Asociación Cultural CONSTRUYE SOCIALISMO

 
Se ha constituido un nuevo clan en las nunca suficientemente deterioradas filas del PsoE. La ínclita Ana Barceló, la misma que negó la democracia y ahora bendice la Asamblea a la Bulgara de El Campello pide escuchar a la militancia, el “incombustible” ( no por durabilidad, sino porque nadie es capaz de quemarlo pese a las llamaradas que han ardido bajo sus pies en multiples ocasiones) Ciscar, el ex molt honorable Joan Lerma, senador casi vitalicio y su mamporrero, el pactista a conveniencia Ximo Puig, junto con otros ( no podía faltar Buyolo y la caída en desgracia, la hija del clan Pajín; la Leyre), parecen brindar en la foto por la cabeza, ya casi en la bandeja, del no menos ínclito Jorge Alarte. El cainismo del PsoE no conoce límites y, pese a los discursos, lo que menos importa es la ciudadanía y sí la poltrona y la vida complaciente del cargo público bien remunerado.
La militancia del PsoE asiste inexistente a la enésima ceremonia del reparto del miserable poder que todavía queda en el Pspv-PsoE. Y, una de dos, o quiere formar parte del corrillo, o simplemente milita por desidia y no dar orden al banco de no pagar las cuotas. O eso, o simplemente la posesión del carnet les hace dormir tranquilos y tranquilas.
Como decía, incapaces de hacer nada, la militancia asistirá al ruedo del congresillo de país a dar el beneplácito al último acto del hundimiento del “peseoismo valenciano” ( llamarle socialismo valenciano me parece un insulto para los que, siendo valencianos, nos consideramos socialistas), con el ánimo alegre y la irresponsabilidad de seguir sin ofrecer un proyecto a la sociedad a la que quieren representar. ´¿Será que solo se representa a ellos y los demás son meros elementos decorativos a los que apelar en época electoral?.
Los que en algún momento hemos compartido inquietudes con éstos individuos e individuas, y sin renegar de lo que fuimos e hicimos, sentimos vergüenza y sonrojo ante lo que es un espectáculo deprimente y repulsivo.
Pero no tenemos que irnos muy lejos: en El Campello, la dócil Asamblea elije, como no podría ser de otra manera, al inmovilista y apartidista Portavoz para hundir a la Agrupación en la desidia definitiva, aletargándose “in tempore”, esperando al demérito del adversario y no en la construcción de un proyecto de izquierdas ( ¿de izquierdas en el PsoE?....casi hay que aguantar la risa) para la sufrida clase trabajadora de El Campello. Toda una lección de democracia, alabada, como no podría ser menos, por el ya ex presidente de la Gestora, el esbirro enviado por la ínclita Barceló a poner “orden” en las desordenadas filas de El Campello.
¿Algún día, algún militante, algún grupo de personas razonables y sensatas decidirán que ya está bien, que hay que limpiar el partido y que es necesario, no como plataforma de supervivencia, sino como instrumento de acción política?. ¿Algún día se dará la conjunción planetaria y un grupo de militantes plantará en la calle a los dirigentes que llevan años y años mirándose el ombligo, cobrando del erario público y no rindiendo cuentas de la subvención que el Ayuntamiento concede a los grupos políticos?.¿Algún día los militantes se darán cuenta de que el PsoE ha pasado de 43.000 a 75.000 (más la subvención municipal al grupo) a pesar de haber perdido un concejal?. Si no se dan cuenta y no empieza a correr la sangre ( en sentido figurado, claro), será porque, ni son militantes, ni les interesa nada más allá de sus propios intereses. Una pena, y un asco.