Solicitar o no una comisión de investigación sobre el asunto Bankia parece
que ha suscitado roces en la representación institucional del PsoE. El
excelentísimo Secretario General y pro hombre del social liberalismo español
está dispuesto a echar ( así, a echar) a quien filtró las diferencias. Yo creo
que por dos cuestiones. La primera porque no se pueden dar signos de pluralidad
porque ésta se entiende como de debilidad. La segunda porque, en su fuero
interno y habiendo estado en el gobierno, en su caso, posiblemente el habría
hecho lo mismo que los chicos de la derecha: cabalgar a lomos de ese caballo
desbocado llamado capitalismo.
Los compañeros y compañeras socialistas, los militantes y no los "paga cuotas" están ensimismados en la permanente contradicción que, por un lado, les hace militar en un partido centenario y que todavía mantiene la O de obrero y la S de socialista. Pero la militancia no puede ser entendida desde el concepto "búlgaro": todos a una y ( parafraseando a Guerra, que dicen que lo dijo en una ocasión) el que se mueva, no sale en la foto.
El ultimo ( los últimos más bien) congreso del PsoE no ha servido para reflexionar sobre porqué se ha abandonado a la clase trabajadora ( desde el congreso de 1979 el PsoE se transforma, de una herramienta de lucha política e ideológica en una maquina de ganar elecciones y empleo institucional) y cual es el camino que debe andar o desandar para que la O y la S vuelvan a tener sentido más allá del romanticismo.
Yo les animo a la reflexión, a la introspección individual y a ser valientes en sus manifestaciones, porque esto no es como ser del Barça o del Madrid: esto es una cuestión en la que se juega con las vidas, las emociones y los anhelos de mucha gente ( la mayoría)
Así que si Rubalcaba quiere echar, que empiece por aplicarse el mismo la medida, presente su dimisión ( al igual que lo hicieron otros dirigentes cuando el fracaso político, ideológico e institucional les relegó a comparsas de la derecha) y abra, valientemente, un debate sobre el qué somos y dónde vamos. Los ciclos se agotan, pero parece que el abigarrado músculo institucionalizado del social liberalismo español no dará nunca por finalizado el ciclo de asirse a la poltrona, aunque esto suponga sacrificar ideas, y a la vez a millones de personas.
Un saludo, demócrata Rubalcaba y otro para tus escuderos aventajados, Madina entre ellos ( que pena de chaval).
Los compañeros y compañeras socialistas, los militantes y no los "paga cuotas" están ensimismados en la permanente contradicción que, por un lado, les hace militar en un partido centenario y que todavía mantiene la O de obrero y la S de socialista. Pero la militancia no puede ser entendida desde el concepto "búlgaro": todos a una y ( parafraseando a Guerra, que dicen que lo dijo en una ocasión) el que se mueva, no sale en la foto.
El ultimo ( los últimos más bien) congreso del PsoE no ha servido para reflexionar sobre porqué se ha abandonado a la clase trabajadora ( desde el congreso de 1979 el PsoE se transforma, de una herramienta de lucha política e ideológica en una maquina de ganar elecciones y empleo institucional) y cual es el camino que debe andar o desandar para que la O y la S vuelvan a tener sentido más allá del romanticismo.
Yo les animo a la reflexión, a la introspección individual y a ser valientes en sus manifestaciones, porque esto no es como ser del Barça o del Madrid: esto es una cuestión en la que se juega con las vidas, las emociones y los anhelos de mucha gente ( la mayoría)
Así que si Rubalcaba quiere echar, que empiece por aplicarse el mismo la medida, presente su dimisión ( al igual que lo hicieron otros dirigentes cuando el fracaso político, ideológico e institucional les relegó a comparsas de la derecha) y abra, valientemente, un debate sobre el qué somos y dónde vamos. Los ciclos se agotan, pero parece que el abigarrado músculo institucionalizado del social liberalismo español no dará nunca por finalizado el ciclo de asirse a la poltrona, aunque esto suponga sacrificar ideas, y a la vez a millones de personas.
Un saludo, demócrata Rubalcaba y otro para tus escuderos aventajados, Madina entre ellos ( que pena de chaval).
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