PECADO CAPITAL: LA SOBERBIA

El colectivo de trabajadores del grupo E, después de que el Sr. Alcalde, asesorado por la Interventora municipal decidiese ( como siempre) imponer su criterio sin dialogar ni negociar ni nada parecido ( como siempre), recurrimos a los tribunales para conseguir una rectificación por parte del gobierno municipal respecto al recorte salarial que se produjo en 2010. A pesar de que por parte del Delegado de CCOO se advirtió de que el Real Decreto que recogía los recortes hacía una salvedad ( respecto al 5% de media) con el grupo E, la Interventora municipal y, por consiguiente, el responsable máximo de la política municipal, se empecinaron en interpretar a su albedrio una norma que, injusta, siempre ha sido clara.

Más de treinta trabajadores y trabajadoras recurrimos a los tribunales de forma colectiva reclamando, en primera instancia, una revisión de oficio. Esta acción administrativa quiso hacerla el Alcalde que, seguramente informado por alguien de que el tema iba por esos derroteros, se arrogó ( como no) la capacidad de decidir cuando y cómo negociar: ¡ y todo ello pese a estar en minoría!!.De negociar cuando el decidió que debía hacerlo a pesar de que su costumbre es imponer, expresando el desprecio que siente por las organizaciones sindicales y, por supuesto, hacia los trabajadores y trabajadoras.

Pero, como el pidió: ¡ qué decida el hombre ( en éste caso, una mujer) de negro. Y eso ha hecho: ha decidido que el Ayuntamiento ha actuado mal, que tras la solicitud presentada por los trabajadores debería de haber provocado una revisión de oficio y que la soberbia ( esto lo digo yo) demostrada por los excelentisimos técnicos con el apoyo del más que excelentísimo Alcalde en minoría merece una condena al pago de las costas del proceso inicial y a la revisión de oficio en el plazo máximo de seis meses.

Ahora, a esperar. El Alcalde en minoría, debe tomar una decisión: o revisa, atendiendo a la reclamación, o iremos al contensioso administrativo a defender lo que el nos niega: nuestros derechos.

La soberbia, y máxime en minoría, no es buena compañera, a pesar de que el personaje sea lector del libro de la guerra ( debería leer otro tipo de literatura más apropiada).

Y un mensaje a la placida oposición: la derecha está en minoría, ya está bien de dormitar placidamente en los despachos porque la ciudadanía no va a perdonar ni olvidar....