La extrema derecha gobernante parece que se ha soltado el pelo. Sus compromisos con la jerarquía católica se concretaron en una reforma de la Ley del Aborto que es una aberración. Ahora parece ser que sus compromisos con la extrema derecha más reaccionaria y cavernícola hacen que desempolven las leyes del régimen contra la libertad y los movimientos sociales porque son "evidentemente" peligrosos. La cuestión es sencilla: a más movilización social, más información, más criterio y más sociedad civil. Algo que les corroe sobre manera pues lo que a ellos les gusta es la "mayoría silenciosa". Así nos quieren: silenciosos y sumisos.
La sociedad, o al menos una parte de ella está luchando a brazo partido contra los robos que están suponiendo los recortes en educación y en sanidad, y ahora nos toca abrir un frente tan amplio como es el de luchar por la libertad.
La derecha gobernante, digna heredera del franquismo fascista, va, paso a paso avanzando hacia su sociedad perfecta de esclavos silenciosos: grabar a un policía golpeando a un manifestante puede ser constitutivo de delito grave. Es para echarse a temblar, o para apretar los dientes y salir a la calle a luchar. Yo apuesto por lo último, aunque no dejo de temblar a la vista del apoyo que la extrema derecha tiene en amplias capas de estúpidos sociales en nuestro país.
El sistema se auto protege con los medios que le son propios y, siempre, coercitivos: policía, ejercito, tribunales, etc. A nosotrxs,los ciudadanxs, solo nos queda protegernos a través de la unidad y la lucha coordinada y planificada que, utilizando los mismos métodos que ellos utilizaron para llegar, consiga echarles de la totalidad de instituciones en las que gobierne una derecha tan caciquil, apestosa y retrograda como la española.
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