HABLEMOS DE PRIVILEGIOS.

El PsoE estatal vuelve a retomar su lucha contra los privilegios de la Iglesia: tuvo ocho años para acabar con ellos ( los dos últimos mandatos...pues antes gozó de una década).
 Personalmente estoy de acuerdo en que, una entidad privada como es la iglesia católica debe financiarse, en un Estado aconfesional, por sus propios socios. Y siendo así, me pregunto yo: ¿los partidos políticos que tienen representación municipal ( y en general) tienen que ser financiados desde las arcas municipales?. En la actualidad los partidos perciben una cantidad anual " para su funcionamiento". Y cualquier ciudadano o ciudadana, esté de acuerdo o no con un determinado partido, no tiene más remedio que "aportar" a través de sus impuestos, la aportación a los partidos, que por otro lado, no tienen que rendir cuentas de los gastos en los que emplea.
Apelar a la ética, a la regeneración de la política, a la dignificación del ejercicio de la política debe empezar por suprimir un privilegio que pagamos todos y todas, de lo contrario, ninguno tiene derecho a enarbolar la bandera de la dignidad ni la ética, pues participa de un privilegio que se le quita a la ciudadanía para pagar lo que deberían pagar los socios y socias de cada organización ( socios y socias porque, siendo normal en la derecha la afiliación, en la izquierda es inexistente la militancia).