El candidato de la social derecha, partícipe de los recortes que el Gobierno de Zapatero ha perpetrado contra la clase trabajadora, se ha dedicado el fin de semana ha lanzar propuestas. No ha hablado de pensiones ( o al menos yo no lo he oído), ni de una reforma fiscal claramente progresiva, ni de actuar contra las especulación financiera, y de la dación en pago en el caso de los desahucios ( como es el caso de Javi y Nuria). Subir los impuestos indirectos, pero no aplicar medidas de justicia contra los especuladores, esa es la receta. Y todo esto se vende como un giro " a la izquierda, una vuelta a la socialdemocrácia". No son ni más ni menos que propuestas que bien se podrían haber aplicado desde el gobierno y que no han sido aprobadas por estar el gobierno en manos de la banca. Son propuestas que, en el marco de un proyecto social y de izquierdas, podrían haber impedido el ascenso de la derecha al poder ( que ahora se vende como alternancia). Después del 20N, los culpables de que la extrema derecha gobierne nuevamente el Estado serán, aunque jamás lo reconozcan, los que han hipotecado el futuro de la clase trabajadora en beneficio de la "estabilidad financiera", o lo que es lo mismo: los que han sacrificado a los trabajadores y trabajadoras para que la banca siga obteniendo beneficios ( y gastándolos en el futbol y la formula 1).
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