NUEVO BLOG

NUEVO BLOG
EL HERMANO PEQUEÑO DE RECUPERANDO IDEAS.

jueves, 19 de septiembre de 2013

FRUSTRACION

Los de izquierdas somos seres con profundas e insuperables frustraciones. Militamos o no, nos afiliamos a sindicatos o no, pero nuestros anhelos se ven, día a día, envueltos en ese asqueroso halo de lo imposible, de lo improbable. Queremos pero en demasiadas ocasiones no podemos. Nos empeñamos en seguir creyendo en aquello que nos hizo, un día de lucidez, más personas, más humanos, más seres colectivos.
La realidad del hombre o la mujer de izquierdas es penosa. Vivimos, nos reproducimos, hacemos (cuando podemos o nos dejan) proselitismo ( y siempre de forma comedida, por aquello del que dirán) de nuestras ideas, e incluso callamos cuando escuchamos las barbaridades que a nuestro alrededor se dicen.
Romper esa frustración necesita de un ente colectivo que acoja nuestros atribulados espíritus, que nos ofrezca un regazo donde expresarnos pero, ¡ es tan difícil de encontrar!.
Hemos deambulado de un lugar a otro, o simplemente seguimos donde siempre hemos estado porque nuestro espíritu se reconforta pensando que formamos parte de un algo mayor, de algo superior, moral y ético, pero lo cierto es que ese carácter crítico que nos caracteriza se empeña en cuestionar una y otra vez la realidad en la que nos obligan a vivir. Es difícil ser de izquierdas, y no quiero decir nada si uno o una se considera incluso "más de izquierdas".
Seguramente en algún momento encontraremos acomodo a nuestra frustración, pero mientras tanto, nos damos el gusto de calmar nuestra mente con ese compromiso que nos mantiene vivos, que nos hace dar ese paso más cada día. Nos conformamos con esa caricia que nos devuelve a la realidad y que cuando no está, echamos de menos. Nos contentamos con buscar denodadamente esa lectura, ese panfleto, ese artículo que nos hace subir la adrenalina.
Sí, todos tenemos un poco de seres frustrados. En lo ideológico, en lo político. En el aspecto personal ( que parece secundario, pero no lo es) también, pero menos, pues nos gustaría ver a los nuestros junto a nosotros, y esas banderas....¡ay esas banderas!.
Seguiremos empeñados en hacer cada día un acto revolucionario, tener un gesto solidario, demostrar y demostrarnos que seguimos siendo humanos y que esa utopía en la que creemos nos da fuerzas para seguir viviendo en una realidad donde los detalles y los gestos nos salvan, porque el conjunto nos haría vomitar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario