votar a unos sinvergüenzas que nos roban, etc, etc. Mi razonamiento ha partido de la premisa de que la queja "privada" poco o ninguna relevancia tienen en la realidad social. No ha entendido el argumento sobre la diferencia entre opinión emotiva ( dirigida y construida conforme a objetivos determinados: reducir la participación social en la totalidad de ámbitos) y la reflexión razonada. Cuando le he intentado argumentos sobre que el acto electoral es o debería ser la culminación de un proceso de reflexión,pues en mi opinión es el único instrumento legal que dejan en manos de la ciudadanía,por lo que el absentismo electoral es cumplir con los objetivos que nos imponen de forma inconsciente, he encontrado únicamente incongruencias, razonables, pero incongruencias en definitiva.

Mantengo que la democracia liberal y, por tanto, representativa bajo la que vivimos nos limita claramente aunque la hayamos asumido. El instrumento del voto, considerado en un conjunto de acciones de contestación al sistema, es el único instrumento con el que contamos para, de forma racional y no emotiva, cambiar la realidad que criticamos, por lo tanto, la abstención es, en mi opinión, una irresponsabilidad, fruto de la imposición de objetivos inconsciente en el marco de un individualismo exacerbado, fruto de una reproducción cultural desarrollada a través de los años por los poderes ( no solo el poder político, sino los económicos, espirituales, etc).

Es una labor difícil e ingrata, pero creo que es la única: votar masivamente para intentar evitar la legitimación constante de los que ejercen un cierto tipo de dictadura desde la dominación legal. Y en el ejercicio masivo del voto, se encuentra implícito otro: la organización de la sociedad para, no solo supervisar el nivel de cumplimiento de las propuestas votadas, sino también la defensa de la democracia como elemento cotidiano que devuelva el poder legítimo a la ciudadanía.

La sociedad, a través de los diferentes agregados sociales, grupos y organismos debe emprender un proceso de emponderamiento agencial (un proceso de organización, desde la suma de capacidades y reflexiones individuales, superando tanto los sentimientos gregarios como los competitivos para sustituirlos por una especie de empatía colectiva) dirigido a esa recuperación del poder que, de forma aceptada e incluso consensuada en determinados momentos de la historia de nuestro país o nuestro pueblo se dio. Es el momento de apoyar movimientos cuyo objetivo no es el de competir en el mercado electoral por cuotas de poder dirigidas a la construcción de diferentes sindicatos de cargos públicos, pues desde la pluralidad, estoy convencido, se podrá abrir un verdadero proceso constituyente a todos los niveles. Pero para conseguirlo, en primer lugar es necesario reconocer en el de al lado los valores suficientes y sus habilidades como un haber y no como un elemento contra el que competir, y para ello, los diferentes grupos que componen la sociedad deben establecer estrategias transversales que conviertan ese intento de recuperación del poder en un nuevo e ilusionante espacio de debate y organización colectiva.

Votar el día 25 y el próximo año en las elecciones municipales, autonómicas y generales, es el instrumento que nos permitirá transformar la realidad que criticamos y contra la que luchamos en otra cosa. ¿El qué?, eso será una decisión colectiva que se concretará, positiva o negativamente a través del dialogo social y el debate ciudadano. 

sábado, 17 de mayo de 2014

CALLAR NOS HACE COMPLICES.

Es una tradición “castiza” criticar en torno a la barra de un bar, pero no mover un dedo por cambiar lo criticado. Diría más: más que una tradición, es un rito. No hay reunión en la que no se “raje” contra el gobierno local, autonómico o nacional (evidentemente, también en éstos momentos contra el parlamento europeo), terminando las frases con un “es lo que hay” o “todos son igual”, o incluso el consabido “tenemos lo que nos merecemos. Ni es lo que hay, ni todos son iguales y, por supuesto, ni yo ni mis hijas ni los hijos de las personas decentes tienen lo que se merecen.

La dominación es un instrumento que, pese a no ser valorado de forma tangible, se utiliza por parte del poder para “legitimar” su estatus. Desde la utilización de los medios de comunicación para transmitir mensajes y, por lo tanto, crear opinión, hasta modificar las leyes, adaptándolas a determinados intereses ( que no son inocuos), y así conseguir una aceptación ( o sumisión) al mandato dado de las estructuras de poder, pese a los discursos sobre la libertad y la democracia.

No es una novedad que la brecha entre ciudadanos y representantes es cada día más grande. Es más: desde los albores de la democracia tutelada (en sus principios, por la jerarquía superviviente al franquismo y en la actualidad, por los mismos, por las mismas instituciones y por los mismos poderes fácticos encarnados en las multinacionales y poderes financieros) el ciudadano no se ha visto suficientemente representado por los electos. Bien es cierto que en los primeros pasos del incipiente régimen de libertades, valía la pena posponer algunos objetivos en beneficio de un transito más o menos ágil y pacífico hacia la democracia que, aunque liberal, al menos estaba infinitos escalones por encima del régimen de terror impuesto por el fascismo y sus aliados (no olvidemos que para el mantenimiento del régimen cuarenta años, fue necesaria la colaboración inestimable de instituciones como la banca, la iglesia, etc) . Pero la posible brecha inicial se ha tornado abismo.

El silencio, pese a ser en ocasiones atronador, no es un argumento que consiga cambiar las cosas que criticamos en el anonimato de la barra del bar o del encuentro lúdico; el silencio nos hace cómplices de una situación que, pese a los mensajes propagandísticos (más allá de la coyuntura) configura un futuro oscuro e incierto para millones de personas de todas las edades y ámbitos sociales. Principalmente, para los jóvenes, que en su mayoría (¡bendita minoría ruidosa!) aspiran únicamente a sobrevivir, más allá de cualquier proyecto de vida que pudieran tener pensado para ellos sus padres. La realidad nos dice que, o se mueve la estructura social, o la superestructura no variará un ápice su estrategia criminal que condena a la pobreza económica, social y cultural a millones de futuros ciudadanos (en ese futuro, el concepto de ciudadanía habrá sido definitivamente sustituido por el de “consumidor” o , en su caso, “contribuyente o votante”).

El único instrumento que tenemos en nuestra mano es la papeleta del voto que, a pesar de su “cuatrianualidad”, es útil para cambiar los gobiernos y, acertando, la realidad y el futuro a medio plazo. No hacer uso del voto, es callar dos veces: la primera cuando pisotean nuestros derechos, y la segunda, cuando pisotean los derechos y el futuro de nuestros hijos e hijas. De ahí la importancia de superar “la pereza” e incluso esa perversa cantinela de “total, un voto más o menos”.


No podemos seguir siendo sujetos pasivos, no podemos seguir asistiendo a la construcción de una sociedad que se nos impone a través de los más sutiles métodos pensando que las estructuras de poder nos son ajenas: no lo son, son nuestras, y debemos tomarlas a través del único instrumento que a día de hoy tenemos. Pero, después de ejercer ese único derecho, tenemos que asumir la responsabilidad del acto ( que no es baladí ni insignificante pese a la brevedad): exigir nuestros derechos, levantar la voz contra aquel o aquella que se considere ( por el mero hecho de ocupar un cargo público) por encima de la sociedad.  Ni los gobiernos son algo ajeno, ni los partidos que los sostienen lo son tampoco, pues el segundo paso es participar activamente en ellos, tomando sus estructuras para cambiar los cimientos de la democracia.

viernes, 16 de mayo de 2014

LA ENÉSIMA FALTA DE RESPETO.

Las campañas electorales, lejos de su objetivo explicativo o pedagógico sobre los programas, propuestas e intenciones de los contendientes, se han convertido en un sucedáneo de la maltratada palabra "democracia". El ejemplo de ayer, con el cara a cara entre el candidato de la derecha ( más derecha que nunca, más cavernicola que nunca...) y la del PSOE es una muestra de la enésima falta de respeto de los partidos de la "alternancia" hacia la ciudadanía. La exclusión de, al menos, las candidaturas con representación parlamentaria, demuestran la voracidad de los partidos que han hegemonizado ( y pretenden seguir haciéndolo) el panorama electoral.

Por otro lado, la ausencia de argumentos de ambos contrasta con el afán de conferir a estos encuentros el carácter de "deportivos", con vencedores y derrotados en una carrera que no se entiende, excepto en el marco de una rutinaria contienda electoral europea venida a menos por la preponderancia de los argumentos "domésticos". Me parece que es una falta de respeto limitar el debate a un "tal se come a cual". En definitiva, las urnas hablarán, y aunque en voz baja, dirán si los partidos de la alternancia van a seguir manteniendo la hegemonía de la que venían gozando, o alguno de ellos tiene que reflexionar profunda y seriamente sobre su papel en la sociedad y ante las clases sociales a las que históricamente ha representado.

GESTOS

La publicación de una nota de prensa remitida por la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento de El Campello es un gesto que, pese a informar sobre una sentencia favorable a los intereses de los y las trabajadores y trabajadoras del Grupo E, omite información que, en mi opinión, esclarecería y concretaría la cuestión.

En primer lugar, el delegado de UGT, ni reconoce ni va a reconocer que el asunto le vino grande desde el principio, pues éste asunto fue denunciado por CCOO, informando convenientemente, tanto al Delegado de UGT en el Ayuntamiento como a responsables de éste sindicato y de CCOO. La demanda, se interpone por que responsables de UGT ven en la cuestión la viabilidad que el delegado firmante no vio en su momento, por lo que lo coherente en éste caso es que la nota de prensa hubiera ido firmada tanto por UGT como por CCOO.

Otra cuestión que el delegado de UGT omite es que el proceso ha sido financiado directamente por los trabajadores del Grupo E que decidieron recurrir, incluidos afiliados de CCOO al renunciar éste sindicato a hacerlo. Y ésta cuestión es de relevancia, pues concreta, en justa medida, el gesto del delegado de UGT.

En mi opinión, este gesto ( la nota y publicación) denotan, no una ambición por informar a la ciudadanía, sino un afán de un protagonismo que debería, por justicia y por ética, haber compartido con CCOO, ya que de éste sindicato partieron las primeras protestas por la, ahora ilegal, aplicación de la rebaja salarial.

Personalmente estoy a favor de la unidad de acción sindical, pero siempre basada en acuerdos y no en el aprovechamiento del trabajo de otros para, como se suele decir, "colgarse medallas" que deberían ser compartidas con otros. Pero, como bien dijo éste mismo delegado en otra ocasión: " la vida no es justa".

martes, 13 de mayo de 2014

COHERENCIA.

Leo hoy en el Diario Información que los Concejales y Concejala de Compromis están descontentos con la actitud del gobierno de la derecha, algo que me parece obvio. No obstante, leo el motivo y, entendiendo el objetivo, no comprendo como puede ser que nueve o diez mil euros causen tanto descontento cuando, en mi opinión, de forma irresponsable, se están dilapidando cientos de miles de euros en asuntos como, por ejemplo: las piscinas y el parking "municipalizado".

No hace demasiados días, los mismos Concejales se quejaban de que se estuviese posponiendo el pago a la empresa constructora del aparcamiento, "prolongando innecesariamente" el sufrimiento de tener que abonar algo que, si no me equivoco, todavía los tribunales no han cuantificado (insisto, igual me equivoco). Igualmente, y con la aprobación de todos los grupos se decidió iniciar el proyecto de la piscinas municipales, a pesar de que, siendo una obra interesante, eran absolutamente prescindibles en un momento en el que lo verdaderamente necesario era cubrir las necesidades de las familias, e incluso carencias en otro tipo de infraestructuras como podía ser el Marcado Municipal. ¿Esta irresponsabilidad compartida no es motivo de queja y amargura?. Para la ciudadanía, y a pesar de que no lo demuestre, si lo debería ser.

Igualmente, tampoco han mostrado su queja por el hecho de que el Ayuntamiento ( osea, todos) tenga que abonar 12.000 euros a un trabajador que vio como sus derechos eran vulnerados en una bolsa de trabajo, ganándole al Ayuntamiento en los tribunales. Tampoco se ha mostrado por parte de ningún grupo de la oposición ( por supuesto, por  el gobierno es impensable) queja sobre los más de cincuenta mil euros que el Ayuntamiento ( osea, todos) tendrá que abonar a los trabajadores y trabajadoras del grupo E por una decisión tomada en el Pleno, con la participación de casi toda la oposición ( excepto EUPV).

Evidentemente, a la derecha, la política no le gusta, por  lo que cualquier propuesta que "consideren" que no se atiene a las reglas del juego que ellos marcan, no debe salir adelante. Pero en el caso que nos ocupa ( o mejor dicho; en los casos que nos ocupan y van a seguir ocupándonos), considero que no se mide con la misma coherencia la defensa de los intereses de los ciudadanos.

Desde hace tiempo vengo manteniendo que la oposición carece de un proyecto que contraponer a la derecha que gobierna y a sus socios ( que carece de proyecto, más allá de actos inconexos y coyunturales que, no solo buscan también la "pancarta", entendida ésta como el titular facilón y complaciente), por lo que creo es momento que, más allá de declaraciones, cada uno (todos; yo lo hago continuamente, porque mis equivocaciones son muchas, pero no tienen la relevancia de las de los representantes políticos municipales) realice una reflexión crítica sobre el papel que quiere jugar, más allá de los equilibrios o desequilibrios electorales, y si hay un proyecto ( que, personalmente, estoy convencido de que lo hay, pero que por el motivo que sea no se plantea abiertamente), que se exponga ante la ciudadanía para que pueda ser valorado, contrastado e incluso debatido. Yo, personalmente, lo agradecería.

La coherencia pasa por intentar mantener un equilibrio político entre lo general y lo local; en concreto, y por terminar con un ejemplo, echo de menos una crítica más clara a la actitud del gobierno de la derecha, que ha sido incapaz hasta el día de presentar unas cuentas municipales para 2014, o que es incapaz de aclarar si las ayudas a los estudiantes para transporte fuera de la localidad ( propuesta creo que de Compromís) entran en las competencias que la Ley de Sostenibilidad de las Entidades Locales prevee o no, sin tener en cuenta las necesidades que estén pasando los vecinos y vecinas de nuestro pueblo. 

jueves, 8 de mayo de 2014

POR RESPONSBILIDAD

Leo, que en la última sesión del Pleno municipal de El Campello, se discutió sobre la situación del parking de la Avenida de Els Furs. Unos, defendían que, hasta que los tribunales no se pronunciasen, no había que abonar nada a la empresa que, siendo adjudicataria, cerró el parking. Otros, defendían ( bajo el argumento de la " agonía" de la decisión) que se abonase, aunque no sé bien a qué cantidad se referían. No voy a referirme a los argumentos en pro o en contra del pago de la indemnización que la empresa exige al Ayuntamiento ( insisto, a todos y todas los campelleros y campelleras), sino en la necesidad de reflexionar sobre el particular, teniendo como perspectiva una premisa que, en mi opinión, es fundamental: lo que haya que pagar, lo pagaremos todos, no el Ayuntamiento (¿qué es el Ayuntamiento sino la representación de la ciudadanía?).

Los hechos se remontan unos años atrás cuando una empresa privada propone construir un parking y reformar la Calle San Bartolomé. Supongo ( porque la firma del convenio cuenta con un trámite burocrático) que los informes técnicos municipales sustentaron el acuerdo que habilitaba al Alcalde a firmar el convenio con la empresa ( empresa que, supongo, habría realizado los estudios de viabilidad pertinentes antes de tomar la decisión). Supongo igualmente que el Pleno debatió la idoneidad del acuerdo, valorando los pros y contras que la obra del parking y la remodelación ( orientada a la viabilidad del parking, con la consiguiente supresión de aparcamientos libres en la Calle San Bartolomé). Pues, partiendo de éste hecho, considero que, en estos momentos, en los que un juez tiene que decidir sobre la exigencia de una empresa, la ciudadanía, junto a los grupos políticos, tendrían que decidir sobre la responsabilidad que el gobierno municipal tiene en el asunto. Y cuando digo responsabilidad, me refiero incluso a la responsabilidad patrimonial.

Esta obra, al igual que la de la Piscina, podríamos enmarcarlas en la dinámica que se siguió en la época en la que el ladrillo era quien diseñaba las políticas "expansivas" de la administración. Esta obra, al igual que la del Aeropuerto de Castellón, las obras en el circuito de formula 1 de Valencia, el parque de las ciencias, la ciudad de la luz  o las autopistas de Madrid, fueron decididas por políticos ( curiosamente del mismo signo político). Ahora, si cuando se examine el acuerdo de pleno se observa que el acuerdo fue adoptado con la participación de otros grupos a parte del gobernante, la responsabilidad es compartida.

Este tipo de asuntos son los que deberían hacer reflexionar a la ciudadanía sobre la"calidad" de los representantes que se elijen, pues sus "errores", los pagamos todos y todas, algo que, aunque no afecte de forma directa e inmediata  a los bolsillos de la ciudadanía, si afecta a unos presupuestos sustentados por los impuestos que todos y todas pagamos. Esto, debería ser suficiente para exigir que, por ejemplo en el caso que nos ocupa, todos los que apoyaron el asunto, respondiesen asumiendo su responsabilidad. Evidentemente el amable lector pensará: ¿asumir su responsabilidad?, ¡nadie asume su responsabilidad!. Pues, esto, no significa más que, si no la asumen, y se les sigue apoyando en las urnas, la responsabilidad del despilfarro, de "sus" errores, los seguiremos pagando todos: los que les votan y los que no les votan.

Creo que no se puede justificar un error que va a costar dinero a la ciudadanía y que va en detrimento de otros posibles servicios que sí son imprescindibles. Considero que deberíamos exigir a los que comenten "errores" que los asuman, porque, ¿acaso si un ciudadano comete el "error" de no pagar sus impuestos, qué ocurre". Hagámonos la pregunta y tomemos conciencia de que no todo es justificable.

miércoles, 7 de mayo de 2014

¿PORQUÉ?

En función de algunos acontecimientos de los que hemos tenido conocimiento ( de otros no), me planteo varias preguntas:

¿Porqué el Ayuntamiento ( o sea, todos) debe indemnizar a un aspirante a ser contratado a través de la bolsa estival de policía local sin haber trabajado ni un minuto?, ¿porqué no se exigen responsabilidades de los 12.000 euros con los que se le debe indemnizar?

¿Porqué el Ayuntamiento (osea, todos) debe pagar a una empresa privada cuyo estudio de viabilidad fue absoluta y evidentemente erroneo en cuanto a la construcción de un parking en la Avda. Els Furs?. ¿Quién firmó el convenio?. ¿Porqué no se les exige a los que firmaron el convenio con la empresa hacer frente a sus responsabilidades al igual que a los técnicos que avalaron el proyecto?

¿Porqué el Ayuntamiento ( osea, todos) tiene ahora que abonar más de 50.000 euros a los trabajadores municipales por haber aplicado mal (así lo ha dicho un juez) la rebaja del 5% de Zapatero?. ¿Qué responsabilidad tiene los que en el Pleno municipal lo aprobaron?.

¿Porqué el Ayuntamiento tendrá que pagar las tasas del juicio ( al igual que en el primer caso, en el que la Juez también impuso costas al Ayuntamiento) sobre la rebaja del 5% a los trabajadores municipales sin que se depuren las responsabilidades entre quienes, con su firma, avalaron un acto ahora invalidado por un juez?

¿Porqué el Ayuntamiento abona su sueldo a un funcionario municipal que, habiendo solicitado la correspondiente licencia por estudios ( de ingles) y sin que tenga relación directa lo que estudia con su puesto de trabajo cuando es más que evidente que es un asunto particular?

¿Porqué el Ayuntamiento ( insisto: todos) actúa con tanta torpeza y tan poco respeto hacia la ciudadanía? ¿Se consideran mejores que los demás por ocupar un cargo público, consideran que los vecinos y vecinas están a su servicio y no al contrario?.

Este Ayuntamiento ( seguramente otros también) funciona de forma claramente irregular, pero nadie mueve un dedo para remediarlo: nuestro Ayuntamiento ( el de todos), necesita de una terapia urgente que evite la metástasis política e institucional, algo que, por lo que parece, tardará en darse, a la vista de como van las cosas.

martes, 6 de mayo de 2014

Desmontando la manipulación

VOTO UTIL

Tirando de emociones, una vez más y como único recurso, se nos pide a la ciudadanía que concretemos nuestro acto electoral votando a los que se autodenominan "la única solución". Y es fácil hacerlo ( autodenominarse) pues la memoria es frágil y corta. Pero hay que recordar que, pese a los llamamientos hechos desde la humildad por las personas de izquierdas, la dirección del PSOE ha optado, nuevamente, por la autonomía de un proyecto cuya base se sustenta únicamente en las pocas afinidades emocionales que les quedan. La élite partidaria no quiere que nada ni nadie les enmiende sus privilegios.

Recordar, simplemente, que el candidato a presidir la Comisión, Martin Shulz es socio de Merker (¿igual es lo que persiguen, no, legitimar un pacto a la alemana en España?), que Hollande en Francia ha caído rendido a los pies de la troika y que aquí son, como mucho, la voz crítica del neoliberalismo. Eso no hay que olvidarlo. Igual que tampoco hay que olvidar que el partido que utilizan como trampolín personal no les pertenece, pese a la resignación y sumisión de una militancia adocenada y humillada que ha pasado del compromiso político al ejercicio de "pagacuotas". Ese partido, que sirvió de instrumento de lucha hay que recuperarlo, pero para ello es necesario hacer tabla rasa democrática, algo que parece, si no imposible, si muy difícil.

El que los candidatos y candidatas a las primarias estén afilando los cuchillos es algo absolutamente normal en un partido que practica el cainísmo caníbal entre sus propios compañeros. Unas primarias que, por otro lado, están viciadas desde su inicio: los candidatos y candidata fueron, son y serán parte del problema. Además, limitarlo todo a una persona es seguir empobreciendo la ya depauperada democracia.

Me sublevo ante la poca ética y la falta de respeto a la que nos tienen acostumbrados los que, en nombre de las emociones que los términos y símbolos tienen, se procuran el sustento a costa del sufrimiento, incluso, de sus propios compañeros y compañeras.

PARO, DESILUSIÓN Y AUTOCOMPLACENCIA VERGONZOSA

Los datos del paro, junto con su utilización interesada, falsean una realidad que, para muchas familias, no ha variado lo más mínimo pese a los discursos que, utilizando torticeramente los números, enarbola la bandera de la recuperación sin tener la más mínima vergüenza hacia quienes están en la miseria.

Es difícil aislar la ciencia de la política, incluso no sería deseable, siempre y cuando la ciencia no fuera utilizada en beneficio de intereses espurios por parte de la actual clase política. Históricamente se han usado los datos estadísticos para maquillar la realidad en función de lo que interesaba. Exactamente es lo que está ocurriendo en la presunta salida de la crisis: los discursos apuntan a una salida pero la realidad dice todo lo contrario. Para ser exactos, sí es cierto que existe un leve y tímido movimiento, pero ese movimiento basado en el incremento de la exportación, por ejemplo, se debe a la "asiatización" de la clase trabajadora española, lo que en la verborrea de la clase política que hegemoniza ( en el sentido coercitivo) las instituciones es "competitividad" ( la pobreza siempre ha sido competitiva...).

La desilusión de muchos trabajadores y trabajadoras hace que se den de baja en las listas del las oficinas de empleo, o en su caso que se busquen la vida fuera de nuestro país, datos que maquillan los resultados, atribuyéndoselos el gobierno sin ninguna vergüenza, sino todo lo contrario.

El que hay familias que siguen subsistiendo de la caridad ( concepto muy cristiano, pero nadie tiene en cuenta que para ejercer la caridad, es necesaria la existencia de pobres) y de la solidaridad de algunas ONGs es un dato que desde el poder no se quiere ver; es un dato que desde el poder se quiere ocultar porque desluce los discursos falaces sobre los que están construyendo una "realidad falsa". Que hay casi un 60% de paro juvenil tampoco es relevante. Que los presupuestos públicos para Investigación y Desarrollo ( motor del crecimiento demostrado por otros países) ha bajado hasta el ridículo, que la educación pública vive sus días más tristes ( únicamente recordar el arrepentimiento de Finlandia por haber "tocado" la educación en la década de los 90, y haber propiciado una generación perdida), es una realidad que se aleja de los discursos y mensajes de un poder preocupado únicamente por crear una falsa imagen de recuperación y optimismo ( el optimismo y el realismo muchas veces están reñidos, primando, por responsabilidad el realismo)  que arrime el ascua a su "sarten electoral". La autocomplacencia del poder es una de las vergüenzas que tenemos que soportar la resignada ciudadanía, e ingenuamente me sigo preguntando...¿hasta cuando?

lunes, 5 de mayo de 2014

ENCUESTAS.

La estadística, aplicada a la previsión política, no es una ciencia exacta. Los datos que se obtienen de las mismas dependen de las perspectivas vitales coyunturales e incluso de la "calidad"de los últimos mensajes que los "líderes" políticos lanzan a la arena del marcado electoral. No obstante, si suelen ser una guía que, en política, puede y debe provocar reflexiones.
El dato sobre el "empate técnico" entre los dos grandes partidos del mercado electoral español es sintomático. Por un lado, destacar que ambos pierden apoyos en la ciudadanía. Unos, por su política austericida y los otros por la ausencia de un proyecto visible y una representación más o menos atractiva y, en mi opinión, sobre todo renovada. En los primeros (los que gobiernan), el discurso de la recuperación macroeconómica no está teniendo el eco social que desearían, pero es normal si nos paramos a ver que dicho discurso se construye sobre unos datos dramáticos de desempleo, desasistencia social y pobreza que afecta a millones de ciudadanos y ciudadanas. Respecto a los segundos, su primera andanada sobre la "regeneración" democrática basada en las primarias abiertas se está desinflando ( la elección interna y sin participación de las listas para las elecciones europeas ha causado una cierta desilusión que no ha podido compensar ni siquiera el discurso de "para Europa, los mejores", porque, ¿y eso, quién lo dice?). El PSOE apuesta todo su arsenal de nuevos argumentos a las primarias que celebrará para la designación de candidato o candidata a la Presidencia del Gobierno, pero sin avanzar más allá como pide la parte más consciente de la sociedad.

Por otro lado, hay encuestas que señalan datos que, siendo preocupantes, son sintomáticos del clima social en el que vivimos. Por ejemplo, el voto de los y las trabajadores y trabajadoras desempleados y, lo que más preocupación tendría que provocar ( que en mi opinión,  no es así), la percepción entre este sector de la población de que la "clase" política no va a resolver nada.

El dato de la población activa que hemos conocido a través de la última encuesta del INE, a pesar de que está siendo utilizado ( y digo "utilizado", en el sentido de herramienta, que no de argumento) por el gobierno para construir un discurso que podríamos encuadrar en un contexto electoral, a través del cual pretenden crear una opinión favorable a pesar de que la recuperación económica no afecta a la población a pesar de que entre los datos macroeconómicos si encontramos indicadores de una recuperación, pero por "arriba".

El desempleo juvenil, como dato más dramático no está siendo abordado por el gobierno de forma efectiva, así como tampoco el del paro de largo duración, convirtiendo a los sectores más desfavorecidos y, practicamente excluidos en un dato estructural en beneficio de la super estructura económica y financiera. Y todo, junto al incremento del número de familias con la totalidad de sus miembros en paro y sin percepción de subsidio alguno, presentan un panorama lejos de ese horizonte luminoso que pretenden presentarnos a través de la minipulación mediática que el gobierno está desarrollando. Junto a esto, encontramos que, desde la oposición mayoritaria tampoco se hace una lectura comprensiva de los datos estadísticos que dibujan el panorama socio económico. Y digo que no se realiza una lectura comprensiva porque los datos están siendo utilizados meramente como argumentos electorales y no como base a una propuesta alternativa que llene de argumentos la "alternancia" o la necesidad de un cambio.

Ante este panorama, la pregunta que cada día menos se hace la sociedad, o al menos algunos sectores donde la conciencia de la realidad es mayor, es qué se puede hacer, cual es la salida a este laberinto en el cual se están quedando millones de ciudadanos desesperanzados con su futuro. Se apunta a la necesidad de elaborar o diseñar un nuevo escenario productivo pero aquí también hay preguntas: ¿cual?, ¿en qué sector?. Hace unos años se hablaba de las nuevas tecnologías, se las energías renovables, de la innovación. Pero la realidad presupuestaria nos dice que, en todo caso, ese desarrollo se está dejando en manos privadas, por lo que la dependencia de éstos sectores del mercado provoca que los resultados no incidan directamente en la economía productiva. Por otro lado, la alianza del gobierno ( tendríamos que decir de los gobiernos) con las empresas del sector energético de "los sólidos", impide un desarrollo y acentúa la dependencia energética, impidiendo que se pueda desarrollar un sector en el que potencialmente nuestro país es claramente lider.

En resumen, las encuestas sirven para mucho pero no están siendo útiles para nada. El sesgo interesado y en absoluto científico que de ellas se hace me lleva a afirmar que la ausencia de estudios critico-constructivos las convierte en meros estudios de opinión cuando no en instrumentos de propaganda interesada. Y no es que todas estén manipuladas, pero la misma orientación que en origen se les da, la dependencia de los trabajos de intereses o poderes les restan utilidad practica para, en función de su independencia, servir como marcos de análisis para conocer y prever soluciones a los graves problemas que nuestra sociedad ( más que sociedad, conjunto de agregados sociales atomizados interesadamente para que los objetivos de dominación se concreten en la actual acriticidad mayoritaria).

viernes, 2 de mayo de 2014

LA CAMPAÑA QUE VIENE.

Dentro de pocos días vamos a entrar de lleno en la campaña electoral de las elecciones europeas del próximo 25 de mayo. De hecho llevamos varias semanas oyendo hablar de las elecciones sin que se hayan escuchado o leído mensajes con una argumentación ajustada al momento electoral que vivimos. Todo lo contrario: la clave nacional prima, los ataques furibundos de la derecha contra su homónimo de la alternancia ha centrado la información que sobre la convocatoria electoral se ha oído, leído o escuchado en los medios de comunicación.

¿Cuales son los argumentos de la derecha, si la derecha europea es la que ha apretado la soga en el cuello de la ciudadanía?. Y por otro lado, ¿cuales son los argumentos de la alternativa socialdemócrata, si su resignación ante el capitalismo especulativo les ha situado como meros comparsas de la derecha, incluso participando en gobiernos de "gran coalición" (caso alemán) ?.

Por otro lado, tenemos las encuestas: diversas, centradas en resaltar el papel del bipartidismo cuando no en publicitar operaciones mediáticas que interesan, no se sabe bien porqué. En esas encuestas, encontramos datos que, personalmente, me producen, si no sorpresa, si una cierta intranquilidad. El hecho que un partido "apolítico" o sin ideología, cuya máxima sea la retórica populista que, criticando al sistema, quiere formar parte de los que "se reparten el pastel" como UPYD, esté por encima de la coalición de la Izquierda, me parece sintomático y una variable causal de la situación de desesperanza que vive la sociedad.

En la coalición de Izquierda Unida tendría que provocar una reflexión sobre el porqué no llega su mensaje transformador a la sociedad, siendo bien recibido por el contrario los mensajes retóricos basados en el cambio por el cambio...para que nada cambie. No soy yo quien deba decirles porqué no llega el mensaje, pero, tendrían que mirarse en un espejo y, por ejemplo, pensar que el simbolismo de sus estandartes son, todavía un argumento que la derecha y la social derecha utilizan como elemento negativo. Y no digo que los símbolos no sean importantes, pero si que creo que no son lo más importante.

Queda mucha pedagogía por hacer en éste país, pero cualquier intento choca con la barrera mediática al servicio del bipartidismo y de las organizaciones que, aunque vacías de contenido, aparecen como simpáticas al sistema. Y la actitud de la sociedad, no hay que combatirla con acritud reivindicativa, sino com sensatez, y anteponiendo objetivos a imágenes.

Igual soy yo el único preocupado, pero si el resultado final de las elecciones confirma, no solo la "dulce derrota" de la socialdemocracia (venida, tan a menos, que ya es difícil diferenciarla de la derecha), sino el ascenso de opciones electorales que poco o nada van a aportar a la política...¿o quizá si?: si decir que derecha e izquierda ya no tiene sentido, o que se puede ser, en ocasiones de derechas y en otras de izquierdas es lo que la sociedad quiere, la enfermedad ha pasado a metástasis, y las soluciones ya no están en el marco parlamentario.