La unidad de la izquierda ante el 20N es, además de complicada, necesaria. Es complicada, no porque sea difícil un acuerdo programático, sino por meras cuestiones estratégicas. O lo que es lo mismo: mi ombligo primero y despues...ya veremos. En eso se fundamentan las distancias y las objeciones. Considero que, desde la soberanía organizativa ( nadie tiene porque perder sus señas de identidad), desde una concepción confederal de entender la política ( necesidad de dialogo y acuerdo permanente) y con unos firmes pilares anticapitalistas, el acuerdo es posible.
No me vale decir que YO ( en referencia a ninguna de las organizaciones en liza) represento el frente de izquierdas. Eso es chovinismo y reduccionismo político. Si es necesario un acuerdo, nadie lo duda, pero para ello el esfuerzo también debe realizarse a nivel personal: dejar las rencillas y los rencores sobre el YO SOY MÁS Y MEJOR.
La defenda de mayor y mejor democracia, de derechos sociales básicos, de justicias social e igualdad las compartimos todos, y si somos capaces de entendernos, la social derecha tendrá una brecha que no podrá superar a menos que gire abiertamente hacia la izquierda, pues no nos olvidemos que, aunque la practica de hoy sea de derechas, las bases sociales de la hoy social derecha han sido y son de izquierdas.
Aprendamos a sumar, llevando y con decimales, pero sumemos que es lo que al fin a la postre nos permitirá transformar esta mierda de sociedad que pretenden imponernos.
Salud y Socialismo.
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