La polémica sigue vigente: el IBI sigue acaparando la actividad de algunos colectivos de vecinos. Dos preguntas se me ocurren. La primera: ¿el IBI es elevado, en comparación con qué?. La segunda: a quien afecta más la subida?.
En mi opinión el IBI es, no elevado, sino un atraco a mano armada. ¿Porqué?. No por las cantidades, sino por la ausencia de programas, servicios o iniciativas públicas que incidan directamente en la vida de la ciudadanía. Ocurre, sin embargo, todo lo contrario. A la segunda pregunta, tendrían que contestar algunos de los ciudadanos que protestan porque afecta a su segunda...e incluso su tercera vivienda. Lo interesante sería contar con la participación masiva de vecinos y vecinas cuya única vivienda estuviese gravada por un impuesto que, por su misma estructura, es injusto, y que por la ausencia de propuestas de actuación, iniciativas, programas o servicios es un asalto al bolsillo de los sufridos y pasivos ciudadanos de El Campello.
Es necesario revisar la financiación municipal, pero desde una perspectiva clara: incidir en la vida presente y futura de los vecinos y vecinas, no sólo desde criterios de sostenibilidad financiera.
Es cierto que nuestro Ayuntamiento ( no nuestro pueblo) ha vivido por encima de sus posibilidades. Ahí tenemos la piscina, las inversiones del Plan E, los fastos por el centenario... y todo ello con sucesivas mayorías absolutas de la derecha. No es cierto que el personal municipal sea una rémora presupuestaria. Y, si así se percibe, es simple y llanamente por la incapacidad de la clase política local para optimizar, para sacar rendimiento al personal municipal. El gobierno de la derecha prefiere pagar servicios por duplicado a pesar de tener personal para desarrollarlo con un argumento torticero: beneficiar la economía local. En realidad lo que hacen es beneficiar a determinados empresarios y empresas.
Bueno, termino. El debate sobre los presupuestos es, no solo necesario, sino imprescindible para consensuar políticas...siempre que las haya.
En mi opinión el IBI es, no elevado, sino un atraco a mano armada. ¿Porqué?. No por las cantidades, sino por la ausencia de programas, servicios o iniciativas públicas que incidan directamente en la vida de la ciudadanía. Ocurre, sin embargo, todo lo contrario. A la segunda pregunta, tendrían que contestar algunos de los ciudadanos que protestan porque afecta a su segunda...e incluso su tercera vivienda. Lo interesante sería contar con la participación masiva de vecinos y vecinas cuya única vivienda estuviese gravada por un impuesto que, por su misma estructura, es injusto, y que por la ausencia de propuestas de actuación, iniciativas, programas o servicios es un asalto al bolsillo de los sufridos y pasivos ciudadanos de El Campello.
Es necesario revisar la financiación municipal, pero desde una perspectiva clara: incidir en la vida presente y futura de los vecinos y vecinas, no sólo desde criterios de sostenibilidad financiera.
Es cierto que nuestro Ayuntamiento ( no nuestro pueblo) ha vivido por encima de sus posibilidades. Ahí tenemos la piscina, las inversiones del Plan E, los fastos por el centenario... y todo ello con sucesivas mayorías absolutas de la derecha. No es cierto que el personal municipal sea una rémora presupuestaria. Y, si así se percibe, es simple y llanamente por la incapacidad de la clase política local para optimizar, para sacar rendimiento al personal municipal. El gobierno de la derecha prefiere pagar servicios por duplicado a pesar de tener personal para desarrollarlo con un argumento torticero: beneficiar la economía local. En realidad lo que hacen es beneficiar a determinados empresarios y empresas.
Bueno, termino. El debate sobre los presupuestos es, no solo necesario, sino imprescindible para consensuar políticas...siempre que las haya.
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