NUEVO BLOG

NUEVO BLOG
EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

sábado, 15 de marzo de 2014

SOBRE LA INTERVENCIÓN O NO DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL EN LA VIDA SOCIAL Y ECONÓMICA.

Desde la perspectiva comúnmente aceptada, la administración local debe dedicarse a "gestionar, de la forma más eficientemente posible los recursos públicos". Pero, ¿qué significa "gestión eficiente"?. Evidentemente, detrás de la palabra "gestión eficiente" se ocultan diferentes significados que, en función del contexto y del discurso, son percibidos de una forma o de otra. En el marco del discurso que actualmente se formula desde las administraciones locales ( incluida la nuestra) parece referirse a la gestión de ingresos y gastos en virtud, no de una planificación, sino más bien de una tradición. 

Me explico.

En el marco de las relaciones administradores/administrados, existen una líneas continuas sobre las que las diferentes administraciones "circulan", Veamos: festejos ( de todo tipo, época, etc) desarrollados en la localidad hace años y que se repiten con mayor o menor inversión. Gastos de mantenimiento: personal, consumos ( eléctrico, agua, etc), empresas, etc. Gastos políticos: salarios, subvenciones, etc. Gastos "sociales": subvenicones, programas puntuales que se repiten anualmente, o no, etc. Obras: de mantenimiento urbano ( empresas externas), cuya contratación estará en función de la coyuntura económica o de la necesidad, valorada esta por técnico/políticos, etc. Como se puede observar, la línea de gasto de la administración municipal es previsible y cuantificable con variaciones anuales en función del nivel de ingresos o del "reparto" que se realice por áreas municipales ( que no por programas).

No existe, en mi opinión ( y dada la valoración de los gastos "históricos") una correlación entre gestión eficiente y "política eficiente", es más: la administración municipal interviene escasamente en la vida económica local, entendida ésta como el tejido productivo a corto y medio plazo.

El argumento para la "escasa" intervención es habitual: competencias. 

Las competencias son las que estipula la ley, las delegadas por otras administraciones y las que la administración local asume, o por interés o por necesidad. Ahora bien, ¿tienen interés los políticos locales por asumir la "competencia" de influir en la vida de la ciudadanía más allá de la gestión?.

Si hablamos de una gestión eficiente, ésta tendría que partir de una serie de objetivos fruto de una planificación. Y si analizamos la actualidad municipal nos encontramos con que la única planificación es la de ingresos y gastos, adaptándose el resto de acciones (coyunturales, puntuales o históricas). ¿Es la misión de los políticos?. En la línea de vaciar de contenido "político" a la política, si, pero en mi opinión, no.

Existen áreas de "eficiencia" a las que la administración local no llega por decisión propia: empleo, formación, servicios sociales. Y es ahí donde creo que se concreta la "eficiencia": en marcar objetivos ( elevar la calidad de vida, incremento del empleo, incremento de la cultura, incremento, por consiguiente, de la participación ciudadana basada en la responsabilidad).

Y finalizo. Si es necesaria la intervención de la administración municipal, más allá de gestionar "los dineros" está el COMO gestionarlos, PARA QUÉ y PARA QUIÉN. Esas preguntas deberían ser los ejes de un programa político que, en primer lugar marcase distancias con la dinámica puramente administrativa que la administración ha desarrollado. Y en segundo lugar, para reestablecer, frente a la ciudadanía, una clara diferenciación que devolviese el sentido ( que el ciudadano ha perdido por influencia, tanto de la actividad de los partidos como de la propaganda interesada en vaciar de contenido ideológico la política) a la política como acción para desarrollar determinados principios ideológicos frente a la derecha administrativa y económicamente reduccionista ( que también es una opción ideológica, al regular la actividad en beneficio, no de la ciudadanía sino de empresas y entidades de las que se espera "algo").

Por último, me gustaría poner un ejemplo de "política de gestos" (cuyo discurso se aproxima a un cierto tipo de "keinesianismo" municipal, pero solo en las formas): el plan de obras urbanas realizado por el Ayuntamiento en el que se han abordado obras de mantenimiento con una aportación aproximada de 400.000 Euros. ¿Ha sido una inversión en empleo, ha sido una intervención directa de las autoridades municipales en el empleo ( no como problema, sino como solución dirigida a mejorar la capacidad de consumo de las familias), ha tenido resultados ( buenos, malos, aceptables o nulos)?. Contestar a las preguntas nos puede situar en el verdadero nivel de intervención de la administración municipal en la realidad socio económica local. Más allá de cualquier tipo de valoración subjetiva, están los datos, y estos nos dicen con claridad que la intervención, ni fue tal, ni incidió cuantitativamente en la situación del consumo local.


No hay comentarios:

Publicar un comentario