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EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

jueves, 10 de abril de 2014

DEL ACIERTO TÁCTICO AL ERROR ESTRATÉGICO.

La crisis del gobierno de coalición en Andalucía es, pese a las negaciones de ambas parte,  un hecho. El choque entre diferentes concepciones de la acción política era inevitable.
La defensa de la “legalidad” con los argumentos de “igualdad y justicia social” se caen por las evidencias. Los desalojados en Corrala Utopía eran unas victimas, no de una situación dada, sino de la herencia de una ley de desahucios que el ejecutivo de Zapatero fue incapaz de reformar, y que sigue dando sus “frutos”. Esa es la legalidad, que un juez aplica y, en respuesta a los realojos, la Presidenta procede a dar un golpe encima de la mesa desautorizando a la Consejera de IU y retirándole las competencias en materia de vivienda.
El presidencialismo, con todo el conjunto de competencias que lo arropan y aúpan a la cúspide administrativo política, es uno de los “peros” del sistema: las decisiones colegiadas son, en la mayoría de ocasiones, más justas. Pero, partiendo de la “legalidad” de la actuación de la Presidenta de Andalucía, es preciso analizar la cuestión del “choque” desde el sosiego y la calma, evitando el subjetivismo que casi siempre se emplea en “juzgar” las decisiones.
Por otro lado, las reacciones de las direcciones de los partidos coaligados son prudentes, pero el error estratégico, el que ha dado un respiro al candidato de la derecha (recordemos, uno de los artífices de los recortes en sanidad, desde su responsabilidad en el ministerio dirigido por A.Mato) que, con un discurso hipócrita y oportunista, está ofreciendo al PSOE el abrazo “del oso”, en nombre de la legalidad vigente ( insinuando que “los comunistas” pretenden subvertir la legalidad, algo que los partidos institucionales y de “gobierno” no puede permitir).
Ahora, nos encontramos con una IU, que podría romper el pacto, dejando gobernar al PSA-PSOE en solitario, aunque éste no tendría ningún reparo en buscar cobijo junto a su alter ego institucional, algo que IU no puede permitir, pues los esfuerzos realizados caerían en el vacio. Con un PSA-PSOE en el que el acuerdo con IU ha supuesto, para algunos, un esfuerzo ideológico excesivo ( ese alto cargo espetando a IU sobre si pensaban que “esto era Venezuela” dice mucho de quien lo utilizó como argumento), y para otros, un esfuerzo necesario para mantener el poder. Lo que no tienen en cuanta ni unos ni otros, es que las bases, la militancia del PSA-PSOE sí quiere ese acuerdo. Que quienes están en contra, forman parte de ese amplio sector de “quintacolumnistas” que acaparan el poder ( con la aceptación tácita de la militancia, por supuesto). Andalucía es un campo de pruebas donde es necesario para la izquierda demostrar que los acuerdos, no solo son necesario, sino que benefician a la ciudadanía, falta de respuesta progresistas y de proyectos comprometidos con los conceptos que hace años abandonaron en el PSOE: justicia social, democracia e igualdad ( pero no entendida desde su acepción neoliberal, que la vacía de contenido, sino desde su acepción socialdemócrata, que le confiere el significado de dar a todos según su necesidad para favorecer el pleno ejercicio de los principios de ciudadanía libre).


Espero y deseo que las posiciones refractarias que subsisten, tanto en el PSA como el IU se avengan a la reflexión, abandonando trincheras que en nada benefician, ni a la izquierda, ni a ese pueblo que sufre las consecuencias de un capitalismo al que hay que frenar, pero desde las instituciones, porque desde las trincheras es, además de difícil, imposible. Hay que demostrar que el pacto es posible y que no solo eso, sino que es un camino que la izquierda en otros territorios del Estado Español debe empezar a recorrer, superando “bonos, Zapateros e Ibarras”, que representan el enésimo intento de finiquitar cualquier política de izquierdas, sustituyéndola por sucedáneos de la derecha, pero con discursos populistas y en apariencia progresistas.

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