A toda página y con un gran titular: tres
años después, El Campello contará con un nuevo Presupuesto Municipal. ¿Ya está
aprobado?. Me llamó la atención el titular, porque los trámites para la
aprobación provisional (deberá ser expuesto durante quince días y
posteriormente, resolver las alegaciones o reclamaciones para su aprobación
definitiva), todavía no se han iniciado. Y cuando digo trámites me refiero, por
ejemplo, a la convocatoria de la Mesa General de Negociación de los trabajadores y
trabajadoras municipales para "negociar" el capítulo 1 (personal). Y
entrecomillo lo de negociar porque, aunque la ley menciona esa palabra, el
trámite para los grupos políticos es dar cuenta, única y exclusivamente (al
igual que con el resto de partidas de las que se dará cuenta en la pomposa
reunión pública que el Alcalde pretende convocar, y que únicamente tendrá un
carácter partidista y no político).
En el capítulo 1
se recogen los gastos de personal: de todo el personal, incluido el personal de
confianza y los salarios de los políticos. Así mismo se recoge en éste capítulo
las partidas necesarias para abonar la nómina del personal y la seguridad social.
También están las partidas de productividad, una paradoja de la Alcaldía , pues a pesar de
haber firmado un decreto "decretando" la suspensión de las mismas,
continúa firmándolas con su correspondientes informes negativos (intervención,
cuyo titular también cobra productividad, y recursos humanos, que también lo
hace, provocando que la paradoja sea todavía menos comprensible y más
enrevesada).
También en el
capítulo 1 se consignan las Ayudas Asistenciales. Un acuerdo que data del año
1991, y mediante el cual los trabajadores y trabajadoras municipales reciben un
porcentaje en gastos como: gafas, dentista, hijos escolarizados, etc. Sobre
esta partida se podrá decir cuanto se quiera, pero habrá que hacerlo con
argumentos, los mismos que le faltan al Sr. Alcalde para recortar su cuantía
hasta el ridículo.
Uno de los
argumentos es que "en otras empresas ésta partida no existe".
Igualmente, se aduce que " con la que está cayendo no es de recibo".
Tanto una como otra olvidan que de los bolsillos de los trabajadores y
trabajadoras municipales han salido desde 2010 dos millones de euros: 2.000.000
millones de euros insisto.
Millones de euros
que han precarizado, al igual que al resto de la sociedad, las condiciones
laborales de trabajadores y trabajadoras que han aprobado una dura oposición (a la que cualquiera podría haberse presentado) basada en los principios de igualdad, mérito y capacidad. ¿Pueden decir lo
mismo los miembros de la corporación, o su único mérito es el seguidísmo del líder
de turno para que los incluyese en una candidatura cerrada y bloqueada (
impidiendo a los ciudadanos poder votar directamente a quien les pareciese, y
por lo tanto, comiéndose al trepa o chupatintas de turno cuyo único mérito es
estar apadrinado, no está en igualdad pues, insisto, su mérito le hace figurar
entre los posibles elegibles y su capacidad no la ha demostrado todavía...
La partida de
Ayudas Sociales fue un logro de la negociación colectiva de las organizaciones
sindicales en la década de los noventa (precisamente desde cuando se tenía
congelado el salario, recordemos: 1996), y ahora la arrogancia personal de un
gobierno en minoría, con el apoyo acrítico ( o meramente testimonial) de la
oposición mayoritaria). Y este logro, va a ser vulnerado abiertamente. Y lo va
a a ser, a pesar de que el personal municipal, a través de CCOO le propuso que,
ante los argumentos de "abuso" que planteaban, era necesaria la
revisión de los conceptos. La mano tendida no ha sido tenida en cuenta, pues,
para el gobierno de la derecha minoritaria la representación sindical es algo
que simplemente hay que soportar, a pesar de tener la misma o más legitimidad
que la representación política ( en su ámbito).
Quieren quitarnos
lo poco que nos queda, conseguido a base de trabajo y que, simplemente,
compensa mínimamente (ni siquiera eso) la perdida de poder adquisitivo que
venimos sufriendo los denostados trabajadores públicos ( trabajadores y
trabajadoras que, a pesar de la imagen que quieren imponer, trabajan, pues otra
cuestión diferente es la nefasta organización que corporación tras corporación
ha venido manteniendo, dilapidando sin más capacidades y voluntad de trabajo).
Y seguramente, con el apoyo de la acrítica oposición, lo van a conseguir, pero
que no piensen que vamos a bajar la cabeza sin más. Vamos a protestar y lo
vamos a hacer con los medios que podamos hacerlo. Vamos a decirle a la
ciudadanía que, si hay algún privilegio, ese es el de la casta política que
sufrimos y no los trabajadores y trabajadoras municipales. Y vamos a gritar
bien alto, que los y las empleados somos independientes y que, pese a su
constante intento de laminar a través de la concesión y negación de
privilegios, a algunos, no nos van a doblegar.
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