La doctrina Parot, para quién no lo sepa, es la jurisprudencia establecida por el Tribunal Supremo en el año 2006, mediante la cual deniega los recursos de excarcelación a presos que no haya cumplido íntegramente su condena ( 30 años o más, y que, en principio, afecta a presos condenados por el código penal del año 1973). Igualmente, para el que se sorprenda de la última sentencia del Tribunal de DDHH de Estrasburgo, en el año 2012 violaba los artículos 7 y 5.1 de la Convención Europea de DDHH. La sentencia, fue recurrida por el gobierno, ya presidido por M.Rajoy. El 21 de octubre, el Tribunal Europeo de DDHH resuelve el recurso y se reafirma en lo dictado en 2012, o lo que es lo mismo: derogación de la doctrina Parot.
Sobre éste tema han corrido y correrán ríos de tinta, pero eso no es lo preocupante. Lo preocupante es, por ejemplo, que lo que dictaminan los órganos europeos en materia económica, sea ley y se cumpla sin titubeos (véase la reforma del artículo 135 de la Constitución sobre Estabilidad Presupuestaria), y en otros casos se cuestione y se utilice como instrumento pseudopolítico para atacar al oponente.
El fallo del Tribunal Europeo de DDHH hay que cumplirlo, sin el menor de los titubeos.
Un sector de las victimas del conflicto armado (animadas y vitoreadas interesadamente por la extrema de la extrema derecha ubicada en el partido gobernante y aledaños) se han lanzado a la calle pidiendo algo así como "autarquía legislativa" en un grito similar al de "santiago y cierra España". Otros sectores de familiares de victimas, sin levantar polvaredas informativas y pasando desapercibidas, mantienen posiciones divergentes, negándose a ser utilizados de forma partidaria.
La derecha está recibiendo de su propia medicina, a pesar de los discursos que expresan "profunda disconformidad".
Personalmente considero que la sentencia viene a poner un punto importante en el proceso de paz. Y así me gustaría transmitirlo. Desde el respeto a las victimas de un conflicto que a nadie ha gustado y sobre el que muchos han intentado influir ( algunos están todavía en la cárcel, a pesar de haber jugado un importante papel en la normalización del conflicto), desearía que el instinto de venganza cediera y dejara paso, a pesar del dolor, a un talante de concordia, donde no hayan ni vencedores ni vencidos.
Sobre el cumplimiento de penas de los "terroristas", también me gustaría decir que, a pesar del tiempo, los "terroristas de estado" todavía no han pisado la prisión. El régimen fascista que asesino impunemente y reprimió con crueldad durante cuarenta años, utilizando los instrumentos del Estado, no ha sido enjuiciado todavía, continuando en las cunetas y fosas miles de muertos que parecen no tener, ni la dignidad ni el reconocimiento que otros.
Y finalizo. Terrorismo no es solo la utilización de métodos armados para imponerse, es igualmente la utilización de leyes para expropiar a familias, dejar a niños en la calle y, habiendo robado y estafado miles de millones, estar todavía considerados como personajes relevantes de la sociedad española. Terrorismo es, desde lo que hicieron y hacen los bancos, hasta lo que plantea la CEOE: explotación, miseria y hambre.
A todas las victimas de los conflictos armados, mi reconocimiento, pero al Estado que niega la dignidad a unos y ensalza a otros, mi desprecio.
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