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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

miércoles, 26 de febrero de 2014

EL "NINISMO" LOCAL.

Existe un argumento que, tanto derecha como supuesta izquierda utilizan: lo que interesa es el bien del pueblo. Ese argumento va acompañado en muchas ocasiones del "aquí no hay ideología ( dicho con desprecio) sino que hay que solucionar los problemas". Ante esos "argumentos", habría que responder: ¿qué es el pueblo?,¿qué problemas tiene?,¿no hay ideología en la política local? (¿qué hace sino el gobierno de la derecha con su apuesta por la coyunturalidad del aparente único recurso económico, con su complacencia porque otros venga a "invertir" con la esperanza de que se creen empleos sin mirar de qué calidad, que es sino la inexistencia de políticas sociales ( asistenciales, cuando no casi de limosna social), ni de políticas culturales, ni de políticas, en general?).¿Eso no es ideología?. ¿Acaso no es ideología el no plantear soluciones a un problema que parece invisible pero que atenaza a la sociedad como es el desempleo, la pobreza, la precariedad familiar, la ausencia de expectativas de jóvenes y familias?.

La opinión de la calle (¿es el pueblo?) en apariencia, también abraza los no-argumentos que son utilizados por los que ocupan cargos o se encuentran cercanos a ellos: todos son igual. Pero esa opinión ( o más bien, sensación) se fundamenta en un sentir general y no en una opinión meramente local. Por consiguiente, el ninismo social se suma al ninismo político para rebajar la calidad de la democracia a niveles de mera gestión administrativa, no llegando ni a eso en muchas ocasiones.

El debate político municipal se queda en gestos (fotos, declaraciones, columnas de opinión...) sin entrar en el fondo, no se sabe muy bien porque. Una razón podría ser la cortedad de los cargos públicos, o su interés en mantener un cierto estatus "intelectual" o moral sobre los demás. Otra razón, evidentemente, es el ninismo, que hace que los esfuerzos se pierdan en debates sobre las formas y no sobre los fondos de los discursos ( no hay un solo discurso en la derecha local). Pongamos un ejemplo.

El Presupuesto Municipal, la principal herramienta política de un Ayuntamiento está marcado por un continuísmo que nadie parece acertar a romper ni superar. Se debaten cifras y partidas sin explicar a la ciudadanía porqué y para qué; pero lo más grave es que la oposición, la que podríamos considerar "alternativa" de gobierno, explica esos porqués y paraqués. Y lo que es más preocupante todavía: tampoco se presentan alternativas generales, y se centran en enmendar un documento tuyo contenido debería considerarse vital para el desarrollo de ese pueblo del que tanto hablan. ¿Es ninismo?.

Denunciar puntualmente una actuación u otra no va a conferir el papel de sujeto activo a nadie, todo lo contrario. Se confía en "la volubilidad" de las urnas para esperar que esa encuesta cuatrianual les sea, más o menos favorable. ¿No es ninismo?.

En mi opinión, el no transmitir a la ciudadanía que hay alternativas a la política que desarrolla la derecha desde hace más de quince años, desacredita a los que se presupone son los actores políticos que se postulan para sustituir a los actuales. 

Combatir el ninismo es una obligación inherente a la militancia y, si hablamos de la responsabilidad política, pasa de una obligación a una responsabilidad. 


DEBATE SOBRE EL ESTADO DE...¿NUESTRO PUEBLO?

Ya se que me aprovecho de la coyuntura mediática para hacer una supuesta e hipotética analogía en clave local, pero considero que, no solo en el Estado, sino en los niveles más cercanos a la ciudadanía debería practicarse, al menos una vez al año, esta sana, aunque incompleta rendición de cuentas.

Si se produjese ese debate, ¿de qué se hablaría?. Evidentemente del número de actuaciones en materia de mantenimiento urbano, el número de programas puntuales y actos festivo culturales, y.. ¿de qué más?.

Yo propongo un ejercicio de política ficción y que nos situemos en ese hipotético pleno de control político y, porqué no, ciudadano.

Al hablar de economía ( tema estrella y con el que la derecha quiere sacar pecho), se mencionaría, sin lugar a dudas, el "saneado" estado de las cuentas municipales, el hecho de que los proveedores cobran de forma regular y que se ha continuado con el recorte de "gastos superfluos". ¿Algo más?. Quizá las subvenciones que han sido concedidas a proyectos como el de reparación del parque central. ¿Algo más?. A mi no se me ocurre más.
En relación con la economía, seguramente se podría hablar de los datos del turismo pero, por contra, no se hablaría del escaso impacto en la economía local. Igualmente, otro tema para sacar pecho, sería la futura Universidad privada; un logro que no dejaría en el tintero el gobierno municipal, porque en el han puesto muchas esperanzas.
Pero, ¿de política social, hablarían?. ¿Y si lo hacen, qué argumentos tendrían para defender su acción al frente del gobierno municipal?. Si se hablase de política de empleo, de políticas sectoriales ( infancia, juventud o Mayores), ¿Cuales serían sus argumentos?.

En primer lugar, al hablar del "saneado" estado de las cuentas municipales, se debería hacer referencia, por un lado, a los recortes perpetrados en los salarios de los trabajadores y trabajadoras municipales ( entre el tanto por ciento rebajado por Zapatero más la paga extra, casi un millón de euros). Tendría que hablarse de la recaudación por IBI, la cual, y debido a la revisión catastral e incremento de tipos, aumenta año a año ( pese a los retoques cosméticos). Se debería hablar, por ejemplo, del "pufo" de la piscina, en la que se han invertido miles de euros y donde el fondo del cajón no se ve y, por supuesto, la finalización de tan "majestuosa" obra, tampoco. Se debería hablar de planificación presupuestaria, y al hacerlo, se debería explicar el motivo, la causa o el porqué del gasto en horas extras y productividad ( más de 800.000 euros al años), y la desorganización de recursos que la "gestión" del gobierno municipal provoca con su improvisación y su sumisión a determinados grupos de "alta graduación" dentro de la estructura municipal.

Si se hablase de empleo, las cifras del los "planes de empleo" ( que no han sido otra cosa que obras de mantenimiento al estilo de un plan E, pero en una dimensión casi ridícula) habría que analizarlas, aunque creo que no llevaría demasiado tiempo llegar a conclusiones poco ventajosas para dicho "plan". 
Si se hablase de protección social, de políticas de igualdad; de políticas sociales, poco o muy poco se podría argumentar, excepto el mantenimiento, si no fortalecimiento de la "caridad" como instrumento político local ( las becas de comedor y libros suprimidas por el gobierno hermano de la Generalitat Valenciana han sido "compensadas" con ayudas asistenciales y, tan restringidas que, aunque intenten sacar pecho, los argumentos pesan demasiado en su contra). 
La política de infancia es inexistente, la política de juventud ( entendida más allá del ocio o la formación para el ocio) es inexistente. la política de Mayores ( excepto el ocio, que casualidad) es inexistente. Pocos argumentos para un debate.
Tampoco se podría hablar mucho de los servicios ( privatizados o no), porque la desorganización de áreas y personal son una impronta que parece querer dejar el actual gobierno como signo de política.

En definitiva, pobres argumentos podría presentar el gobierno municipal.

Y, la oposición, creo humildemente que tendría que empezar a contrastar propuestas, sin esperar a que llegase el período electoral. Tendría que empezar a pedir explicaciones del porqué de los desajustes, cuando no la inexistencia de políticas más allá de la coyunturalidad  cuasi "curricular". Pero claro, esa es mi opinión, y parece que las opiniones de los que no nos dedicamos a la noble actividad de la política institucional, y tampoco a servir de justificación de incapacidades e ineptitudes no somos lo suficientemente válidos para que nuestras opiniones, aunque humildes, sean tenidas en cuenta.

domingo, 23 de febrero de 2014

LOS DATOS NOS APLASTAN.

La publicación de los datos de desempleo juvenil y de los ciudadanos y ciudadanas que no perciben ningún tipo de ayuda son aplastantes: entre 16 y 24 años, en la provincia de Alicante, un 67,4 se encuentran parados y paradas. Esto, sumado a la cifra de dos millones de personas, ciudadanos y ciudadanas que no perciben ningún tipo de percepción son datos que aplastan las microcifras de crecimiento macroenómico que el gobierno maneja y utiliza para convencer a la opinión pública de que lo peor ya ha pasado: lo peor está por venir.



Las cifras que manejan los organismos internacionales ( los mismos que imponen medidas económicas al Estado Español) indican que, más allá de 2018 la cifra de desempleados y desempleadas seguirá siendo superior al…¡25%! ( más de cinco millones de personas). La pregunta es obvia: ¿estamos saliendo de la crisis?.

El contraste permanente de las cifras macroeconómicas con la realidad plantean un escenario dramático que el gobierno afronta con propaganda y discurso. Propaganda y discurso cuyo único objetivo es mantener y consolidar el estado de ánimo resignado (a la vez que esperanzado) de la sociedad. Y junto a esto, las cifras de lo que se denomina la economía real, chocan una y otra vez con esa propaganda, pero sin que sirvan de detonante a una rebelión social. Los porqués de la no rebelión ya han sido analizados por los expertos y analistas, llegando a las conclusiones que todos y todas conocemos: la solidaridad familiar, el entramado asistencial privado, la economía sumergida, etc. Pero, ¿es posible el mantenimiento de esta situación?. La respuesta, para la gran “mayoría silenciosa” parece ser que es, que sí.

En el ámbito de la política local cabría una pregunta: ¿se puede hacer algo?. Las respuestas son de todo tipo y para todos los gustos ( o intereses).

En el caso de El Campello, nada se ha hecho desde la precipitación al vacío de uno de los principales recursos económicos coyunturales ( la construcción). Medidas propagandísticas de escasa o nula incidencia en la realidad local. Ahora, la esperanza de los que tienen la responsabilidad del gobierno municipal parece centrarse en la futura Universidad privada como posible motor de una actividad económica, por supuesto, siempre basada en los servicios.
Las opiniones de los que, como yo, creemos que el papel de un Ayuntamiento debería ser mucho más activo ( incluso de liderazgo) son, o minoritarias o simplemente testimoniales. No obstante, considero que es preciso volver a plantearlas, desde la necesidad de buscar soluciones a un problema que, de lo contrario, se convertirá en estructural y, por consiguiente, de difícil solución.

La promoción del empleo y el autoempleo es una prioridad municipal, más allá de la ejecución puntual de obras de mantenimiento o programas temporales de ocio. La realización de un estudio de la población, donde se plasme, no solo el número de parados y paradas, las franjas sociales más afectadas, los ingresos medios y los medios de subsistencia son un dato necesario. A partir de ahí, el diseño de políticas de formación y ocupación debería ocupar a los políticos que, temporalmente nos representan.

Solo un dato: si el Ayuntamiento destinase el presupuesto que en la actualidad destina al abono de horas extras y productividades, ¿Cuántos empleos directos de jornada completa e incluso a tiempo parcial podrían crearse de forma directa?. ¿Si la alternativa a la privatización de servicios fuese el impulso de la formación y el autoempleo, con compromiso de contratación, cuántos empleos podrían crearse?. ¿Si el voluntaridado se transformase en empleo social, cuántos empleos podrían crearse?, ¿si se invirtiese en servicios sociales a la comunidad, cuantos empleos podrían crearse?

Es una obviedad pero, si los y las trabajadores ingresan un salario, la lógica de la economía nos dice que ese salario circularía, beneficiando al débil tejido comercial local: el consumo como elemento para el impulso de la economía es un clásico que parece que no desea valorarse. Por el contrario se sigue “confiando” en el sector turístico como única vía para la creación de empleo aunque éste sea temporal y de muy baja calidad.

Creo que es necesaria una reflexión política sobre el qué y el para qué de nuestra representación política. Además de gestionar los recursos públicos hay que preguntarse no solo la eficiencia, sino la rentabilidad social de esa gestión ( que, en definitiva son decisiones políticas cargadas de ideología, por lo que ese debate ideológico tiene un papel fundamental en cuanto a objetivos y medios).

sábado, 22 de febrero de 2014

¿LAS PRIMARIAS SE "DESINFLAN"?

Y si es así, ¿significa que las expectativas sobre las "primarias" se habían inflado?. En mi opinión sí, las presuntas primarias se habían inflado, porque, siendo el único argumento con el que se presenta el PsoE ante la sociedad ( bajo el pretexto más que argumento, de profundización de la democracia).
Si una Comunidad como la Valenciana, castigada hasta la extenuación por la derecha, que ha saqueado las arcas públicas( para beneficio propio y ajeno) no tiene interés por el "cambio", o por "profundizar en la democracia", deberá ser motivo de un análisis algo más serio y profundo que el que refleja la reflexión que han recogido los medios de información proveniente de los órganos de dirección, tanto del PsoE como del Pspv.
Si las "primarias" al estilo USA se están "desinflando" considero que es simplemente porque, ni son primarias, ni profundizan en la democracia. Me explico.
No son primarias, pues a quien se elije no es al candidato a la presidencia, sino a un miembro ( al número 1, si) de la lista. Para que fueran primarias realmente y no un mero sucedáneo, tendrían que haberse producido cambios en el sistema electoral y en el representativo. En el representativo, eligiendo directamente al Presidente o Presidenta, y en el electoral, dando la posibilidad de votar en listas abiertas ( que tampoco son la panacea). El voto en listas abiertas podría haber propiciado la "ruptura" con la dinámica clientelista que prevalece en los partidos respecto a los órganos de poder y liderazgo, por ejemplo.
La ciudadanía, cansada de discursos vacíos y promesas electorales lo que pide es una profunda reforma de los partidos en si mismo. Una reforma que garantice la democracia interna y no clientelar, que posibilite que el debate político sustituya al de intereses, que garantice que los privilegios de los que gozan los partidos no son a costa del bolsillo del contribuyente.
Y centrándome en el caso más cercano, simplemente decir que el desinterés de las agrupaciones por las "primarias" ha sido importante. En el caso de El Campello ( que yo sepa) no ha habido información o publicidad, igual porque tampoco convenía a ese "clientelismo cupular" que domina la actividad política en los pueblos y que somete a las organizaciones a la supervivencia, a pesar de que esta sea en la contradicción y en la miseria política.

NINISMO POLÍTICO Y NINISMO SOCIAL

Un Ayuntamiento no es un ente aséptico, dedicado a la mera gestión de servicios. Si esto fuese así, serían prescindibles, tanto partidos como procesos electorales. La democracia política creo que es otra cosa.
Huyendo de cualquier intención academicista, es necesario adentrarse en un mal que la sociedad padece ( y no es un mal surgido de una impronta autónoma a la sociedad): el ninismo. Este mal tiene, en mi opinión, dos acepciones: el ninismo político y el ninismo ( o reduccionismo o simplismo…) social.
El ninismo, aplicado a la política, es un termino cuyo principal argumento es: ni de izquierdas, ni de derechas. La simplificación de éstos términos, negados y rechazados incluso por destacados miembros de la izquierda como algo a “superar” o superados e incluso anticuados, conlleva la desideologización de la política. Esta ausencia de ideología es uno de los logros del sistema capitalista ( eufemísticamente denominado de “economía de mercado”). Tras la caída de los regímenes que se autodenominaron del “socialismo real”, la victoria del capitalismo y del modelo de democracia liberal se irguió como vencedor ( F.Fukuyama, El fin de la historia, y el último hombre), considerando cualquier opinión fuera del contexto capitalista y de democracia liberal ( electoral) como una utopía (refiriéndose a cualquier idea política, según el, derrotada tras la caída del muro de Berlín).
Y el sistema, cuyo objetivo es el sometimiento de la población (sometimiento económico, social e ideológico), impuso la “creencia” de que lo que importaba, no era la ubicación ideológica, sino el pragmatismo de la supervivencia. Y la sociedad, “embrutecida” social, cultural y económicamente, asumió ese ninismo político como un argumento; como una tabla de salvación a la que se subieron los partidos políticos y otros movimientos sociales, extendiéndose como un “plus” de independencia y criterio autónomo abominar de las ideologías.
Evidentemente la dinámica de los partidos políticos (representantes de las ideologías, en principio) ha favorecido la actitud acrítica a través de un mensaje vacío, electoralista y falsamente pragmático (“lo que la sociedad necesita, lo que el pueblo necesita, lo que la gente pide…”)cuyo objetivo es, simplemente, seguir en el bucle, para que nada o casi nada cambie,.
Me voy a permitir citar a uno de los más “destacados” “ninistas” de nuestra historia más reciente: F.Franco, dictador, fascista y genocida, que dijo: “haced como yo, no os metais en política”. Y lo cito, simplemente con el objetivo de advertir de los peligros que el ninismo supone desde la interesada confusión entre ideologías y partidos políticos.
En cuanto al ninismo social, es una actitud que parte del ninismo político y que considera que las instituciones ya no forman parte del Poder Político, y que las elecciones son un trámite para la elección de “gestores” y no de representantes políticos (encuadrados en partidos con un programa político y una ideología).
Este reduccionismo es igualmente fruto de los “objetivos” del sistema en cuanto a imponer la percepción de que lo importante no es la ideología, sino la practica empresarial ( obviando que las decisiones que se toman son políticas, y por lo tanto, ejercicio de poder, en cuanto que, en función de las mayoría y minorías, se imponen a otros utilizando la coerción que el sistema pone a su disposición: leyes, tribunales, etc).
La posición ninista, ya sea política o social, responde a una ideología y no a un proceso racional. Es fruto de la desafección de una sociedad que considera que la “clase” política no representa verdaderamente sus intereses y que forman parte de “otra” estructura que les es ajena e incluso perjudicial.
Y esta desafección se combate con POLÍTICA y con IDEOLOGIA. Política e ideología en cuanto a la organización misma de los partidos, coaliciones y sindicatos, propiciando un debate encaminado a convertir a los partidos en entes democráticos ( horizontalidad frente a estructura piramidal) transformando las reglas de la democracia electoral en reglas abiertas, participativas, donde la participación sea algo más que el voto.

Si esa transformación no se da, y desde los mismos partidos (con las mismas estructuras y con los mismos intereses) no se propicia, corremos el peligro de una deriva populista y autoritaria, con lo que el conflicto se enconará hasta puntos irreversibles que pueden llevarnos a situaciones de “fascismo” de facto aunque se le siga llamando democracia.

miércoles, 19 de febrero de 2014

LA CONEXIÓN ENTRE POBREZA Y MISERIA.

Excepto a la clase política, a nadie se le escapa la conexión entre la pobreza creciente y la miseria futura a la que se condena a las próximas generaciones.
Los recortes ( mi argumento es que no se debería hablar de recortes y si de ajustes estratégicos, pues el sistema en el que vivimos se realimenta de sus crisis, ajustando, en el marco de una estrategia global, las condiciones de vida de una mayoría al mantenimiento e incremento de los beneficios de una minoría) a los que asistimos con mayor o menor nivel de implicación ( en lo que se refiere a rechazo y lucha social contra los mismos de una parte, todavía pequeña de la sociedad, y a la aceptación acrítica y cuasi dócil por parte de una gran mayoría ) forman parte de un plan que no es novedoso. Históricamente, el sometimiento de la sociedad por parte de las élites se ha sustentado en dos pilares fundamentalmente: por un lado, la ignorancia cuyo elemento más sintomático ha sido el miedo y el sometimiento a las "leyes divinas", y por otro la ignorancia sustentada en la miseria socio económica, cuyo resultado es igualmente, y a través del miedo, un sometimiento, pero en ésta ocasión a las leyes políticas ( M.Weber: monopolio de la violencia legítima).
Lo que el actual gobierno está desarrollando, con la demostrada falsa excusa de la crisis, es un plan para someter a la sociedad presente y futura a un proceso de degradación moral y económico que permita, con el argumento del empleo ( precario y miserable) el mantenimiento de las estructuras de poder económico.
Evidentemente la visualización por parte de una sociedad embrutecida y obligada a la supervivencia, sobre los peligros reales de la situación es, cuando no dificultosa, inexistente.
Por ejemplo: La Consellería de Educación de la G.Valenciana cierra 53 aulas de niños y niñas de 3 años. Esto, al margen de dejar sin empleo a un determinado número de profesores y profesoras ( precariedad camino de la pobreza), obliga a las madres y padres a hacer un esfuerzo imposible, resuelto con la asignación a uno de los progenitores ( mayoritariamente la mujer) del cuidado de los niños con el consiguiente deterioro de la economía familiar ( imposibilidad de que la madre pueda estar integrada en el ámbito laboral), lo que nos devuelve al objetivo: pobreza.
Otro ejemplo: el 23% del fracaso escolar en un centro de una localidad de la Comarca se asocia directamente a situaciones de precariedad socio económica de las familias. 
Es necesario tomar conciencia de que todas las medidas que el gobierno está adoptando son parte de una estrategia que parece que se acepta, por parte de esa "mayoría silenciosa" desde la resignación y que no solo es que vayan a afectar a las generaciones futuras ( verdadera carne de cañón), sino que ya están afectando. Tomemos pues conciencia y actuemos en consecuencia, aunque sólo sea en función de ese primario instinto de supervivencia y protección: unamos voluntades y empujemos unidos para que, como decía aquella canción de la transición ( si empujamos todos, ella caerá...) hagamos caer unas estructuras que no representan más que a los que las integran, pero no a nosotr@s.

martes, 18 de febrero de 2014

UNA OPINIÓN SOBRE EL DERECHO A DECIDIR.

La opinión pública, o al menos una parte, parece compartir un rechazo y un más que manifiesto menosprecio hacia las posiciones del Nacionalismo Catalán. Es un desprecio que no es nuevo para el pueblo catalán, o para el pueblo vasco o para cualquiera que no forme parte de ese negado nacionalismo español.

Oyendo una tertulia radiofónica emitida ya hace algún tiempo, he podido comprobar que el sentido común es un valor que se debe recuperar. Los profesores Ramón Cotarelo y José A. Olmeda intercambiaban opiniones para llegar a una conclusión: el enconamiento entre el nacionalismo catalán (reconocido) y el nacionalismo español ( negado), que tiene una solución pero que, desgraciadamente, pasa por el sentido común.

Vivimos en una democracia, y supuestamente, el sistema está para canalizar los conflictos y, desde la discusión y en acuerdo, darles una solución. Esto, parece que tanto los que nos gobiernan como los que nos gobernaron no lo tienen claro. Viven enfrascados en el modelo de los partidos adversarios y parece que el consenso, o se usa para lograr rédito electoral o para nada.

Por otro lado, es necesario abordar-como bien plantea el profesor Cotarelo- el problema, inicialmente desde una perspectiva hitórico teórica, reconociendo ( y en eso estoy de acuerdo) en que el problema territorial es algo que arrastramos, sin encontrar solución, desde el siglo XIX. Desde que hay Estados (territorio, población y gobierno) el nacionalismo ha existido y – estando nuevamente con Cotarelo- siendo una ideología muy importante en la actualidad.

Cuando se habla, desde la perspectiva catalana, se hace utilizando dos ejemplos muy recurridos: Escocia y Canada. Sobre éstos casos, simplemente decir que, por un lado, los Escoceses ( que se dice que sí tuvieron reino propio, alegando que Cataluña no, a pesar de que, formando parte del Reino de Aragón si tuvo entidad propia) llegaron a un acuerdo con el gobierno de Inglaterra. En el caso Canadiense, ya se celebraron consultas, en función de una resolución del Tribunal Constitucional que, a diferencia del Español ( que jugó un importante papel en la defensa del nacionalismo español en su fallo sobre el Estatut), si considero que, pese a no tener encaje en la Constitución, lo más razonable era buscar una solución, algo que el Estado Español ha negado y niega, enconando más si cabe el conflicto y, en contra del sentido común, cerrando puertas y rompiendo vías de dialogo ( la última a iniciativa de los ultra nacionalistas españoles de UPyD).
El tema de los derechos colectivos ( y el derecho de autodeterminación lo es) tiene difícil solución. No es suficiente solución el discurso vacío de los nuevos federalistas que, mirándose en el espejo se han dado cuenta que lo eran, pero sin saber concretar muy bien para qué ni porqué  (el Estado Español es de hecho un estado federal pese a las necesidades de revisión y concreción, tanto de los derechos de autogobierno como de la igualdad de derechos en la totalidad de territorios del Estado para la totalidad de los habitantes del mismo).

Considero que, pese al acuerdo de los dos partidos de la alternancia y al que pretende ser bisagra, todavía hay vías de acuerdo, pero inevitablemente pasan por el dialogo y, a las alturas que estamos, la búsqueda de una vía jurídica ( que las hay) para que el deseo del pueblo ( menos nacionalista que sus dirigentes, es cierto) de expresarse democráticamente pueda ser respetado. Y otra cuestión que se debe abordar de forma urgente es el Nacionalismo español más radical, incitado por determinados medios de comunicación y partidos, que lo que realmente están provocando es que, una reivindicación legítima, que podría tener un encaje en una reforma de la constitución ( cerrando muchas heridas emocionales por ambas partes) desde el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado ( entendiendo el nacionalismo español, como acuerdo ambos profesores en la tertulia, que catalalunya tiene un encaje desde el respeto en el Estado y el Estado, seguro que también en Catalalunya), se convierta en un conflicto de difícil solución.


Apelemos todos y todas al sentido común y busquemos vías ( algunos académicos de prestigio ya lo han hecho pero claro, no tienen resonancia ni influencia en el entorno político, absolutamente aislado de la realidad social de éste país) para una solución, que a pesar de la cerrazón de los políticos, las hay.

EL MODELO EDUCATIVO DE LA SRA CATALÁ (muy ilustre Consellera d’Educació del Gobern Valenciá)

La guerra “lingüística” sigue abierta. Y sigue abierta porque el carácter chovinista de los dirigentes de la derecha valenciana así lo exige para ver si obtiene rédito electoral entre los más recalcitrantes provincianos. El debate sobre si Catalán o Valenciano hace mucho tiempo que académica está cerrado, y el único objetivo de la ínclita Consellera es, aprovechando el supuesto rechazo al “catalanismo”, pescar en río revuelto.
Puestos a convocar consultas y referéndums en los centros, también podía preguntar si están de acuerdo con los recortes que el gobierno valenciano a hecho en la educación pública. Si están de acuerdo con el recorte en becas de comedor y libros. Si están de acuerdo con los recortes en personal.
Cada día me dan más vergüenza los dirigentes de la derecha valenciana, que hablan de educación sin tenerla, ni haberla conocido.

La ciudadanía que caiga en la “trampa” de la consulta, debería reflexionar antes sobre si la educación que reciben sus hijos es la adecuada para formar ciudadanos responsables y autónomos, ciudadanos no manipulables y críticos. Si la respuesta les da igual, pues que participen en el paripé de la Consellera, pero si tienen todavía algo de sentido común, lo que harán es enviarla de donde nunca debió salir: a la caverna.

lunes, 17 de febrero de 2014

DE FIESTA ANTES QUE DE MANIFESTACIÓN

Así es. Algunos y algunas de nuestros convecinos, con los que nos cruzamos todos los días, con los que intercambiamos educados saludos, son de los que piensan que las cosas se arreglaran solas, por eso prefieren estar de fiesta que asistir a una manifestación.  Pasar día tras día frente a la obra de la piscina, frente al edificio consistorial de donde nada sale para bien de la comunidad, seguir llevando a sus hijos o hijas a un colegio, rascándose cada años más el ya mugriento bolsillo para pagar libros y comedor ( claro, ni se está en la miseria más extrema, ni se es familia numerosa, casi únicos casos que contempla la derecha gobernante como “necesitados de limosna”), viendo como las plazas se llenan de grupos de jóvenes sin más ambición que ir viendo pasar los días. Y todo eso, mientras los políticos que dicen representarnos se van de viaje, o en su caso, de recorrido turístico a abrir una plaza que hace más de seis años que debería estar abierta.
Leo que una ex Concejala del Ayuntamiento de Camas ( Sevilla) se queja amargamente de que sus vecinos prefieren ver la tele a movilizarse por sus derechos. Pero, querida amiga, eso es algo que día tras día vemos en todos los rincones de nuestros pueblos: gentes sometidas, doblegadas económica, social y culturalmente a soportar una vida en la que el ocio sin más es la única salida para encontrar un mínimo sentido a la vida.
Estoy con J.Anguita en que, lo que se tenga que conseguir, solo lo conseguiremos uniendo esfuerzos y voluntades. Lo contrario: seguir igual, que es como ir a peor aunque la percepción no sea esta. Creo que es necesario que la gente levante la voz en la calle además de en los bares. Creo que es urgente que la gente piense en el futuro de esos grupos de jóvenes por cuyo futuro hemos dejado de luchar, dejándoles abandonados a su suerte. Creo que el “parecer ser” debe dejar paso al “ser”. Creo que es necesario leer, informarse, educarse y educar para poder empezar a ser verdaderamente libres.

Mantengo que uno de los grandes logros del sistema en el que vivimos es la capacidad para “persuadir” y “convencer” a las masas para que acepten su vida sin cuestionarse ( protestar, si, pero cuestionar, no) si podría ser de otra manera o si hay alternativas a su realidad y su futuro. Y ese “merito” del sistema ha consistido en cosas tan espeluznantes como que el libro de una famosilla, cuyo mérito ha sido liarse con un torero, venda más libros que nadie. El “merito” es que las audiencias de los programas, sin contenido pero donde las vergüenzas se airean, sigan creciendo. El “merito” del sistema es que, cada día salgamos a la calle mirando únicamente los pasos que damos sin levantar la vista más allá, y eso, además de sublevarme, me entristece profundamente.

UNA OPINIÓN SOBRE LAS PRIMARIAS.

La moda ( entendida, no como una innovación que marca tendencia en la vida social, sino desde el punto de vista de la estadística descriptiva) de las primarias está saturando el "mercado" electoral previo a las elecciones Europeas y Autonómicas ( por ese orden). Los partidos políticos se han lanzado a la búsqueda del recurso que les sitúe más cerca de los electores. Dos opiniones al respecto: o por verdadera creencia en que las primarias suponen profundizar en la democracia, o simplemente por una mera cuestión de oportunidad electoral. Sea cual sea el objetivo, el hecho es que asistimos a la "venta" de las primarias como un elemento que cambiará la vida política. Pudiera ser.

El principal partido que está insistiendo en ese nuevo paradigma de la democracia es el PsoE. Las primarias para elegir al "candidato a la Presidencia de la Generalitat" está, en nuestra tierra, centrando el debate político y los esfuerzos de la abnegada militancia. ¿Porqué entrecomillo lo de "candidato". Veamos. Realmente no se elige al candidato; se elige a UN candidato que encabezará presumiblemente la lista en la circunscripción electoral de Valencian. ¿Porqué solo se elije a UN candidato?. Muy sencillo: las listas son cerradas y bloqueadas, y en dándose una determinada situación, no tiene porqué ser candidato a la presidencia de la Generalitat el votado en primarias ( si así lo decidiese el grupo parlamentario), sino cualquier diputado o diputada. Por otro lado, ¿quién elige el resto de la candidatura?. Según lo establecido en la constitución, los partidos políticos, y ¿dentro de los partidos políticos, quién?. Normalmente, los militantes, y habitualmente, una parte los militantes y otra los órganos de dirección que son los que finalmente toman la decisión ( precedidos de los debates y vistos buenos de los diferentes comités territoriales). Entonces, ¿elegir a la persona que encabezará la lista garantiza que ésta vaya a ser la candidata o el candidato a la presidencia posteriormente?. Si y no. Si porque la tradición orgánica nos indica que los candidatos a ocupar el cargo de Presidente o Alcalde son los que encabezan las listas. No porque podría caer, fruto de las innumerables guerras fratricidas de intereses, y ser otra persona la propuesta.
Y, en relación a la elección del resto de la lista, simplemente decir que, con la elección de UNA persona, nadie garantiza que se superen las situaciones de clientelismo orgánico y lealtad personal que se suelen dar en los partidos políticos.

Por otro lado, otro partido que pone en marcha primarias es COMPROMIS. En este caso para los comicios europeos y, ellos si, eligiendo tanto la cabecera de cartel como el resto de la candidatura. En éste caso podríamos afirmar que si se incide directamente en una mejora de la calidad de la democracia. No obstante, simplemente señalar que el hecho de que se puedan elegir abiertamente candidaturas completas pudiera ser un motivante de campañas "familiares y personales" para llevar adeptos a las urnas, algo que desmejoraría el objetivo que se propuso en origen. No obstante, decir que, al menos la voluntad es más abierta que en el caso de la elección de UN candidato que se propone por parte del PSPV.

Pero, ¿y los y las militantes, dónde y cómo quedan?. Y cuando hablo de militantes me quiero referir a los que han asumido no solo el abono de las cuotas, sino la corresponsabilidad política para con unas siglas y con un ideario determinado. Los y las que han trabajado campaña tras campaña en pos de un objetivo político. ¿Ahora cualquiera que, por simple esnovísmo, o por seguidismo con alguno o alguna de los candidatos o candidatas, o incluso desde una posición "quintacolumnista", pretendiera boicotear un proceso fruto de la buena voluntad, podría hacerlo?. 

En otro extremo está IU, que parece que apuesta por un debate diferente al de las primarias. Realmente no se sabe bien cual es. Si el acuerdo, el consenso tras un debate plural, si la voluntad de integración. Personalmente creo que en la confección de las listas se hará como siempre se ha hecho en IU: con la participación de los y las militantes en asambleas ( más o menos abiertas), desarrollando la democracia interna.
Esta apuesta está, prácticamente, colocando a IU fuera de la moda ( ahora si en su connotación de tendencia), algo que espero que la militancia de la coalición sepa contrarestar con trabajo militante y debate social.

Y por último, tendríamos que hablar del otro partido, el que gobierna el Estado y el País Valenciano: La Derecha, o también llamado partido popular. Aquí no hay equívocos: los candidatos y candidatas se seleccionan de entre los y las afiliados y afiladas más fieles a quien manda, y a callar, pues que manda, manda. Este partido sí que da ejemplo de sus convicciones y de la alta consideración en la que tiene a la democracia, empezando por su funcionamiento interno.

sábado, 15 de febrero de 2014

DEMOCRACIA Y DICTADURA, UNA MERA CUESTIÓN ETIMOLÓGICA EN LA SOCIEDAD EN LA QUE VIVIMOS.

Hablar de dictadura, sólo a treinta años vista de la devastadora ignominia impuesta a fuego y muerte por el fascismo español ( existen algunas teorías sobre si podríamos denominarla dictadura fascista o régimen autoritario, pero no es cuestión de entrar en disquisiciones terminológicas), parece hasta insultante, máxime si la intención del que suscribe es presentar algunas analogías con los tiempos que estamos viviendo. No obstante, y con una ambición meramente “opinativa”, voy a meterme en harina.

La dictadura franquista, o fascista o régimen autoritario (llámese como se prefiera) fue algo que nadie dudaría en condenar, a pesar del desconocimiento que las generaciones jóvenes de nuestro país tienen sobre esa nefasta página de nuestra historia. Pero lo que más poderosamente me llama la atención es el grado de aceptación con el que la sociedad permite que, todavía hoy, se mantengan determinados símbolos del genocidio fascista (basta con recordar algunas de las instrucciones reservadas de Mola para no vacilar en la calificación de genocidio). Y no me refiero solo a estatuas o similar: me refiero a ensalzamiento del genocidio por parte de cargos públicos de la derecha y, sobre todo, a los métodos que la misma derecha utiliza en el ejercicio del poder, persiguiendo el mismo fin que perseguía Mola, pero desde la legitimación política que dan las urnas ( más adelante entraremos en el asunto).
En ningún lugar de Europa podría darse el nivel de permisividad e incluso de privilegio del que todavía goza en determinados círculos el régimen fascista.

Por otro lado, la dictadura estalinista que, bajo la retórica comunista y la simbología revolucionaria, asesinó a millones de comunistas en campos de concentración (Gulags) y sometió a la población a un régimen autoritario.

Si hablamos de dictadura, ambas imágenes pueden venirnos a la memoria de una forma recurrente. Pero no es a este tipo de dictadura al que me quiero referir. Quisiera hablar del concepto de dictadura, pero no desde el ejercicio tosco del terror, sino de la imposición a través del miedo, pero con la legitimación de los instrumentos denominados del “estado de derecho”.

El capitalismo, a pesar de que se ha servido de la democracia liberal para legitimar e imponer su política de explotación en casi todo el planeta, ejerció de mano invisible en la imposición de una dictadura, pero ésta solo económica (¡solo!), permitiendo el desarrollo de determinadas libertades que, no siendo peligrosas para su subsistencia, justificaban el sistema como el “menos imperfecto”, simplificando la democracia a la mera representatividad. Bien es cierto que las sociedades tienen, en el sistema de democracia liberal en el que vivimos, la posibilidad de cambiar de gobierno pero, ¿de forma autónoma a la influencia “no visible” de las fuerzas coercitivas?. En mi opinión, no. Y opino que no, porque el capitalismo ( o economía de libre mercado en términos más actuales) se sirvió y se sirve de determinados instrumentos para someter la voluntad de la población y, por ende, someter o condicionar su intención de voto. Me explico: ¿la política económica de los partidos mayoritarios difiere en algo en nuestro país?, ¿dicha política económica, no tiene el respaldo de los medios que centran sus análisis en los resultados de la bolsa, en los datos macroeconómicos, etc?, ¿no se ha extendido el lenguaje neoliberal sustituyendo términos como el de ciudadano por el de consumidor y similares?, ¿no se hacen eco los medios de comunicación de masas de las noticias económicas planteando opinión sobre la misma?. Evidentemente todos estos argumentos pueden ser rebatidos: seguimos teniendo libertad ( opinión, expresión…). Y es cierto.

Centrándonos en los métodos que el actual gobierno ( del que muchos de sus militantes todavía se jactan de admirar al dictador y añorar el régimen sin que la repercusión vaya más allá de un par de titulares) emplea, podríamos deducir que, el argumento que sustentó al régimen fascista durante cuatro años, es empleado por el actual gobierno sin que la población tenga conciencia de ello ( sí se tiene conciencia, pero no como una restricción general de derechos con objetivos concretos, sino como meras medidas transitorias motivadas por la crisis): el miedo. Miedo a perder el trabajo, miedo a las sanciones administrativas cuando la Ley de Seguridad Ciudadana entre en vigor, etc. Pero esos miedos son achacados a la situación y no a un plan preestablecido por los que, en mi opinión, representan a la extrema derecha española ( con todas las connotaciones).
Todavía no se ha tomado conciencia del objetivo, aunque quizá pueda valorarse si reflexionamos sobre: Educación ( objetivo: sumir en la ignorancia social a los y las jóvenes, suprimiendo cualquier capacidad de crítica, construyendo sumisos consumidores frente a ciudadanos y ciudadanas responsables).Sanidad (objetivo: transformar el sistema público sanitario en un sistema asistencial, anteponiendo de forma teórica los derechos de los “usuarios” a la gestión pública, transformando en negocio un derecho; el derecho a la salud). Derechos económicos y sociales ( objetivo: someter a la clase trabajadora a la política del terror y la sumisión, obligando a renunciar a la dignidad en beneficio de la mera supervivencia). Participación ( objetivo: criminalizar los movimientos sociales, apelando a la seguridad, pero utilizando los medios coercitivos a disposición del estado para reprimir violentamente cualquier expresión ciudadana). Y podríamos seguir.

Y visto el planteamiento anterior, ¿podría afirmar que, en un régimen democrático hay un partido político que, sirviéndose de los instrumentos del estado está sometiendo a la población a una política de terror premeditado y planificado?.

El ataque contra las estructuras de las que se dotó la clase trabajadora, con el objetivo de minar y cuestionar su representatividad y, por consiguiente, el apoyo de los y las trabajadores y trabajadoras es otro objetivo que resulta evidente que se persigue. No obstante, en éste caso concreto, mucho del demérito de los sindicatos es debido a los mismos sindicatos que poco a poco han ido transformándose en meros apéndices de las estructuras del estado, perdiendo su carácter y sus objetivos como instrumentos de acción de la clase trabajadora ( el interclasismo, la opacidad económica, el verticalismo en la toma de decisiones…)


Las líneas entre dictadura y democracia no son tan claras, si los poderes “invisibles” (eufemísticamente les llaman “mercados”) son los que realmente condicionan la política de un país. Y en éste país, los poderes que condicionan la política que todos y todas sufrimos en mayor o menor grado, está condicionada, por no decir dirigida.

RITUALES DE SERVIDUMBRE (J.A PEREZ TAPIAS)


PUBLICADO EN EL DIARIO GRANADA HOY EL 13 DE FEBRERO DE 2014

PUERTO PLAZA.


La apertura de la plaza de “puerto plaza”, llevaba casi diez años pendiente, y ha tenido que ser un juzgado ( como le gusta al Alcalde: que se lo digan los “señores de negro”, algo que ha dicho y mantenido sobre otros asuntos, así que no es una apreciación personal, sino una frase literal del Alcalde, conste) el que ordene su adecuación y apertura.

A raíz de la apertura y como si se tratase de una inauguración, la han visitado los cargos públicos municipales, fotógrafo incluido. No obstante, creo que en las manifestaciones del Alcalde, éste ha introducido de forma intencionada cuestiones que son contradictorias, no con solo con su actuación, sino con la de sus antecesores y antes compañeros suyos de la que el debe hacerse responsable.


Que el Alcalde considere que “ahora” la plaza es una mejora en la comunicación con el barrio de pescadores podría encuadrarse en la estrategia de propaganda, pues de otra manera no tiene explicación: la plaza YA era una mejora en la comunicación, pero los convenios firmados por ex compañeros suyos con la promotora provocó una situación que se ha prolongado nueve años. Y eso, debería saberlo el ciudadano de El Campello al que se le vende un logro cuando realmente es simplemente la resolución de un problema que miembros del partido que actualmente gobierna El Campello crearon.


PEDAGOGÍA SOCIAL Y ESTRATEGIA POLÍTICA

El término, pese a la diversidad de opiniones que suscita, considero que es el apropiado para, desde la constatación de una quiebra en el modelo del sistema electoral y político español, abordar un cambio cualitativo desde la formación de opiniones fundamentadas en la información.

La pedagogía fue uno de los principales instrumentos que la lucha política utilizó en su origen, máxime si hablamos de los albores del movimiento obrero. Los partidos y sindicatos obreros fueron verdaderos centros de formación e información, supliendo las carencias sociales del momento. Bien es verdad, que desde un interés ideológico muy determinado, pero, en definitiva, ¿qué otra cosa es la acción política sino el instrumento para transformar, de forma colectiva la realidad socio económica y cultural en la que se vive?.

En las catacumbas políticas a las que condenó el fascismo español a los partidos políticos durante cuatro décadas, se prosiguió con mucha intensidad realizando pedagogía; para la acción, pero igualmente en la formación de las inquietudes que originariamente se habían despertado contra la opresión y en pos de una sociedad diferente. No obstante, con los primeros rayos de luz sobre la política hasta entonces clandestina, se produce un abandono de la formación y el debate de ideas, en beneficio de objetivos meramente electorales. ¿Porqué?. Evidentemente hay diferentes opiniones al respecto pero, la observación del desarrollo a lo largo de los años de democracia nos indican que lo que se produjo fue un blindaje frente a la ciudadanía; quizá no percibido como tal en un principio, pero que la observación de la historia reciente nos demuestra el nivel de domesticación de los partidos y organizaciones sindicales a un sistema cuyo único objetivo era y es preservar determinadas desigualdades sociales desde la legitimación que les da la participación acrítica de las organizaciones antes llamadas de clase.

Recuperar la pedagogía social, en mi opinión, requiere de una estrategia multilateral que englobaría, por un lado, las mismas estructuras de los partidos políticos, y por otro, la legislación electoral.
En lo que se refiere a los partidos políticos (y haciendo un paréntesis), sería necesario abrir las estructuras, superando la endogamia en la que han ido cayendo a causa de las responsabilidades que el mismo sistema les delega: la selección de candidatos y candidatas.

La selección de los candidatos y candidatas que finalmente componen las listas de los diferentes partidos y coaliciones, son elegidos directamente, y por mandato constitucional, por los partidos políticos. En la actualidad, y copiando en una adaptación particular el modelo de los EEUU, se propugna la elección, de forma más o menos abierta a la ciudadanía de los primeros puestos en las listas, pero ¿esto significa realmente mejorar la calidad de la democracia tal y como mantienen los discursos de los dirigentes de los partidos y organizaciones que las han puesto en marcha?. En mi opinión no. Y no solo por la elaboración de las listas, sino por la aplicación misma una vez electos, donde el haber sido elegido cabeza de cartel, no significa (aunque la tradición nos dice que si) que se sea el candidato a presidir la institución para la que ha sido elegido ( recordemos que la ley delega en el Pleno Municipal, en el caso de las elecciones municipales y en el parlamento autonómico, la elección de los candidatos y candidatas a la presidencia, en función, no de su posición en la lista, sino de la votación de los propios electos). El verdadero debate en el seno de los partidos debería estar centrado en las listas abiertas para la constitución de las candidaturas. De esta manera podría incidirse en una cuestión que, en mi opinión es fundamental: la lealtad al líder de turno, o el compromiso político y la preparación como argumento para ser candidato.

Dicho esto, recuperemos la línea argumental sobre la necesidad de una pedagogía social como parte de la estrategia política.

Uno de los objetivos de las democracias liberales como en la que vivimos, ha sido la ir solapando clases sociales, propiciando que la ciudadanía que por motivos socio económicos se encuadraba sociológicamente en una clase determinada, percibiese esa estructuración como algo “ficticio” cuando no anticuado. Ese logro, evidentemente lo han conseguido a través de una legitimación del sistema desde diferentes niveles. En primer lugar, desde el cultural (entendido como grupo de normas, tradiciones, usos, etc, que inciden en la pertenencia a un grupo social u otro). La democracia liberal, aún reconociendo la libertad y los derechos individuales, subestima (a pesar de un reconocimiento normativo) los derechos sociales. La máxima individualista (satisfacción individual de necesidades) es uno de los principales métodos que el capitalismo ha utilizado para “desclasar” a grupos sociales unidos por condiciones culturales comunes. La perdida de éste referente y el anhelo legítimo de que el estatus social cambiase (otra parte importante de la cultura capitalista ha sido la inserción de la igualdad de oportunidades simplificada a la misma oportunidad de todos sin que tengan relevancia las condiciones socio económicas), han disgregado el sentimiento de pertenencia a una clase social común (no por una necesidad propia sino por una pulsión creada a través de los medios de publicidad y propaganda social y económicos).

La coerción que el sistema ejerce sobre las clases más bajas para mantener esa disgregación es el miedo (miedo a perder el empleo, a perder bienes, a perder servicios), convirtiendo, las otrora clases revolucionarias .en clases pasivas y sumisas. Igualmente, otro instrumento que ha sido utilizado (sigue siendo) ha sido lo que podríamos denominar, política de concesiones. En ésta política de concesiones (desde un punto de vista neoliberal) encuadramos la salud y la educación, que de ser vistos como un derecho, han pasado a ser un mero subsidio. Este otro elemento de coerción influye en un aspecto fundamental de supervivencia: la salud física. El otro elemento (la educación), y a pesar de que en torno a la mercantilización de la educación en todos su niveles se ha producido una importante movilización social, sigue siendo visto en determinados entornos como un servicio meramente asistencial, sin que se tenga la percepción de la verdadera importancia de una formación integral para el futuro, no solo profesional sino como seres humanos; La capacidad de raciocinio crítico está basada en el conocimiento, y si este se limita, la consecuencia son generaciones ignorantes aunque parcialmente preparadas (para ser utilizadas en función de las necesidades del sistema).

Que la ciudadanía, y sobre todo las capas que sufren la alienación (socioeconómica) de la sociedad del capitalismo salvaje (capitalismo “victorioso” en la lucha de sistemas que a lo largo de más de setenta años cedió terreno a favor de la clase trabajadora como un método de estabilidad social “gracias” a la influencia en el mundo sindical y político de la extinta Unión soviética y que ahora enarbola la bandera de la victoria, abriéndose de nuevo a la política del beneficio frente a la de los derechos) de manera más directa, tomen conciencia de la importancia en la recuperación de la cooperación social, es fundamental para la construcción de una estrategia de verdadera transformación.


De nada van a servir los discursos basados en meros gestos (y las primarias, en mi opinión, lo son) pues en el fondo la miseria de las ideas nos sigue alejando de los objetivos.

jueves, 13 de febrero de 2014

ENCUESTA SILENCIOSA.

Responda a las preguntas y, si lo desea, saque sus conclusiones.
-¿Viven en El Campello?. ¿Trabaja en El Campello o fuera?. Si trabaja, indique cual es su situación laboral: buena, regular, mala. Si la respuesta ha sido regular o mala, indique porqué (inestabilidad, salario bajo, miedo a perderlo) Si no trabaja, indique cuanto tiempo hace que no trabaja. Si no trabaja, ¿percibe algún tipo de subsidio?. Considera que la situación económica es: buena, mala, regular. Si considera que es mala, indíquese porqué y qué haría para cambiarla (¿qué hace para cambiarla). ¿Considera que con los recursos económicos de que dispone, puede vivir con dignidad? Si la respuesta es no, indíquese porqué y qué haría para cambiar su situación (¿qué hace por cambiar su situación?).¿ Tiene hijos/as?. ¿Sus hijos/as son mayores de 16 años?. Si es afirmativo, indique su situación laboral: parado, estudiando, ni una cosa ni la otra.          ¿ Tiene hijos/as menores de 16 años?. ¿Están escolarizados en El Campello?. Considera que lo que le cuesta la educación de sus hijos/as es: normal, mucho, demasiado. Si ha contestado demasiado, diga porqué: no puedo pagarla, tengo que hacer un esfuerzo muy grande para hacerlo, tengo que quitar de otros gastos para pagarla. ¿Le parece adecuada la supresión de las ayudas directas para libros?, Si la respuesta es afirmativa, indique porqué: es un injusticia, no puedo pagarlos. Considera que la educación de sus hijos/as es buena?. ¿Le preocupa, o simplemente los deja en el colegio como en un “almacén?. Sea cual sea su respuesta indique porqué ( ¿se lo ha preguntado?).
¿Considera que el futuro de sus hijos/as y/o de los/as jóvenes en general es: positivo, regular, negativo?. Si la respuesta ha sido negativo, explique porqué y ¿qué hace para que el futuro de sus hijos sea mejor?.
¿Votó en las últimas elecciones municipales?, a quien. ¿Siente que a quién voto le representa?. ¿Volvería a votarle?. ¿Cuándo vota, piensa en: los/as candidatos, el programa, solo en las siglas. Si piensa en los candidatos, ¿cree que son los mejores para representarle?. Si la respuesta es no, explíquese porqué. ¿Considera que es suficiente votar cada cuatro años?, ¿qué haría Ud. para mejorar la comunicación y entre los electores y los cargos electos?. ¿Cree Ud. que deberían existir mecanismos para influir en la política municipal?, ¿Cuáles? ( ¿qué hace Ud. para que cambien las cosas?). ¿Considera que los políticos municipales se preocupan por Ud?. Si la respuesta es no, indíquese porqué. (¿Se lo ha preguntado?).
Cuales cree Ud que son los principales problemas de El Campello (indique solo tres). ¿Cree que Ud vive en comunidad, que le preocupan los problemas de otros como Ud?. Si le preocupan los problemas de otros como Ud, si cree que vive en comunidad, ¿cree que el futuro social y económico de El Campello es positivo, regular, negativo?. Si la respuesta es negativo, ¿Qué hace Ud para que las cosas cambien?.
¿Cree Ud. que el futuro para Ud, sus hijos/as y el resto de vecinos/as es bueno, regular o malo?. Si es malo, ¿qué hace para que no sea así?.
Evidentemente, hay muchas otras preguntas que se podrían incluir, pero las dejo al libre albedrío de la gente para que se las haga y se las conteste. Posiblemente esta encuesta silenciosa, dirigida a esa mayoría silenciosa que sobrevive como puede esperando que alguien venga a solucionarle la situación, no servirá para mucho. Pero si solo una persona se empieza a preguntar cosas como : ¿es digno el futuro que voy a dejarles a mis hijos/as, qué puedo hacer yo para cambiar las cosas, porqué no nos unimos para cambiar las cosas…?, seguramente habrá sido positiva.

No hay mayor peligro que una ciudadanía que se pregunta cosas, porque igual llega a conclusiones peligrosas, sobre todo para los que no quieren que la gente piense.

miércoles, 12 de febrero de 2014


SI TODAVÍA SIGUES BEBIENDO ESTA MIERDA, ESTÁS COLABORANDO CON LOS DESPIDOS DE CIENTOS DE TRABAJADORES. ASÍ QUE TU MISM@.


¿SE OLVIDARON DE LAS PRIMARIAS?

El paladín de la “democracia”, la organización que ha abanderado con más ímpetu y ardor el instrumento de las primarias como un instrumento “irrenunciable” de democracia, se ha olvidado de ella en la confección de sus listas al parlamento Europeo. Los motivos parecen estar en las declaraciones que su número dos (y número uno en las listas) ha dado: es necesario una candidatura de titulares ( considerándose y arrogándose un papel principal con el único aval de la decisión de la cúpula dirigente del partido). Lo extraño es que la militancia de esa organización ( no voy a obviar el nombre: PsoE) que ha asido igualmente las primarias como tabla de salvación no haya dicho nada (seguramente a cualquiera que hubiera cuestionado nombres le habrían tachado de irresponsable y desleal).

En una lista, que es única para todo el Estado Español, hubiera sido interesante aplicar el mecanismo de primarias, pero antes, debería haber discutido abierta y democráticamente las propuestas que esos “elegidos” tendrían que defender, tanto ante la ciudadanía como en los estamentos europeos. Hubiera sido saludable y una muestra de que la creencia y el convencimiento en el instrumento que tanta vida parece que les da.

Y en ese olvido, también han olvidado que existen otras formaciones políticas cuya participación parece necesaria en el objetivo de transformar la Europa de los mercados en la de los y las ciudadanos y ciudadanas. El talante heredado del continuísmo en el proyecto autónomo ( F.Gonzalez y el felipismo así lo impusieron) hace que sigan viendo su papel como el único posible y necesario obviando que la izquierda a la que dicen pertenecer es mucho más amplia, plural y diversa. Evidentemente este alegato a la unidad cae en saco roto cuando hablamos del PsoE actual, el refundado, el “que ha vuelto” pues ni se ha planteado ni se espera.

Algunas otras organizaciones si parece que apuestan por esas primarias en mayor o menor grado abiertas, algo que siempre es de agradecer dentro de la dinámica impuesta por el PsoE, que insiste en imponer la idea de equiparar primarias a más democracia ( es una falacia que seguramente será contestada convenientemente en las urnas).


Soy de la opinión ( y así lo he planteado en más de una ocasión) que lo que necesita Europa es un vuelco político; un revolcón electoral que sitúe a la izquierda ante el reto más importante en los últimos años: reconstruir Europa desde cimientos sociales. Para ello se necesita de toda la cooperación y de toda la unidad posible. Por esto, desde la humildad de éstas páginas hago un llamamiento a la militancia de izquierdas que todavía subsiste ( silenciosa) en las filas del PsoE para que, en la medida, y sin que suponga ni ética, ni políticamente una deslealtad y una traición ( la deslealtad y la traición es de los que apropiándose de unas siglas, una historia y unas ideas se empeñan en seguir siendo instrumento de los poderosos y no herramienta de transformación), apuesten personal ( o colectivamente) por la unidad de la izquierda contra la Europa de la troika, el FMI, el BCE, los oligopólicos financieros y comerciales y contra la hipoteca que la derecha estatal y europea quiere imponer a las generaciones presentes y futuras.

¿PODEMOS?, ¿QUEREMOS?.



La propuesta encabezada por Pablo Iglesias ha entrado en el panorama político como una cabra en una cacharrería: haciendo mucho ruido. En principio, la propuesta de aglutinar a todo el cabrero electoral con el sistema de la endogamia y la alternancia no está mal. Evidentemente, me inspira personalmente confianza que Julio Anguita haya recibido el paso delante de Podemos como un elemento positivo. No obstante, y pese a la euforia que algunos y algunas tienen con esa “nueva vía”, yo tengo, desde el reconocimiento (tanto a la pluralidad como a la necesidad de reconducir el desapego hacia el sistema hacia una nueva forma de hacer política) y la valoración positiva de los planteamientos programáticos iniciales, serias dudas del proyecto.
Pablo iglesias es un referente ideológico e incluso intelectual para muchos. Su discurso, cercano a las posiciones que defiende el movimiento ciudadano 15M y otros, le hacen más próximo y accesible. Pero, ¿si el proyecto de Podemos viene a sumar, porqué un espacio ya ocupado de la izquierda anticapitalista como es el de IU es reticente a plantear una estrategia común?.
En mi opinión, IU, siendo el referente político y electoral cada día de más ciudadanos y ciudadanas, tiene una visión demasiado institucionalista del hecho político y demasiadas contradicciones entre el discurso y la practica. Creo que, tras los positivos resultados de las elecciones de 2011, tendría que haber iniciado un proceso abierto de confluencia con la izquierda social y los movimientos ciudadanos, sin intentar hegemonizar ni vanguardizarlo: desde la práctica democrática más escrupulosa y radical. Esa estrategia habría ido apuntalando la posibilidad de un verdadero frente común pero, ¿a alguien en el seno de IU no le interesa que esto sea así?. La misma concepción de IU como movimiento político-social y el “liderazgo” que el PCE ejerce férreamente en el seno de la coalición son cuestiones que precisan de una solución para avanzar en ese proyecto integrador, pues de lo contrario el salto cuantitativo que muchos y muchas deseamos de la izquierda alternativa y anticapitalista, no será posible.
Desde la posición de Podemos, considero que, en principio, el ofrecimiento de Pablo Iglesias responsa más a un impulso que a una reflexión. Estoy convencido de que el no se postula para encabezar, sino para participar de un proyecto en el que la democracia participativa debe ser el timón. De lo contrario, estaríamos copiando estructuras que criticamos y que la evidencia social, política y electoral nos dicen con claridad que suponen un rechazo para una amplia capa de la sociedad. Estoy convencido de que Podemos surge para sumar, pero creo que con su estrategia de confluencia con otras formaciones de izquierdas bis a bis no se conseguirá más que enconar los posibles enfrentamientos y diferencias. La plataforma deseada de izquierdas debe partir de una puesta en común colectiva, huyendo de las negociaciones bilaterales que no suman, pero que si dividen y restan. Debe ser en torno a luz y taquígrafos, poniendo sobre la mesa un programa político y una dinámica nueva de participación. Debería, en mi opinión, crearse un grupo de trabajo previo que fuese el encargado de diseñar en principio el cómo y el para qué, para que posteriormente la ciudadanía, la militancia obrera y sindical, los y las jóvenes pudieran participar en su elaboración definitiva. Creo que este sería el camino y no seguir copiando los modos y formas de la endogamia partidista del sistema a la que tanto criticamos pero que tanto copiamos, aunque sea con discursos diferentes.
Y, por otro lado ( y esto para algunos puristas ortodoxos podría estar cerca de la herejía), ¿porqué no invitar al PsoE, o como mínimo a su militancia a sumarse a un proyecto unitario y colectivo donde ninguna organización es la que aglutina y sí todas están al servicio del proyecto?. Creo que hay sectores de la militancia (evidentemente, de la dirección no) que está por la colaboración, por la participación y por la construcción de un proyecto plural de izquierdas que pueda hacer frente al reto que todos tenemos de recuperar el futuro para las personas frente al capitalismo depredador.


Evidentemente, sigo con interés la construcción de Podemos, pero también sigo con interés el debate que en IU se mueve (A.Garzón está realizando esfuerzos por abrir el debate sobre la convergencia). En mi opinión debemos dejar a un lado las etiquetas que tanto nos gusta ponernos ( a mi el primero)  y tanto nos gusta poner a los demás, para, desde la responsabilidad como militantes de izquierdas, asumir con coherencia y con claridad de objetivos a nuestro verdadero enemigo: el capitalismo depredador y especulador y sus esbirros ( FMI,BCE…) y en nuestro país la sumisión de un sistema político cada día más sumiso ante los criminales mercados. Los aliados: todos y todas los que, sin más ambición que devolver a la política su dignidad y compromiso quieran participar con su voluntad y su esfuerzo. De ahí a la verdadera unidad, un paso o medio.

lunes, 10 de febrero de 2014

¿PARA QUE GANAR LAS EUROPEAS?




Una gran parte de la ciudadanía que en breve será convocada para acudir a las urnas se pregunta: ¿para qué ir?. Mientras, los y las futuros candidatos y candidatas empiezan a introducir las típicas frases y soflamas vacías de mensaje pero llenas de electoralismo.
Las soflamas sirven a ese electorado fiel que, al igual que las organizaciones y partidos a los que sigue de forma acrítica, padecen de una endogamia propagandística igualmente vacía de contenido, más allá de unas siglas que, tras años de aligeramiento ideológico, son como una mera opción futbolística, es más: los y las dirigentes hablan en nombre de esas organizaciones como si del “partido del siglo se tratase”.

La pregunta que se debería hacer el ciudadano o ciudadana que está pensando en ir o no a las urnas en el mes de abril es, ¿qué se gana o se pierde en las europeas?. A esa pregunta, si le sacamos el resultado puramente numérico de los diputados o diputadas obtenidos por los partidos, le queda la necesidad de responder ( pues van unidas) al porqué y el para qué.

Porqué debo votar es la primera pregunta que los partidos que se postulan como “solución” deben contestar. No con mensajes propagandísticos, sino con explicaciones practicas. Opino que el porqué debería contener, a partes iguales; un contenido de aprovechamiento del único derecho electoral que la UE nos concede, y otro de contestación a una estructura que ha buscado el sometimiento a rígidas y férreas propuestas de política radical neoliberal.

El parlamento europeo, así como la estructura misma de la UE adolece de democracia, siendo una institución, al igual que las españolas, de mera representatividad. Al margen de la actitud de cada diputado o diputada, las vías de participación son prácticamente inexistentes además de desconocidas para el común de la ciudadanía. Por lo tanto, aprovechar el único derecho a elegir que nos concede la actual estructura institucional Europea es necesario.

Para qué debo votar. A esa pregunta, los partidos y organizaciones van a respondernos desde una perspectiva generalmente electoralista, pues profundizar más en el porqué nos haría cuestionarnos los objetivos y, por lo tanto, la misma existencia de la actual estructura de la UE.
Los partidos tradicionales apelarán a la necesidad de influir en los órganos de decisión pero, ¿cómo?.
La derecha europea tiene claro que el modelo que toca defender es el actual: el del sometimiento de todos a los criterios del FMI, BCE y resto de organismos neoliberales. El déficit y el sucursalismo de los países del sur de Europa frente al “liderazgo” de los países del norte, obviando las diferencias sociales y económicas, las necesidades de regulación de la especulación y el fraude, las políticas de supeditación de derechos a beneficios, etc, son el paradigma de la Europa que defiende la derecha. En el caso de España, con unos tintes nacional católicos que impone la omnipresente e histórica influencia de la jerarquía católica, y el carácter de soberbia social de los dirigentes del único partido europeo que ha conseguido aglutinar a la extrema derecha más reaccionaria en sus filas.
En el caso de la socialdemocracia con la hipoteca de las sucesivas concesiones al capitalismo financiero y sus pactos de “estado” con los neoliberales en busca de una solución a sus propias contradicciones que únicamente las han incrementado, liquidando cualquier contenido progresista programático, prevaleciendo únicamente el discurso contra la práctica.
La socialdemocracia Europea que no es referente de la confrontación de proyectos ( no digamos ya de ideología), se presenta hipotecada por la inexistencia de un verdadero proyecto social europeo. El principio de primacía de intereses nacionales se enfrenta a la construcción de una Europa solidaria y de derechos sociales con el lastre de ser los colaboradores necesarios en el desmantelamiento de las estructuras socio económicas del sur ( lo que ha instaurado la subsidiaridad de éstos países a los intereses de los primeros). Por lo tanto, la socialdemocracia no es la solución a los problemas que ellos mismos ( desde el gobierno, desde la oposición “responsable” e incluso desde la colaboración) han creado.

Tenemos por otro lado la izquierda plural. La izquierda englobada en torno al Partido de la Izquierda Europea tiene en su mano la posibilidad de influir en lo posible, más que en el futuro de Europa, en el retorno a la Europa de los derechos. Evidentemente esta posible influencia dependerá de los resultados electorales, pero también del mensaje que se sea capaz de insertar en la sociedad.
Los eslóganes y soflamas deben dejar paso a un verdadero debate sobre el cómo transformar Europa; como transformarla social y económicamente. Para ello, no solo debe existir un programa común, sino una estrategia de movilización común para toda Europa. Una estrategia basada en la conciencia a través del debate. Una nueva dinámica que aleje a la Izquierda europea de la imagen de “más de lo mismo, para lo mismo”.


Confío en que la izquierda europea sea capaz de enlazar las inquietudes de una gran parte de la ciudadanía con esa necesaria estrategia unitaria que el actual sistema exige. Y lo espero porque las únicas esperanzas de cambio progresivo están depositadas en esa Izquierda cuyo primer compromiso debería ser ( al igual que la izquierda en todos los ámbitos institucionales) corregir los errores y renunciar, denunciando, las situaciones de privilegio que el sistema representativo europeo impone. Ese, sería un buen comienzo que, con toda seguridad sumaría participantes en el proyecto de transformación global que los trabajadores y trabajadoras de Europa necesitamos. Más que el apoyo electoral, lo que es necesario buscar es la implicación inicial en el proceso de transformación. Una implicación que debería tener una continuación en los diferentes estados y en los diferentes niveles institucionales ( locales, autonómicos, etc) . Podríamos empezar a pensar que sí, que otro futuro es posible.