PLENO DEL JUEVES.

El próximo jueves se celebra el pleno ordinario correspondiente. Hoy he tenido la oportunidad de ver el orden del día y he podido comprobar que, entre otras cosas, se obvia cualquier iniciativa ( evidentemente, desde la oposición) sobre le necesaria exigencia al gobierno municipal sobre la presentación del Presupuesto Municipal 2014...¡y estamos casi en julio!.

La corporación parece seguir dormitando, preocupados quizá unos, por seguir con esa incomprensible estrategia de ser vistos poco, y otros, por no se bien qué cuestiones.

El Presupuesto municipal no es solo la relación de ingresos y gastos, es, como muchos saben, la expresión política y programática del gobierno municipal. Lo que significa la no presentación de las cuentas es que, ni el gobierno ni la oposición parecen tener claro qué es lo que quieren para El Campello ( La oposición podría, recopilando algo de información sobre la liquidación y el estado de las partidas, presentar un borrador, como mínimo, para debatir, pero ya se sabe que prima el principio de "no dar ideas" para que no se copien, una máxima que, además de no entender, me parece de un ridículo que asusta).

En mi opinión, las legítimas y necesarias iniciativas que los grupos presentan a debate en el Pleno municipal deberían ir acompañadas de otras tendentes a promover el debate y la discusión, lo cual significaría por otro lado, poner en evidencia a un gobierno anémico y anómico, que, insisto, en mi opinión es el principal y primer problema que tiene nuestro sufrido y silencioso municipio.

Se me ocurre, por ejemplo, una propuesta sobre inversiones productivas ( no solo de mantenimiento urbano), propuestas dirigidas a la juventud, a la infancia, a los parados y paradas del municipio.

Parece que los diferentes grupos estén ya pensando en que queda menos de un año para la convocatoria electoral, algo que,por otro lado,tampoco me cuadra, porque ¿con qué bagaje van a presentarse los grupos políticos ante la ciudadanía?. Es momento de abrir puertas y ventanas para que el aire fresco entre a raudales en las chirriantes estructuras partidarias, arrastrando a su paso cualquier atisbo de endogamia.

Tenemos menos de un año para, a través de una terapia de choque, revivir a la narcotizada sociedad y, aunque solo sea a través de vastas puntadas, embastar un principio de proyecto que sume para alcanzar esa necesidad a la que tantas veces nos hemos referido: desalojar a la derecha del gobierno y revivir una institución existente únicamente a nivel administrativo.