Los sindicatos y el partido antes gobierno y ahora oposición claman por la no supresión de los miserables 400 euros de subsidio a los parados sin prestación. Esta lucha, que no es ni más ni menos que reflejo de la resignación, es casi vergonzosa.
Cuando los índices de pobreza crecen, cuando la pobreza en los sectores de la sociedad más débiles rozan la miseria ( niños y ancianos), parece ser que la salvación del estado del bienestar se centra en salvar la limosna de los 400.
Los sindicatos avisan de que la supresión de ésta limosna provocará revueltas, cuando lo que tendrían que estar haciendo es formar a las masas para que esa revuelta sea global, general y revolucionaria, pues la situación así lo requiere. Lo contrario, es seguir de rodillas ante el gobierno de extrema derecha y ante los poderes económicos que ven como sus beneficios siguen creciendo.
La lucha debe ser por un salario mínimo de subsistencia, una renta básica de ciudadanía equivalente, como mínimo al salario mínimo interprofesional ( el salario más bajo de la europa de los mercaderes). La dignidad de la vida del ser humano no puede limitarse a una prorroga en un subsidio miserable.
Si finalmente la extrema derecha gobernante cede y mantiene temporalmente el subsidio, tendría que hacerse extensivo a las familias que ya no perciben ayuda alguna, que ya no disponen de recurso económico alguno. A esas familias que tienen a todos sus miembros parados desde hace....demasiado tiempo. Si finalmente los esbirros del sistema ( ya sea la extrema derecha gobernante o la social derecha opositora)acceden a mantener la limosna, no habrá sido un exito, no habrá sido un logro de la sociedad, habrá sido un paso más hacia la miseria econónomia, la miseria social y la servidumbre de los seres humanos ante un sistema criminal, que en nombre de la "patria" se verá legitimado para seguir aprentando la bota sobre los trabajadores, agradecidos ellos y sus organizaciones, por la limosna recibida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario