El Alcalde de El Campello parece omnipresente. A pesar de que la actividad política como tal es inexistente, su presencia en un medio pagado en parte con fondos municipales no pasa inadvertida para nadie: parece que esté en todos los saraos e incluso parece que incluso haga cosas.
He contado: Alcalde plantando arboles, Alcalde en el día de la mujer, Alcalde con Concejala de Turismo, Alcalde en los vestuarios, Alcalde entregando viviendas...¡Uf, que cansancio!.
Es evidente que el gabinete de propaganda funciona. Ahora falta que, el Alcalde de un pueblo con superávit sea capaz de sacar adelante unos presupuestos municipales que le legó su antecesor en 2010, o incluso, que tenga un ataque de humildad y negocie con el personal sin soberbia, y ya sería demasiado, si reconociese que la buena situación económica ( que no se corresponde a la situación de los servicios en El Campello), se debe única y exclusivamente al esfuerzo de los vecinos y al sufrimiento de los trabajadores municipales ( los unos pagando impuestos y los otros entregando a la fuerza parte de su salario).
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