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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

jueves, 20 de marzo de 2014

RECUPEREMOS LA CULTURA DE LO COLECTIVO Y LA CONCIENCIA DE CLASE COMO ARMA PARA LA LUCHA.

Una de las características de la sociedad en la que vivimos ( definida por algunos autores como pos moderna y por otros de la “hipermodernidad) son, por un lado, el individualismo, el hedonismo y, lo que en mi opinión es más difícil de asumir, la aceptación de las desigualdades. La sociedad, de forma mayoritaria concibe las desigualdades sociales como algo “normal”, algo que ha pasado a formar parte de la cultura de la pobreza en la línea de la definición que el antropólogo Oscar Lewis (entre 1961 y 1966) cuyos aspectos básicos eran: odio y  del gobierno, cinismo frente a las creencias, fuerte orientación hacia vivir el presente (en busca de un hedonismo con efecto placebo en lo social) y escasa o nula planificación del futuro. Lewis afirma igualmente que la cultura de la pobreza ( en su transmisión como parte de ese ideario colectivo que pasa de generación en generación) “suele perpetuarse pasando de padres a hijos, con lo que las nuevas generaciones no están psicológicamente preparadas para aprovechar las oportunidades que pueden surgir a lo largo de la vida ( apunta en su estudio que un 20% de pobres tienen asumida la cultura de la pobreza y el 80% restante, a pesar de vivir en condiciones infraestructurales no están condicionados por los factores psicológicos que encierra ese tipo de cultura).

No obstante y a pesar de que esta cultura se impone,  estoy de acuerdo con Marvin Harris en que el estudio adolece de la proyección socio política necesaria para entender un sistema, donde la desigualdad se hace “inevitable” para un sector determinado, pretendiendo que ésta inevitabilidad sea asumida como un hecho natural y no como un hecho político y económico.

¿Con esta reflexión, que quiero plantear?. Sencillo: la sociedad pos moderna, la que como perversa característica tiene la aceptación ( fruto de una imposición económica y cultural) de la realidad social y económica como un hecho inevitable. La que vive resignada a causa de la ausencia de unos principios y valores que el mismo sistema que les condena suprimió (sustituyéndolos por otros digamos, más aceptables para los que se sitúan socialmente en un nivel superior)tiene ante si, únicamente dos opciones: o continuar el camino impuesto(resignación), o empezar a caminar por otro diferente (rebelión, entendida como actitud personal). Esta cuestión debería centrar el trabajo político y sociológico orientado a devolver progresivamente a las amplias capas sociales que componen en la actualidad la mayoría resignada,  ese elemento de cohesión que es la cultura propia y compartida; donde el valor de la solidaridad, el apoyo mutuo y la empatía sustituyan al individualismo y el hedonismo. Donde el valor de la justicia social vuelva a ser el vagón de enganche de cada día más en la construcción de una alternativa a la “inevitabilidad”.
Es por tanto responsabilidad de todos los que actuamos, en alguna medida, en el campo de la política o la opinión social, insistir en que el discurso perverso de la “inevitabilidad” puede y debe ser enterrado empezando, por un proceso de reflexión personal, preguntándose cuestiones como: ¿me importa la sociedad en la que vivo, me importa la sociedad en la que van a vivir mis hijos?. Quizá, desde esa actitud, en principio individualista, podamos empezar a pensar que la cultura que nos domina y nos oprime es el problema ( y con ella, todo aquel estamento social, político y administrativo que sirve a ese propósito), y que tenemos opciones para cambiarlo y ponerlo al servicio de los intereses colectivos y, sobre todo, al servicio de un futuro donde nuestros jóvenes no tengan que emigrar ( si no es voluntariamente) para poder vivir con un mínimo de dignidad.

Y para concretar ese cambio, esa transformación cultural, los instrumentos con los que contamos son, o los que el sistema nos ofrece, o los que podamos crear. Los primeros, ocupados por ese subsistema endogámico de intereses personales que utilizan las estructuras partidistas para su propio beneficio; los segundos, difíciles de concretar, máxime si tenemos en cuenta la atomización social y la primacía de ese hedonismo al que hacía referencia, incluso, como un “nuevo instrumento de cierta cohesión social” ( fiestas, celebraciones, etc). Por consiguiente, ¿Cuál es la solución propuesta? (toda reflexión debería conllevar una propuesta): sustituir la queja permanente sobre la “inutilidad” de las estructuras de partidos ( esa crítica y queja no van acompañadas de una actuación sobre la situación que consideramos el problema, sino de un cómodo olvido) por una toma, por una ocupación social de esas estructuras partidarias que, en el caso de la izquierda ( el que personalmente me preocupa) han sido hurtadas a sus legítimos propietarios: los y las trabajadores y trabajadoras. Por ello, tomemos los partidos de izquierda y, desde la crítica, resolvámosla con una implicación personal que convierta esos instrumentos, nuevamente en colectivos y, por lo tanto, útiles a los intereses de clase (y aquí tendríamos que volver a lo enfrentarnos a la cultura de lo inevitable que nos impone resignación y, por lo tanto, pérdida de conciencia): de la clase trabajadora (empleados, parados, jóvenes… todos y todas somos clase trabajadora pues lo único que tenemos es nuestro trabajo para subsistir.


miércoles, 19 de marzo de 2014

COMO SIEMPRE, HAY ALTERNATIVAS

COMO SIEMPRE, HAY ALTERNATIVAS.

“Las empresas podrán colocar las hamacas y sillas que deseen en las playas

El Ayuntamiento convoca la licitación de diversas zonas de ocio en Muchavista, el Amerador y Carrerlamar La adjudicación será por cuatro años con una prórroga de dos”

Fuente: Diario Información del 18/03/2014



La noticia parece irrelevante; parece el anuncio de un nuevo ( con novedades) trámite administrativo que, de forma mecánica, se realiza todos los años al objeto de dotar al único recurso “industrial” de El Campello de un cierto contenido: las tumbonas y sombrillas de las playas ( hamaca  me lo acepta el correcto de Word, pero me gusta más tumbona).

domingo, 16 de marzo de 2014

A VUELTAS CON EUROPA, PERO ¿QUÉ EUROPA, LA DEL DISCURSO DE E.VALENCIANO?

¿La Europa del mes de mayo de 2010?. Lo de ganar a la derecha europea, si tenemos en cuenta que la propuesta que apoyará el PsoE en el parlamento Europeo es la de M.Shulz, socio socialdemócrata de Merkel, provoca un contrasentido entre lo dicho y lo hecho; entre lo hecho y lo que se va a hacer. Luego, lo de “Europa europeísta”, simplemente me suena a recurso lingüístico sin más, porque su vinculación a la declaración sobre la Europa “volcada en las personas” es un mero recurso discursivo que choca abiertamente con la realidad inmediata y pasada.

No se si los progresistas vamos a ganar, pero lo que sí convendría es que la izquierda avanzara posiciones. Denominar, con ese eufemístico término ( progresistas) es un síntoma más del abandono ideológico de un partido volcado en el electoralismo y en un más que evidente utilitarismo respecto a sus cargos orgánicos y públicos. Evidentemente el representante de los Jóvenes Socialista Catalanes continua el discurso pues los términos del mismo son el ideario aprendido con el que todos y cada uno se presentarán ante los electores apelando, no a la razón, sino a la vIsceralidad más emotiva: “combate sin precedentes…para vender a la derecha europea y…vencer a Rajoy”. No van a decir que el objetivo es vencer las políticas austericidas que ha impuesto la Europa “hegemonizada” por el capital a los estados más pobres ( tampoco van a recordar que la subsidiaridad de los países más empobrecidos del sur de Europa es fruto igualmente de un plan que viene desde la integración en la UE: desindustrialización, desaparición de lo público en beneficio de lo privado, conversión del tejido productivo en un “tejido de servicios”, etc.)  

Insisto en que la mercadotecnia electoral, los redactores de discursos y demás vinculados a las campañas mediáticas tendrán que afinar mucho para convencer de que en éstos comicios conviene votar a los que, con discurso diferente, creen en lo mismo que creían en mayo de 2010, o lo mismo que cuando modifican la Constitución para dar carácter de prioridad a la deuda. Arduo trabajo.

Seguir insistiendo en que son unas elecciones contra “Rajoy” es un elemento absolutamente simplista, que reduce la importancia de Europa e intenta imponer, de forma falsa, el factor nacional al europeo con objetivos claros, pero que nada tienen que ver con las verdaderas necesidades de una Europa unida en la democracia y en  los derechos sociales y económicos.


UNAS OPINIONES SOBRE EL QUÉ, EL PARA QUÉ Y EL CÓMO EN EL MARCO DE LA CONVOCATORIA DE ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO.

El parlamento europeo, a pesar de la clara influencia que ha tenido y tiene para la vida cotidiana de las personas, no es visto como un instrumento en sí mismo. Como mucho, la imagen social que se tiene es en torno a los “privilegios” que los diputados y diputadas tienen. No obstante, es preciso que la ciudadanía analice, (paralelamente a las consideraciones que, siendo importantes, nos condicionan a la hora de criticar el papel de las instituciones europeas en el devenir cotidiano) la importancia, no relativa, que las instituciones actuales tienen y van a tener en un futuro inmediato, así como el discurso que sobre ellas mantienen las fuerzas políticas que concurren a las elecciones.

En primer lugar, creo que es importante resaltar la importancia del voto. Pero no desde el punto de vista “plebiscitario” que los partidos confieren al proceso como una proyección anticipada de otros posibles resultados electorales, sino como un proceso en sí mismo que nos situará frente al primer cuarto del siglo XXI en un marco institucional donde, o se mantiene el status quo o se cuestiona abiertamente.

El interés en situar las elecciones al parlamento europeo en el plano de lo “local” nos oculta uno de los que, en mi opinión, son los objetivos de los partidos, llamémoslos, del sistema: mantener la actual situación. Los cambios que desde los partidos tradicionales se plantea ( e incluso desde alguna opción política novedosa que explícitamente acepta la actual situación, pasando de proponer la ruptura a la aceptación más o menos crítica) son meramente formales. No se cuestiona el papel del parlamento ni la necesidad de reforma, no se plantean la necesidad de retomar la elaboración de una constitución europea real más allá de unas normas económicas comunes ( injustas pues parte de situaciones desiguales), no se plantean la reforma de instituciones como el Banco Central Europeo ( que, de garante de la ortodoxia pase a ser un órgano de dinamización). Tampoco se cuestionan los “privilegios” que la ciudadanía critica.

Por otro lado están los partidos y organizaciones que sí cuestionan el papel de la actual Unión Europea, tal y como existe en la actualidad. Sí cuestionan la política económica y fiscal, sí cuestionan las instituciones, sus funciones y su relevancia social. Pero, curiosamente, tampoco plantean una propuesta clara y concreta sobre uno de los aspectos que más “duele” entre la ciudadanía: los privilegios de los diputados y diputadas. Curioso.

Insistir en la importancia del voto ( y su sentido) debe centrarse en dar preponderancia a los mensajes y propuestas con los que las candidaturas se presentan, sustrayéndonos de esa proyección “local”: no nos jugamos un gobierno estatal, nos jugamos el gobierno supranacional que ha condicionado y condicionará el desarrollo del Estado Español.

Ahora bien, ¿tienen interés los partidos políticos tradicionales en crear el ambiente apropiado que cuestione la Europa que hasta ahora conocemos?. Mi opinión es que no. Por un lado tenemos a la derecha, fiel cumplidora de los criterios austericistas impuestos desde los organismos supranacionales. Por otro, la socialdemocracia, condicionada, no solo por su situación doméstica, sino por la nula capacidad de reconstruir un discurso acorde con su propio discurso: de la retórica de “izquierdas” a la recuperación de un ideario programático basado en los principios del estado del bienestar como elemento vertebrador. La alianza de la Socialdemocracia Alemana con la derecha nos plantea algo más que dudas sobre las “propuestas” que la socialdemocracia española pueda plantear.

Las opciones más “rupturistas”, representadas por la izquierda anticapitalista (nominalmente) se erigen como la presunta única alternativa. Pero, ¿el auge en Europa de la izquierda de tradición comunista representará un freno a las imposiciones austericidas?. Todo dependerá de la capacidad de éstas organizaciones en cuanto a la movilización de un electorado apático y desilusionado.

En definitiva, y pese a lo que se pueda pensar a raíz de la argumentación anterior, personalmente creo que la cita electoral del mes de mayo es fundamental para el futuro de nuestro país, y de éste en el marco de una Unión Europea actualmente en manos de esas invisibles figuras llamados eufemísticamente “mercados”. La participación activa, no solo el día de votar, sino a lo largo de una campaña en la que se deben desenmascarar y denunciar los discursos populistas cuyo transfondo es la aceptación acrítica de una realidad social y económica. La movilización social en torno a las propuestas de cambio y transformación; desde la Europa del capital a la Europa de lo social.


Creo que nos jugamos mucho todos como para considerar las elecciones europeas como “otro proceso electoral más”. Si el empuje de las opciones de izquierdas consigue el suficiente apoyo social, esa corriente es posible que sirva de motor a corrientes nacionales que incidan en la superación de la situación de dominio que la derecha y los sucedáneos tienen en los gobiernos. Y con esa conexión, que debería ser fruto de la movilización ciudadana, los cambios puede que se sucedan. Si afrontamos las elecciones como un proceso electoral más, habrán ganado los inmovilistas y aquellos cuyas pretensiones son seguir igual ( política y socialmente),y  habremos perdido todos. 

sábado, 15 de marzo de 2014

PARA REFLEXIONAR...

COMUNICADO DE URGENCIA DE LA FEDERAL DE IZQUIERDA SOCIALISTA.

NUEVA TROPELÍA ANTIDEMOCRÁTICA CONTRA IZQUIERDA SOCIALISTA
Se excluye al eurodiputado Andrés Perelló de la lista para el mandato 2014-1019

Sábado, 15 de marzo de 2014

Intervenciones de Juan Antonio Barrio y Manuel Mata en el Comité Federal

SOBRE LA LISTA PRESENTADA

- Contra la exclusión de IS de la lista europea. Se está marginando a la izquierda del partido de la representación institucional que se merece.
- Falta de respeto a la pluralidad interna y al trabajo realizado por IS en el Parlamento Europeo.
- Otros Partidos socialistas europeos tienen una democracia interna y una practica de respeto al pluralismo interno mucho mayor.
- IS ha luchado durante años, y muchas veces en solitario, por las primarias, por un militante un voto, por el federalismo, por el laicismo, por politicas economicas y sociales de izquierda, por politicas de alianzas de izquierda.
- Ahora, como antes, se la sigue marginando.
- No se tiene en consideración a los miles de militantes adscritos a Izquierda Socialista, ni a la base social y electoral que representa

La lista presentada ha recibido 4 votos en contra (3 de IS y uno de Baleares) y 2 abstenciones (Europa).

SOBRE LA CAMPAÑA ELECTORAL Y LA SITUACIÓN POLÍTICA

Una de las causas de la gran desafección política es la percepción de indiferenciación política entre los dos partidos mayoritarios. El PSOE aparece como un partido excesivamente" responsable". Por responsabilidad:
- no pedimos la dimisión del ministro del interior tras los 15 muertos en Ceuta.
- no planteamos la moción de censura en Navarra, por miedo a lo que diga la derecha
- no votamos a favor de la titularidad pública de la mezquita de Córdoba, por miedo a lo que diga la Iglesia.
Mientras tanto, somos el país de Europa donde más crece la desigualdad:
- por el aumento de la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen.
- la malnutrición infantil ya es un gran problema en España
- crece la pobreza energética
Vamos a la campaña con un gran talón de Aquiles: el candidato socialista Martin Schultz procede del SPD, partido coaligado con Merkel en el gobierno de Alemania

SOBRE EL CONSEJO DE CIUDAD

La Señora Lola Chacón ha publicado un artículo de opinión en La Illeta sobre el “olvido”, por parte del Gobierno Municipal, de crear el Consejo de Ciudad. La autora del artículo argumenta, acertadamente, que la participación es necesaria para la “comunicación directa” entre políticos y ciudadanos ( distinción que no comparto pues, en el ámbito local, el considerar a los políticos como un subgrupo, dentro de la estructura social, es aceptar que “pertenecen” a una clase diferente; en todo caso, representados y representantes podría ajustarse mejor a los objetivos que persigue la autora del artículo).

Es evidente que las vías de comunicación no pueden restringirse únicamente a los períodos electorales, aunque la realidad sea ésta. La sociedad se está revelando contra éste tipo de democracia al haberse demostrado como “perniciosa” para la calidad misma del sistema que pretende reproducirse a través, únicamente del voto. Pero me gustaría apuntar que éste organismo que se reivindica con vehemencia no es el paradigma de las soluciones a un problema que, en mi opinión, parte de la actitud misma de los cargos públicos que nos representan: la simplificación que éstos hacen de la política local la vacía de contenido, centrándose únicamente en la gestión como ideario de funcionamiento. En primer lugar considero que se deben dar los instrumentos a la ciudadanía para ejercer de forma responsable y, por lo tanto eficaz, la participación en la gestión municipal. Esos instrumentos parten de una estructura básica que fue ideada ( y creada, aunque disuelta por el gobierno municipal dejándola morir de “inanición”) para propiciar la participación sectorial: los consejos sectoriales. Estos órganos consultivos de participación sectorial culminaban ( o al menos esa era la intención) en un consejo que, sin denominarse así, bien podría ser el de ciudad: los miembros participantes en los consejos sectoriales designaban vocales a ese Consejo de Ciudad. O lo que es lo mismo ( y sigue siendo una opinión): horizontalizar la participación, creando hábitos.

Considero que la participación es imprescindible, pero ésta requiere de unas condiciones que considero que no se dan: conceptos como el de corresponsabilidad y solidaridad deben ser los que primen frente a la confrontación micro territorial ( que no es más que otra forma de “localismo” sui generis del mismo tipo que los idearios nacionalistas cuya base es el sentido de pertenencia dentro de un nuevo imaginario social desestructurado). De lo contrario, considero que se convertirían en órganos de reclamación de carácter sectorial ( de un barrio, de una calle…).

Estando de acuerdo con la redactora del artículo, simplemente apuntar que, desde el exiguo movimiento vecinal ( no por su número, pero si por la ausencia de principios colectivos) se debería promover, desde la plataforma existente, un Consejo Ciudadano paralelo que comenzase a caminar en los objetivos de participar colectivamente. Un buen instrumento inmediato pueden ser los presupuestos municipales, que siendo en la actualidad un mero instrumento administrativo, podría convertirse en una herramienta democrática de participación.


Finalmente me gustaría señalar que, la participación, siendo una necesidad perentoria de cara a reconfigurar la democracia local, no puede ni debe convertirse en un “fetiche” sin sentido de conjunto; sin sentido colectivo. Si esto sucede, no podríamos hablar de participación, sino simple y llanamente de la constitución de “lobies” de barrio, distrito, etc. 

SOBRE LA INTERVENCIÓN O NO DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL EN LA VIDA SOCIAL Y ECONÓMICA.

Desde la perspectiva comúnmente aceptada, la administración local debe dedicarse a "gestionar, de la forma más eficientemente posible los recursos públicos". Pero, ¿qué significa "gestión eficiente"?. Evidentemente, detrás de la palabra "gestión eficiente" se ocultan diferentes significados que, en función del contexto y del discurso, son percibidos de una forma o de otra. En el marco del discurso que actualmente se formula desde las administraciones locales ( incluida la nuestra) parece referirse a la gestión de ingresos y gastos en virtud, no de una planificación, sino más bien de una tradición. 

Me explico.

En el marco de las relaciones administradores/administrados, existen una líneas continuas sobre las que las diferentes administraciones "circulan", Veamos: festejos ( de todo tipo, época, etc) desarrollados en la localidad hace años y que se repiten con mayor o menor inversión. Gastos de mantenimiento: personal, consumos ( eléctrico, agua, etc), empresas, etc. Gastos políticos: salarios, subvenciones, etc. Gastos "sociales": subvenicones, programas puntuales que se repiten anualmente, o no, etc. Obras: de mantenimiento urbano ( empresas externas), cuya contratación estará en función de la coyuntura económica o de la necesidad, valorada esta por técnico/políticos, etc. Como se puede observar, la línea de gasto de la administración municipal es previsible y cuantificable con variaciones anuales en función del nivel de ingresos o del "reparto" que se realice por áreas municipales ( que no por programas).

No existe, en mi opinión ( y dada la valoración de los gastos "históricos") una correlación entre gestión eficiente y "política eficiente", es más: la administración municipal interviene escasamente en la vida económica local, entendida ésta como el tejido productivo a corto y medio plazo.

El argumento para la "escasa" intervención es habitual: competencias. 

Las competencias son las que estipula la ley, las delegadas por otras administraciones y las que la administración local asume, o por interés o por necesidad. Ahora bien, ¿tienen interés los políticos locales por asumir la "competencia" de influir en la vida de la ciudadanía más allá de la gestión?.

Si hablamos de una gestión eficiente, ésta tendría que partir de una serie de objetivos fruto de una planificación. Y si analizamos la actualidad municipal nos encontramos con que la única planificación es la de ingresos y gastos, adaptándose el resto de acciones (coyunturales, puntuales o históricas). ¿Es la misión de los políticos?. En la línea de vaciar de contenido "político" a la política, si, pero en mi opinión, no.

Existen áreas de "eficiencia" a las que la administración local no llega por decisión propia: empleo, formación, servicios sociales. Y es ahí donde creo que se concreta la "eficiencia": en marcar objetivos ( elevar la calidad de vida, incremento del empleo, incremento de la cultura, incremento, por consiguiente, de la participación ciudadana basada en la responsabilidad).

Y finalizo. Si es necesaria la intervención de la administración municipal, más allá de gestionar "los dineros" está el COMO gestionarlos, PARA QUÉ y PARA QUIÉN. Esas preguntas deberían ser los ejes de un programa político que, en primer lugar marcase distancias con la dinámica puramente administrativa que la administración ha desarrollado. Y en segundo lugar, para reestablecer, frente a la ciudadanía, una clara diferenciación que devolviese el sentido ( que el ciudadano ha perdido por influencia, tanto de la actividad de los partidos como de la propaganda interesada en vaciar de contenido ideológico la política) a la política como acción para desarrollar determinados principios ideológicos frente a la derecha administrativa y económicamente reduccionista ( que también es una opción ideológica, al regular la actividad en beneficio, no de la ciudadanía sino de empresas y entidades de las que se espera "algo").

Por último, me gustaría poner un ejemplo de "política de gestos" (cuyo discurso se aproxima a un cierto tipo de "keinesianismo" municipal, pero solo en las formas): el plan de obras urbanas realizado por el Ayuntamiento en el que se han abordado obras de mantenimiento con una aportación aproximada de 400.000 Euros. ¿Ha sido una inversión en empleo, ha sido una intervención directa de las autoridades municipales en el empleo ( no como problema, sino como solución dirigida a mejorar la capacidad de consumo de las familias), ha tenido resultados ( buenos, malos, aceptables o nulos)?. Contestar a las preguntas nos puede situar en el verdadero nivel de intervención de la administración municipal en la realidad socio económica local. Más allá de cualquier tipo de valoración subjetiva, están los datos, y estos nos dicen con claridad que la intervención, ni fue tal, ni incidió cuantitativamente en la situación del consumo local.


viernes, 14 de marzo de 2014

HOMENAJE A LAS VICTIMAS DEL 11M

En las puertas del Ayuntamiento de El Campello, y con la presencia ( como no) del Sr. Alcalde, se rindió homenaje a las victimas del atentado terrorista perpetrado por células islamistas . Un atentado cuyos responsables se sentaron el banquillo y fueron condenados en un juicio celebrado con todas las garantías, como no podía ser de otra manera. Quizá éste último extremo sea todavía un "enigma" para la Secretaria General de la derecha gobernante ( esa misma con la que se hicieron fotos los asistentes de nuestra localidad a la conferencia política). Y ésto, debería ser motivo de reflexión para los que, sin pedirle explicaciones, ni a su secretaria general, ni a su presidente de honor, ni a sus diputados y ex diputados que todavía creen que existió una "mano negra", valorasen si hacer un homenaje a las victimas es realmente un acto de condolencia o un mero y simple acto de propaganda. Yo me decanto por lo último, pues si en verdad se quisiese rendir homenaje a las victimas, el Gobierno municipal habría elevado una moción al Pleno municipal EXIGIENDO que, una vez que la cuestión está cerrada por los tribunales, CIERREN la boca los que todavía gustan de "echar mierda" sobre la memoria de las victimas. Eso habría sido lo coherente, pero quizá es demasiado ambicioso, ¿no?. 



jueves, 13 de marzo de 2014

?CRITICA Y RECRIMINACIÓN COMO ARGUMENTO, O ANÁLISIS Y RAZONAMIENTO COMO INSTRUMENTO?

Desde que la crisis sistémica concretó sus efectos (y los concretó, porque se visualizaron a pesar de estar solapados tras una falsa imagen de progreso y bienestar que se ha demostrado como un espejismo recurrente cuyo efecto  ha sido el de placebo temporal), la dinámica de las reflexiones ha sido repetitiva y, en mi opinión,no por ello positiva y dinamizadora de acciones:en definitiva, poco constructiva. Repetir los mismos argumentos, informaciones o datos no nos han llevado a encontrar esa intersección necesaria entre reflexión y acción, motivo por el que creo que nos encontramos en la actual situación de parálisis político y social.

Quizá la afirmación de "parálisis social" pueda ser arriesgada o injusta, pero el hecho de que solo se levanten voces minoritarias que cuestionen las estructuras de poder y su legitimidad es desalentador (a pesar de valorarlas como positivas por suponer una recuperación, aunque minoritaria, de valores fundamentales para la propia pervivencia de la sociedad)
La crítica sin más, no es productiva. Como tampoco lo es la actitud acrítica que se practica desde la posición de pertenencia al sub nivel político, repitiendo argumentos y discursos cuya única pretensión es condicionar la opinión en favor de intereses electorales coyunturales. Si el debate no es en torno a ideas y continúa inmerso en el bucle del "y tu más" o del "eso lo hicimos nosotros" o de recuerdos curriculares, flaco favor le estaremos haciendo a las ideas que decimos defender y miserable favor al futuro que decimos querer.

Mi opinión es que la revolución que debemos repensar, ya no es la revolución política, sino la revolución social basada en el conocimiento y la educación como único instrumento de lucha contra la sinrazón y el simplismo de los mensajes puramente propagandísticos que nos condenan a la miseria intelectual. Desde la reflexión, desde la pedagogía social podremos recuperar ese concepto tan necesario de ciudadanía en torno al que construir.

Los mensajes falaces lo son por su parcialidad y por su simplismo, y el eco que tienen o pueden tener siempre estará en función del receptor de esos mensajes. Por lo tanto, dejemos a un lado ( sin olvidar) el argumento recriminatorio y empecemos por recuperar el compromiso con la actitud crítica ( todos, emisores interesados y receptores actualmente anestesiados por el miedo) pero desde el conocimiento, el estudio y la reflexión: lo contrario a esto es simple retórica "ninista" que se retroalimenta de sus propios argumentos sin llevarnos a ningún sitio.

PUEBLO Y MASA: CONOCIMIENTO vs IGNORANCIA

Para cualquier observador medianamente crítico con la realidad que le rodea, el estado actual de la sociedad que le es más próxima debe causarle un cierto desasosiego. La relativización de cuestiones tan importantes como el futuro de las generaciones venideras relacionado con la perdida ( hurto o robo, pues no está claro que, siendo hurto, entendido como sustracción sin violencia, no podamos entenderlo como “robo con fuerza” al ser evidente el ejercicio de la fuerza legitimada por las estructuras institucionales bajo el dominio de las “elites) de derechos sociales y económicos, la “miserabilización” progresiva de capas que hasta no hace mucho creían “intocable” su estatus social, la aceptación de las desigualdades, en definitiva, nos dibuja un panorama social más que preocupante.

Los cambios que nuestra sociedad más próxima ha sufrido en los últimos años nada tienen que ver con la situación de mala calidad del sistema que creemos como “normal”, o lo que es los mismo; la democracia no ha sufrido en ese entorno más cercano ninguna variación cualitativa pues nunca tuvo una calidad por encima de la media. Esos cambios se refieren a la perdida de un imaginario colectivo fundamentado en creencias y no en hechos. La democracia, entendida como sistema de gobierno abierto y participativo no ha existido como tal. En todo caso podríamos hablar de una democracia emotiva dirigida por evidencias claras de manipulación (mediática, institucional, social, etc.).

Pero los cambios son, para ese observador crítico, evidentes por su constatación: la pobreza, entendida como mera supervivencia en lo material y lo moral. Pero se dan otros cambios que son menos perceptibles y que son los que ponen en riesgo la supervivencia de la sociedad o que, en mi opinión, avanzan en la interesada desestructuralización de la sociedad sin encontrar ni freno ni cuestionamiento por parte de estructuras que tradicionalmente se habían posicionado frente a la simplificación: los partidos políticos ( principalmente los de izquierda, tanto de tradición comunista como socialdemócrata).

Un ejemplo del empobrecimiento cultural y la desestructuralización es la situación de la educación, o más bien, de lo que me gustaría denominar, formación reglada ( el término educación es, demasiado amplio como para definir el actual sistema).

Junto al empobrecimiento de un sistema tradicionalmente sacudido por múltiples e inconcretas reformas ( por lo inconcreto de sus objetivos) nos encontramos con la pérdida del único elemento que ponía un punto de sensatez en el atribulado mundo de la educación pública: la supresión de educación para la ciudadanía. Evidentemente, la supresión de ésta incipiente asignatura por parte del actual Gobierno viene precedida por un debate manipulado y tergiversador de la realidad objetiva de dicha asignatura. Un debate en el que la alianza de las sempiternas fuerzas “orgánicas” que subsisten en nuestro País, han logrado arrastrar al terreno de lo emotivo a los argumentos racionales que impulsaron la institución de la educación para la ciudadanía.

Pero, realmente, la valoración que de la desaparición de educación para la ciudadanía hace la sociedad es prácticamente nula. Evidentemente otros retrocesos y empobrecimientos más directos ( directos a la supervivencia) condicionan las opiniones y las posibles críticas. Pero, lo sorprendente, es que, ni desde el partido que impulsó la asignatura, ni desde los movimientos sociales que se organizan en torno a la sociedad como “nuevos” instrumentos de participación crítica, existe una rebelión contra lo que, en mi opinión, supone la piedra angular del futuro de nuestra sociedad: la ignorancia social.
Una sociedad, a la que se la forma académicamente pero a la que se le sustraen los instrumentos racionales para la conformación de opiniones críticas se convierte, progresivamente ( si ya no lo es, porque el deterioro ha sido histórico) en una sociedad ignorante, y por lo tanto, manipulable.
El que no se esté denunciando, desde posiciones pedagógicas sociales y políticas la necesidad, no solo de recuperar, sino de profundizar desde la trasversalidad de la asignatura de Educación para la Ciudadanía en el proceso educativo, me parece grave y preocupante (aunque el observador crítico no alcance a visualizarlo debido a los condicionamientos económicos que se anteponen a cualquier análisis). Es, como si existiera una opinión generalizada y presuntamente aceptada de que el futuro será, sin remedio,  de ignorantes manipulables, aunque técnicamente formados.


La supresión de materias artísticas, de materias reflexivas (música, arte, filosofía…) indica con claridad que los objetivos de la superestructura (en el sentido marxista) es crear ideario colectivo basado, por un lado, en la asociación para el ocio, y por otro en la aceptación de cualquier violencia que el estado ejerce o pueda ejercer ( el terror económico lo es) como algo normal. La supresión de la asignatura de Educación para la Ciudadanía ha sido un acto de violencia que debe sumarse al resto de actos violentos que el gobierno, en nombre de la “necesidad” ha ejercido, está ejerciendo y ejercerá contra una cada vez más desfragmentada sociedad. La transformación de un pueblo en una informe masa de clientes y consumidores se formaliza con cada medida, con cada ley, con cada información que emana de los órganos de poder y sus medios de creación de opinión. Si ese es el futuro que estamos aceptando ( no es que queramos o no; es que simplemente se acepta), la herencia que vamos a dejar a las generaciones que nos preceden va a condicionar su vida de forma peligrosa. Si no existe un inicio de rebelión democrática ( entendida como supeditación de las instituciones a la voluntad popular) de forma urgente, la emergencia de la sociedad de la estupidez ( del ocio y el consumo acrítico como paradigmas del bienestar) será una realidad que no podremos frenar.

miércoles, 12 de marzo de 2014

LA "DESOPORTUNIDAD" DE LA IZQUIERDA

Cada vez que las perspectivas y expectativas electorales son propicias para la izquierda alternativa y anticapitalista, algo o alguien se opone a que ésto sea así. En la mayoría de ocasiones, las propias contradicciones de la propia IU son las que se convierten en los "palos" en las ruedas, y en otras ocasiones, la torpeza y la falta de oportunidad de decisiones fruto de poco o ninguna reflexión.

No entiendo porqué es conflictiva la elaboración de una lista. Debería ser sencillo. En principio, con que cada organización que pertenece a la coalición hiciese su propuesta y en la elaboración definitiva se aplicasen criterios de estricta proporcionalidad, sería suficiente. Incluso, podrían plantease listas abiertas a la totalidad de la militancia para que sea ésta la que decida quién y donde. Por eso no lo entiendo.

Lo cierto es que, si IU no obtiene un resultado lo suficientemente relevante como para fortalecer una posición alternativa a la Europa del capitalismo especulativo, la proyección electoral en las siguientes e inmediatas convocatorias ( autonómicas, locales y Estatales) no permitirá que la alternativa al neoliberalismo (apoyado por el socialiberalismo) se empiece a concretar.

martes, 11 de marzo de 2014

CORRUPCIÓN.

La corrupción política es uno de los problemas que más preocupan, estadísticamente, a la ciudadanía. Y digo lo de “estadísticamente” porque la realidad, en mi opinión es otra.

No se corresponde con esa preocupación que el partido que gobierna el Estado siga teniendo un nivel de apoyo tan importante como para seguir disputando electoralmente el poder. Y no se corresponde porque, a parte de las pruebas punibles, hay pruebas de todo tipo ( algunas de ellas solo tipificadas con sanciones administrativas cuando tenían que estar tipificadas en el Código Penal como delitos) que señalan que ese partido se ha financiado ilegalmente, ha utilizado los instrumentos del poder ( en todos los niveles) para enriquecerse ( aunque solo hubiese sido uno seria igual de grave y vergonzoso). Eso es un hecho. Igualmente es un hecho que el signo político no presupone honradez, pues en diversos lugares del Estado existen casos de enriquecimiento delictivo que señalan a diferentes organizaciones políticas. Y éstos hechos no propician una revuelta ciudadana (una revuelta democrática) porque, en mi opinión, la ciudadanía en un número importante sigue graduando la corrupción y, por consiguiente, considerando que los “pequeños incumplimientos” de la ley, no pueden ser considerados como graves, sino como “algo normal”. Porque la sociedad vive inmersa en los valores del “tanto tienes, tanto vales” y considera lícito el enriquecimiento, porque “cualquiera lo haría”, etc. Y éstas formas y modos de pensar y de actuar contra la corrupción, que parten del individualismo de la sociedad neoliberal que nos han impuesto y que hemos aceptado acriticamente,  nos deslegitiman para criticar a lo que llamamos “clase política”. Evidentemente no a todos, pero si a esa gran “mayoría silenciosa” que con su callada por respuesta está justificando y siendo copartícipe de la corrupción.

La dignidad y los principios parece que son términos que han sido desechados de nuestro vocabulario y, evidentemente de nuestra práctica social. Han sido sustituidos por el “sálvese el que pueda” de la lógica de la sociedad de la competencia extrema, de la guerra de los pobres, de la clase trabajadora que, olvidando los siglos de lucha, pide desesperadamente “ser explotada con normalidad”. Pero esos principios están presentes, no solo en la ideología de muchas personas, sino en su practica cotidiana. Esos principios que hacen sonreir a muchos y a muchas ( al no tener más argumento para contrarestarlos que el uso ambiguo e interesado de la palabra “demagogia”) son fundamentales para cambiar las cosas, para superar el estadio social y cultural donde todo vale y todo se justifica.

En nuestra vida cotidiana, es preciso recuperar la perspectiva ideológica y los valores sociales que hicieron de nuestras sociedades un lugar más digno donde vivir. Es preciso romper con la corrupción en todos sus niveles, denunciarla y luchar contra ella por muy insignificante que pueda creerse que es su repercusión. Hay que romper con la corrupción personal ( búsqueda de favores, atajos administrativos y comerciales, chanchullos diversos, etc.) porque no es ese el bagaje que tenemos obligación de transmitir a nuestros hijos e hijas, sino todo lo contrario: el de la dignidad, el de los principios, el de la humildad, el que no todo vale ni todo esta justificado en función del beneficio personal sin pensar en como repercutirá en los demás.


Esta sociedad está condenada por muchos factores, pero todos se resumen en la perdida de los valores. Si no se recupera, podremos salir de ésta y de muchas crisis, podremos cambiar gobiernos, podremos incluso ser felices en nuestro pequeño reducto de tranquilidad individual, pero, como sociedad, no tendremos ningún futuro: estaremos a expensas de los corruptos y los delincuentes.

11M, RECUERDO DE LA IGNOMINIA.

Artículo 9 Ley Orgánica 6/2002 de 27 de junio de Partidos Políticos.

c) Complementar y apoyar políticamente la acción de organizaciones terroristas para la consecución de sus fines de subvertir el orden constitucional o alterar gravemente la paz pública, tratando de someter a un clima de terror a los poderes públicos, a determinadas personas o grupos de la sociedad o a la población en general, o contribuir a multiplicar los efectos de la violencia terrorista y del miedo y la intimidación generada por la misma.

2. Un partido político será declarado ilegal cuando su actividad vulnere los principios democráticos, particularmente cuando con la misma persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático, mediante alguna de las siguientes conductas, realizadas de forma reiterada y grave:

Artículo 9.3

d) Utilizar como instrumentos de la actividad del partido, conjuntamente con los propios o en sustitución de los mismos, símbolos, mensajes o elementos que representen o se identifiquen con el terrorismo o la violencia y con las conductas asociadas al mismo.

i)                   Dar cobertura a las acciones de desorden, intimidación o coacción social vinculadas al terrorismo o la violencia.

Una lectura desinteresada de la Ley, nos conducirá a determinar deducciones concretas de fácil aplicación a la realidad. Todo ello y que, junto con la lectura, nos planteemos las preguntas oportunas sobre su articulado y los acontecimientos que se vienen produciendo desde hace años en la política española.

De esa lectura, personalmente extraigo la conclusión de que, el partido de la derecha que gobernaba España en 2004, el 11 de marzo cometió, utilizando la legitimidad del poder, presuntos delitos que deberían haberse juzgado e investigado junto con los terribles acontecimientos que ese día sacudieron la vida de éste país. La mentira y la manipulación llegaron a tal extremo que, de forma inmediata los tribunales tendrían que haber abierto diligencias contra los miembros del gobierno de la ignominia. Pero eso no se hizo, al contrario; se inició y amplió ( a los medios llamados “conservadores” cuando su definición a partir de ese momento tendría que haber sido “involucionistas”) la campaña de intoxicación que, desgraciadamente ha llegado hasta nuestros días. Dirigentes actuales del partido de la ignominia se permiten el lujo, después de haberse celebrado un juicio con su consiguiente sentencia, de seguir cuestionando los sucesos, dejando puertas abiertas a la teoría de la conspiración. Los que conspiraron para sacar rédito político fueron ellos, y los que siguen conspirando desde unas estructuras orgánicas constantemente sacudidas por la corrupción y la mentira, son ellos.


Creo que la sociedad no debe olvidar ni pasar página. Las victimas no fueron tratadas como a otras de otros conflictos y atentados, las familias siguen sufriendo el olvido al no haber dejado que las manipulasen. Eso, en un país que se autodefine como democrático y de derecho, no es normal, y la anormalidad no puede, ni ser olvidada, ni ser justificada, ni ser arrinconada en beneficio de otros intereses coyunturales. Los que manipularon y mintieron, siguen ostentando cargos ( incluso el de Presidente del Gobierno) y eso es una mancha que solo se borraría aplicando la ley con todas sus consecuencias.

domingo, 9 de marzo de 2014

ROSA DIEZ, LA DIVA DEL "NINISMO"

El discurso de la representante del partido "magenta", es la contradicción andante. Un análisis somero y superficial de su discurso me lleva a una conclusión: simplismo y contradicción.
La simplificación que esta representante política hace de la acción política es radical: utiliza la política pero la vacía de contenido. Coincidir con la derecha o con la izquierda le es indiferente porque no considera que las "etiquetas" sean lo importante. Y, ciertamente, las "etiquetas" no son lo que define la política, son las ideas y, sobre todo, la ideología, algo abominable para ella y sus seguidores.

Aprovechando el río revuelto de la dinámica institucional de la alternancia, se postula como la opción del sentido común. Pero, en mi opinión, la política es la plasmación positiva de las ideas políticas, y éstas, la concreción de la ideología. No es lo mismo una política que otra, pues la valoración de a quién beneficia y a quién no es importante.

Ese discurso de "las necesidades de los ciudadanos" es claramente reduccionista. ¿Qué necesidades, las que el capitalismo les ha creado o la resolución de los problemas que el sistema les ha provocado?. Evidentemente esta es una cuestión que desde la opción de extrema practicidad que defiende la diva de upyd no cabe plantearse.

No voy a insistir en lo nocivo que es para la sociedad una opción oportunista como la de upyd que se nutre de descontentos sociales y políticos cuyo objetivo es ganar cuotas de poder aprovechando las aguas revueltas. Parece que sus ideologos son, desde Fukuyama  (la historia de la lucha de ideologias, ha terminado) hasta F.Franco ( haga como yo, no se meta en política...) o los post franquistas que preconizaban el fin de las ideologías y la primacía del nuevo y oportunista dogma: ni de derechas ni de izquierdas. Y le sería indiferente coincidir con cualquiera, siempre que se acepten sus postulados ( que entre otras cosas, incluye la recuperación centralista de la educación, con el consiguiente perjuicio para los programas de inmersión lingüística basados en la inmersión en las lenguas propias...).

En definitiva, considero que upyd es un conglomerado de ideas ( que no de ideologías) que nació y crece al calor del descrédito de la clase política fruto de la transición. Fruto de la transformación de los partidos de izquierda en catch-all party (partidos atrapalo todo) cuyo objetivo era alcanzar el poder dejando en la cuneta lo que consideraban un lastre que en definitiva les retrasaría en el objetivo de alcanzar sus objetivos. 

sábado, 8 de marzo de 2014

Jajajajajajajajaj....que parla el molt honorable president????

EN EL CAMPELLO, ¿VIVIMOS EN UNA DEMOCRACIA?


No es una pregunta retórica: ¿nos hemos parado en algún momento a analizar la calidad de la democracia que disfrutamos ( o sufrimos) en El Campello?, ¿es la misma democracia que se vive en el resto de municipios, en el resto del Estado?. Mi respuesta es, si, pero no. Me explico.
La democracia, entendida desde la óptica neoliberal ( simplista cuando no reduccionista aunque formalmente aceptada) debe reunir unas requisitos mínimos para ser aceptada como tal: la participación política, el cumplimiento de la voluntad general de la comunidad, la limitación del poder y la reducción de los antagonismos sociales (de forma resumida y esquemática). Pero, ¿ y si no se cumplen los propósitos?

El Ayuntamiento de El Campello funciona desde los principios del neoliberalismo, o lo que es lo mismo: escasa o nula intervención social, dejando al albur de la “invisible mano del mercado” a la ciudadanía. El derecho de participación política se limita a pedir el voto cada cuatro años, sin que existan más mecanismos de participación (los tímidos intentos realizados en el pasado con la creación de consejos sectoriales, la nula repercusión de un reglamento de participación inaplicado o inaplicable por no existir voluntad, etc.). Por otro lado señalar que el movimiento ciudadano tampoco es un elemento de relevancia en la realidad social de El Campello, ya que únicamente se glutina en la defensa de cuestiones sectoriales sin contar con la participación de otros colectivos e incluso de otras zonas de la localidad que, en principio, no comparte los problemas concretos que motivan la movilización, abstrayéndose al considerarlo (de forma errónea y desde el individualismo) como algo “ajeno”.

Sobre la voluntad general, ¿Cuál es la voluntad general de la comunidad?, ¿existe una comunidad o simplemente la suma de individuos es lo que forma esa “comunidad local?. Personalmente me decanto por la segunda opción.
De la limitación de poder podríamos hablar largo y tendido, no solo por el deficiente funcionamiento burocrático ( en cuanto a estructura), sino por la perdida de poder efectivo que la correlación de fuerzas emanada de las urnas ha sufrido a lo largo del tiempo: los programas han sido meros instrumentos electorales.

La influencia social de la administración local es, o nula, o meramente testimonial. Una administración que se limita únicamente a la gestión de recursos (sin casi criterio político) teniendo como objetivo principal la recaudación de impuestos y tasas sin que éstas tengan una dimensión política concreta, es una administración funcional pero no política.

No podemos referirnos al objetivo de reducir las contradicciones por la inexistencia de programas o políticas destinados al apoyo de los sectores más desfavorecidos por el sistema. No existen programas de apoyo ni a familias, ni a dependientes, ni a parados, ni a jóvenes…ni a nada.
En definitiva, un brevísimo análisis de la democracia en El Campello nos señala demasiados puntos negros. No tenemos una democracia plena y avanzada sino una democracia meramente electoral, lo que la reduce a casi nada.

Evidentemente la culpa no es solo de la representación política por no intentar influir en una mayor y mejor participación, sino de la ciudadanía que, despreocupada e irresponsablemente ha delegado en los mandatados surgidos de las urnas la toma de decisiones, renunciando a derechos que, en definitiva, conforman el contenido y el carácter del concepto de ciudadanía: en nuestro municipio se es contribuyente o meramente votante, pero nada más.


Otro reto sobre la mesa de un pueblo, al que no puede darle la espalda, so pena de convertirse en victima de su propia desidia.


Y termino con la misma pregunta que me hice al inicio: ¿en algún momento nos hemos parado a pensar sobre la realidad en la que vivimos?

SALIENDO DE LA CRISIS.



   
DATOS DESEMPLEO ENERO 2014

Total
2534
HOMBRES
1218
MUJERES
1316
MENORES DE 25 AÑOS:
168
HOMBRES
92
MUJERES
76
ENTRE 25 Y 44 AÑOS
1260
HOMBRES
591
MUJERES
669
MAYORES DE 45 AÑOS
1106
HOMBRES
535
MUJERES
571
SECTOR:

AGRICULTURA
64
INDUSTRIA
119
CONSTRUCCIÓN
376
SERVICIOS
1883
SIN EMPLEO ANTERIOR
92

Vistos los datos, el mensaje de la “inminente” salida de la crisis se queda en un discurso cuyo objetivo es la manipulación y, por consiguiente, la profundización en ese sentimiento de resignación confiada, objetivo y objeto de la política de propaganda que el gobierno desarrolla ante la falta de respuesta a los problemas reales de la ciudadanía.

El análisis de los datos no deja lugar a duda de que la política municipal en materia de empleo es inexistente, dejando al “azar” del mercado la suerte de miles de trabajadores y trabajadoras. Resulta cada día más evidente que el principal problema de los ciudadanos y ciudadanas de El Campello no es solo el desempleo estructural que la crisis del capitalismo ha consolidado, sino los políticos, que son incapaces de resolverlo. No obstante, decir que la “complacencia” de la población ( manifestada con su silencio) legitima, de alguna manera, la inactividad política municipal, algo que dice poco o muy poco de las expectativas de futuro de los trabajadores y trabajadoras de El Campello.


Si una necesidad es urgente, es la articulación de medidas directas y urgentes destinadas a la creación de empleo pues, en gran medida, el futuro a corto plazo ( a medio y largo plazo es parte de otra reflexión necesaria) depende de la capacidad de consumo de las familias en nuestro municipio, algo que claramente escapa al entendimiento (corto) del actual gobierno municipal.

2015: ¿GOBERNARÁ LA IZQUIERDA EN EL CAMPELLO?. 1

Una pregunta que muchos y muchas nos hacemos. También la de, ¿qué izquierda?.
Si nos atenemos a las encuestas, existe la posibilidad de que el resultado de las elecciones municipales en 2015 repita el de 2011, entonces, ¿el resultado sería el mismo?. No, no sería el mismo, ni sería lo mismo. No sería el mismo porque presumiblemente la “división” electoral que se produjo tanto en Compromís como en el PSPV estarán, podríamos decir; resueltas. Una por el acuerdo establecido por Decido con la derecha para formar parte del gobierno, y otra por el más que posible acuerdo que integrará a Bloc e Iniciativa en una sola candidatura. Ahora bien, ¿es posible un gobierno plural? ( lo de tripartito no me gusta y no creo que se ajuste a la necesidad de ese nuevo modelo que exige la sociedad).

La división de la izquierda es un hecho que, en mi opinión, expresa la pluralidad y el debate continuo que en el seno de los movimientos progresistas y de izquierda se han producido históricamente. La izquierda, a diferencia de la derecha, lleva siglos reflexionando sobre si misma. Nos quejamos de que la derecha va unida, pero lo que realmente representa la derecha es la ausencia de debate, de cuestionamiento y de crítica, uniéndose en base a intereses y no a ideas.

Personalmente considero que la competitividad electoral, junto a los enfrentamientos históricos ( no sólo basados en la divergencia de las ideas o programas), plantean un escenario donde esa unidad no puede (ni debe) basarse en un “partido único”. Debería construirse en base, primero, a una autocrítica interna, y en segundo lugar a la necesidad de generar una idea alternativa compartida.

En el ámbito local, la derecha no se cuestiona el modo de gestionar políticamente la institución municipal pero, ¿se lo cuestiona la izquierda?. Desde una perspectiva ideológica sí, pero vemos que desde la perspectiva practica de gobierno, no es así (tenemos el caso de Andalucía, por ejemplo).La capacidad de generar una idea alternativa sobre la gestión de lo municipal es una necesidad que podría suponer la cimentación  en torno a dos objetivos: los derechos sociales y de ciudadanía y los derechos económicos en el ámbito local.

Evidentemente para llegar al nivel de negociación sobre los dos ejes mencionados, es precisa una reflexión sobre lo personal y lo público, o lo que es lo mismo: sobre si anteponer los intereses personales y orgánicos o los intereses de un proyecto plural que aglutinase a la mayoría de la sociedad Campellera. Y digo que es necesaria, puesto que el “fracaso” del 2011 debe achacarse principalmente a la superposición de lo personal sobre lo público, de los intereses personales a los del acuerdo político.


En cuanto a la voluntad de acuerdo, evidentemente los resultados condicionarán su viabilidad. No obstante, el enfoque de esa voluntad de acuerdo debería tener una proyección social previa a la campaña en si misma. Sería interesante ( o necesario, como quiera verse) que las organizaciones en liza estableciesen previamente las líneas sobre las que estarían dispuestas a construir un acuerdo. De esta manera la ciudadanía visualizaría la existencia de un proyecto más allá de los intereses electorales que podría suponer el comienzo de algo con una proyección temporal y política sumamente interesante.