La huelga de lxs trabajadorxs del servicio de limpieza de Madrid han dado una lección. Perseverancia, unidad y una lucha que les ha costado una pasta de su bolsillo. Para aquellxs que creen que estar de huelga es como estar de vacaciones, simplemente el dato que algunos medios de comunicación publican: una media de entre 800 y 900€ ( brutos, incluyendo seguridad social, claro, porque no vayan a pensar que los trabajadorxs cobran 1800 eurazos).
Han demostrado que el sindicalismo de clase ( el que no existe en los sindicatos en los que muchxs de nosotrxs militamos, porque fue sustituido por una forma de "interclasismo institucional" que nos ha llevado hasta donde estamos) tiene futuro pues crea unidad en esa mayoría que somos lxs trabajadorxs. Crea conciencia colectiva y un apoyo mutuo del que la sociedad en la que vivimos está urgentemente necesitado.
El éxito de la huelga, tiene una lectura que los cabezones de la caverna y la extrema derecha se niegan a hacer: la unidad, nos lleva a la victoria. Para la derecha cavernicola el final de la huelga se debe a la reforma laboral, algo que, si no fuera por las formas, haría que nos partiéramos el culo. Pero la realidad es bien distinta.
El sacrificio realizado por lxs trabajadorxs de la limpieza de madrid, ha impedido que más de mil familias se quedasen en la calle. Todo ello, anteponiendo el hecho colectivo al individual, pues se han sacrificado salarios en beneficio del empleo de otros. Evidentemente eso la derecha no lo entiende, pues vive inmersa en ese concepto de "competitividad" que nadie sabe bien qué significa.
Y al resto de la clase trabajadora, a esos que miran para otro lado cuando se convocan huelgas y manifestaciones en defensa del empleo público, de la escuela pública, de la sanidad pública, en definitiva: de nuestros derechos. A esxs decirles que, pese a su carácter egoísta y borreguil, también se beneficiarán de la lucha. Que pueden seguir cómodamente agazapados en su rinconcíto de bienestar esperando que otros le hagan el trabajo.
El miedo y la sumisión van juntos, pero la unidad y la lucha, también. Si todxs ponemos nuestro hombro junto al del compañerx, seguramente conseguiremos avanzar en una sociedad mejor, por más justa y solidaria.
Salud, Socialismo y un abrazo a lxs trabajadorxs que nos han dado una lección del cómo y el porqué.
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